Capítulo 19

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Los dos jóvenes se miraron sorprendidos y sin aliento debido al intenso beso que le robó Milo a la chica. Melissa no sabía que pensar, ni qué decir, tampoco sabía si esto estaba bien o mal.

Al final Melissa empujó a Milo bruscamente y se levantó de un salto. Agobiada, se puso una mano en la frente intentando analizar lo que acababa de suceder.

—Milo... —la voz de Melissa sonaba 8 octavas más bajo. Con los ojos cerrados y dándole la espalda a Milo daba mucho miedo

— Que mierda acabas de hacer?—pregunto lentamente.

Milo miro al suelo abochornado y finalmente suspiró.

—Besarte.

Melissa suspiró profundamente.

—Tienes novia joder. Tienes novia —la voz e Melissa paso de grave a temblorosa. Milo tenía miedo de disgustaría más y se quedó callado.

—¡y se llama Amanda!—grito la chica dándose la vuelta y mirándole con unos ojos llenos de lágrimas y a la vez furiosos. La tensión en la habitación podía cortarse con un cuchillo.

—Yo...no sé muy bien... —dijo Milo en voz baja—.

—Que no sabes? Que no sabes que?! —pregunto a Milo alterada— que no sabes lo que sientes?! Es eso?!

Milo asintió con la cabeza rascandose la nuca, arrepentido de todo esto.

—Te crees que puedes jugar así con los sentimientos de la gente!? —pregunto Melissa— no solo lo digo por mí, sino por Amanda! Imagínate si se entera de que su querido novio besó el otro día a su mejor amiga!

Milo se quedó callado, impotente, sin saber que decir ni qué hacer. Lo que Melissa decía era verdad, no sabía lo que sentía.

—Nisiquiera sabes qué decir! —exasperada, Melissa se sentó en la cama y sintió como se volvía a asomar las lágrimas en sus ojos—.

—Milo, no soy el segundo plato de nadie, entiendes? —la chica lo miro a los ojos, más triste que enfadada—.

Después de unos minutos en silencio Melissa se levantó y se dirigio a la puerta.

—Creo que debería irme...

Milo se acercó a ella y la agarró de la mano para que no girará la perilla de la puerta.

—No te vayas, porfavor. Debemos hablar de esto —rogo Milo— escucha, sé que he metido la pata pero no quiero que te vayas dejando las cosas en el aire.

Melissa lo miro atento.

—Quiero que sigamos siendo amigos, no se lo que siento ni tampoco lo que mi corazón quiere decirme. Amanda y tú sois tan diferentes... —Milo se cruzó de brazos— Estoy realmente confundido, confundido con todo esto, no se lo que me pasa!

Milo acarició la mejilla a su "amiga".

—No se lo que me pasa contigo.

Melissa apartó la mano del chico lentamente y suspiró.

—Avisame cuando lo tengas claro Murphy.

Abrió la puerta y se fue.

∆∆∆

El padre de Melissa andaba en el trastero del jardín de la casa buscando un cortacesped, la hierba había crecido notoriamente los últimos meses y el era alérgico a ciertas plantas, saliéndole sarpullidos y ronchas horribles.

Al encontrarlo lo sacó al jardín d intento encenderla. Después de 5 intentos empezaba a desesperarse, pues la máquina era nuevecita sacada de la tienda.

—Vamos, arranca maldita cosa! —murmuró frustrado—.

La Sra. Murphy estaba al otro lado de la valla que separaba la casa de los Chase y los Murphy plantando tomates y quitando malas hierbas, mientras que el Sr Murphy miraba el periódico preocupado en alguna oferta de trabajo.

Briggette escucho al Sr. Chase quejarse al otro lado de la valla y se asomó para ver qué ocurría.

—Buenas tardes Sr.Chase —saludó Brighette un poco incómoda— necesita ayuda?

"Un Murphy, ahora ya sé porque mi cortacesped no funciona"

—no gracias. Me las arreglo yo solo

La Sra. Murphy se quedó cortada con la fría mirada que le dedicó el hombre.

—Veo que su cortacesped no funciona. Si quiere podemos echarle una mano...

—Me ayudaría más si alejara a su marido de mi jardín, gracias —replico el Sr.Chase sin desviar su atención del cortacésped.

Brighette cerró los ojos y suspiró. No estaba enfadada realmente, sabía cómo era el temperamento del Sr.Chase pero estaba harta de la situación, de todo lo demás. Años incomunicados desde aquel incidente. Sabía que el Sr.Chase no se lo perdonaría jamás a la familia Murphy.
Ojalá el rencor desapareciera, ojalá se quede todo en el olvido.

—Sr. Chase —llamo con voz alta y clara dejando al hombre sorprendido— tenemos que hablar seriamente.pñ

—Estoy muy ocupado.

—Me da igual. Es importante —el hombre desvío su mirada a los ojos desafiantes de Brighette y suspiró. Cuando la dulce y paciente Sra.Murphy se ponía así, nada ni nadie haría cambiar su opinión.

—...De acuerdo, pero cuando? —pregunto resignado—.

—Si se puede, ahora mismo. Es más conveniente que sea en su casa.  —sentencio Brighette, dicho esto se bajo de las escaleras y se dirigió a su marido, quien no prestaba atención a la escena.

—Cariño deja eso —La Sra. Murphy le quitó suavemente el periódico de sus manos y lo dejo en la mesita de al lado— tenemos una charla pendiente con el Sr. Chase.

El Sr.Murphy la miro sin comprender, hasta que al poco rato entendió cual era el asunto que iban a tratar.

—Brighette, me parece inoportuno. Es muy arriesgado —replico preocupado el Sr.Murphy— Quizás no sea el momento adecuado.

—Nunca es el momento adecuado. Estoy harta de esta enemistad, llevamos 10 años así —dijo Brighette alterada— quiero dejar las cosas en paz y para eso debemos hablar con la familia Chase, debemos de afrontar la realidad de las cosas. Nos hemos disculpado muchas veces, muchas.

—Una disculpa no devuelve a la vida a una persona—dijo seriamente el Sr.Murphy. Brighette lo miro y las lágrimas empezaron a salir, rodando por sus mejillas. Se tapó la cara y suspiró lentamente. El Sr.Murphy la abrazó y le dijo que todo iba a estar bien.

—Intentaremos arreglarlo. No sé cómo pero lo haremos. Te lo prometo.






























Madre mía cuánto tiempo. La razón? Instituto, castigos y muchas cosas. En fin no creáis que me olvidé de mis historias, voy actualizando poco a poco pero lo estoy haciendo. Este libro justamente esta en la mitad de la historia, no sé si hacer una segunda temporada para que no se me alargue más pero...por el momento lo dejo así.

;) Voten y toda esa mierda si quereis.

Bye!

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