Capitulo 4

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-Ya lo se-dijo Lottie a la defensiva,consciente del peso opresivo que dejaba en el aire la censura de su hermano-.Pero no tiene familia,y nos ha dicho que ella también necesita tener un poco de intimidad.No creo que le moleste si no estamos durante el día.Ella dijo que no le suponía ningún problema.Y es verdad que necesitamos que se ocupe de nuestros vehículos y los mantenga a punto.Tu sabes que es verdad.Sin ellos,perderíamos nuestra  fachada de <<normalidad>>.Y a un humano lo podemos controlar sin mayores problemas

-Le has dicho que entre a la caravana,Lottie.Si ella esta allí dentro,¿porque no están los leopardos contigo?-Pregunto Demian.De pronto sintió que el corazón le daba un vuelco.

-Dios mio-dijo Lottie y palideció-.¡Que error he cometido!-Visiblemente afectada,corrió hasta la puerta de la caravana.

Demian llego antes que ella,abrió la puerta de un tirón y de un salto estuvo adentro,dispuesto a luchar contra los dos leopardos del grupo por aquella pequeña mujer.Se quedo paralizado,completamente inmóvil,con su flequillo en la cara.La pelirroja estaba acurrucada en el sofá con un enorme leopardo a cada lado,y los dos felinos la hacían aun mas pequeña y no dejaban de buscarle las manos,pidiendo algo de atención.

Sam se incorporo rápidamente cuando el hombre entro en el autobús de la caravana.Tenia un aspecto feroz y peligroso.Todo en el era expresión de peligro y poder.Era un hombre alto,fibroso como los felinos,tenia el cabello algo largo negro y despeinado.Tenia grandes ojos negros,negros como la noche y había algo en ellos hipnotizador y penetrante,como los ojos de las panteras.Sam sintió que el corazón le daba un vuelco y que se le secaba la boca.

-Perdón,Lottie me dijo que podía entrar-Afirmo,como queriendo apaciguarlo,intentando apartarse de los felinos mientras estos seguían buscándola con el morro,pidiendo su atención,casi tumbándola cada vez que la empujaban.Intentaban lamerla las manos,cosa que ella evitaba ya que,con sus lenguas rasposas,podían arrancarle la piel.

Lottie entro en el autobús junto al hombre grande y se detuvo,boquiabierta y desconcertada.

-Gracias a Dios estas bien,Sam.Nunca te habría dicho que entraras aquí sola si me hubiera acordado de los leopardos.

-Es algo que nunca deberías olvidar.-Demian le transmitió a su hermana la reprimenda como un suave y aterciopelado latigazo,y lo hizo por vía directa,utilizando la habitual telepatía.Lottie parpadeo,pero no protesto,sabiendo que su hermano tenia razón.

-Parecen bastante amaestrados-aventuro Sam,vacilante,acariciando la cabeza de un felino,y luego la de el otro.El ligero temblor de sus manos delataba su nerviosismo,ante la presencia del hombre,no del los leopardos.

Demian se enderezo.Parecía un personaje intimidatorio.Cuando lo vio,con sus anchos hombros que iban casi de lado a lado del autobús,Sam dio un paso atrás.El le clavo directamente a los ojos,y con esa mirada la mantuvo prisionera,buscando en el fondo de su alma.

-No están amaestrados.Son animales salvajes y no soportan el contacto demasiado estrecho con los seres humanos.

-¿De verdad?-De pronto en los ojos verdes de la pelirroja asomo un brillo de picardía,mientras apartaba al felino mas grande-.No me había dado cuenta.Lo siento.-No daba la impresión de que se arrepintiera de su conducta.Mas bien parecía que estaba burlándose de el.

De alguna manera Demian supo,sin la sombra de una duda,que la vida de esta mujer estaría unida a la suya para toda la eternidad.

Dark fire Donde viven las historias. Descúbrelo ahora