Me levanto del cómodo asiento del restaurante, notando cómo el murmullo de las conversaciones a mi alrededor se desvanece mientras dirijo toda mi atención a Fernando. La pregunta que ha estado rondando mi mente finalmente encuentra su camino a mis labios, aunque mi corazón late con fuerza ante el riesgo de que su respuesta no sea la que deseo escuchar.
—¿Volveremos a salir? —mi voz suena serena, pero en mi interior, la ansiedad ruge como un animal enjaulado.
Fernando eleva la vista desde su copa de vino. Su sonrisa se dibuja, tenue y cargada de una ambigüedad que no puedo descifrar.
—Sabes que sí, Anastasia —responde con un tono tranquilo, pero algo en la rigidez de sus palabras me alerta—Mientras no tenga trabajo, podremos encontrarnos.
Asiento despacio, obligándome a ignorar cualquier duda que insinúe que su promesa es más compromiso que deseo. Su compañía es todo lo que quiero ahora mismo, y aunque mi lógica me grita que debo mantener las cosas claras, mi corazón se aferra a la ilusión.
"Me gusta ser su amiga". Esa frase resuena en mi mente como una oración que trato de creer con más fuerza de la que realmente siento. Es mi único amigo, y esa exclusividad, aunque reconfortante, también me pesa.
—Voy por mi auto. Cuídate, Fernando. —Me despido, tomando mi cartera con una sonrisa que intenta parecer casual.
—Tú también, sé buena. —Su tono ligero me arranca una pequeña risa, y con eso, me alejo.
El camino de regreso a casa está envuelto en un silencio que me permite repasar cada palabra, cada gesto que compartimos en el restaurante. Nuestra amistad, si es que puede llamarse así, está llena de matices que no termino de entender. Desde que éramos niños, Fernando y yo compartimos algo que nunca se definió con claridad. ¿Es cariño? ¿Atracción? ¿Una conexión tácita que ninguno de los dos se atreve a explorar por completo?
Pero la realidad se impone cuando llego a casa. Amo a Juan, mi novio, con todo mi ser. Él es el centro de mi vida, el hombre con quien he construido un presente tranquilo. Sin embargo, en noches como esta, no puedo evitar comparar nuestras vidas. Fernando parece tenerlo todo: una carrera impecable, éxito financiero y la admiración de quienes lo rodean. Y aunque sé que no es completamente feliz con su novia, esa imagen de perfección me hace cuestionar más de lo que debería.
A la mañana siguiente, mientras preparo café, Juan me observa desde el comedor con ternura que tanto me gusta de él.
—¿Qué quieres hacer para tu cumpleaños? —pregunta, con su tono tranquilo, siempre dispuesto a escuchar.
Le sonrío, intentando no darle demasiada importancia al día que se acerca.
—Nada especial. Estar contigo es suficiente para mí.—Juan hace un puchero, y no puedo evitar reír ante su expresión exagerada.—Mañana saldré temprano. Almorzaré con Fer. Me invitó de cortesía por mi cumpleaños.
—Está bien, yo salgo tarde del consultorio. Uno de los enfermeros renunció, y tengo trabajo doble. —Su respuesta es calmada, pero me percato de un leve cambio en su postura al mencionar a Fernando.
No quiero ahondar en el tema, así que cambio de conversación, pero el pensamiento de mi almuerzo con Fernando me acompaña durante todo el día.
La jornada laboral es larga, y cuando la noche llega, me siento agotada. Sin embargo, me esfuerzo por dormir temprano, consciente de que mañana será un día importante.
Al día siguiente, Fernando me espera en un pequeño café que él eligió. Me recibe con una sonrisa que ilumina su rostro mientras se levanta para correr la silla y facilitarme sentarme.
—Buen día. ¿Cómo te sientes? —me pregunta, siempre atento.
—Un poco cansada, pero bien. —Le devuelvo la sonrisa, sintiendo que mi cansancio desaparece bajo su mirada.
—¿Qué quieres para tu cumpleaños, Ana?
Lo miro, sorprendida por la pregunta.
—No, no te molestes en eso. Con almorzar contigo ya es suficiente.
Fernando se queda en silencio por un momento, como si estuviera planeando algo. Luego, una sonrisa traviesa se dibuja en su rostro.
—Tengo el detalle perfecto. Irás conmigo a la clínica mañana. Trabajas hasta las tres de la tarde, ¿cierto? Puedes venir después. Siempre has querido experimentar lo que es estar en mi puesto.
Mi mandíbula casi cae al piso.
—¿En serio harías eso por mí? —pregunto, incrédula.
Él asiente con entusiasmo.
—Claro que sí, Ana. Es tu cumpleaños.
Su propuesta me emociona más de lo que debería. La idea de adentrarme en su mundo profesional, de ver la pasión que pone en su trabajo, me llena de ilusión.
Esa noche, regreso a casa emocionada para contarle a Juan la noticia. Sin embargo, su reacción no es la que esperaba.
—No deberías ir. —Su tono es firme, casi tajante.
Lo miro, intentando ocultar mi decepción.
—¿Por qué no? Es solo una visita.
—No lo sé... No me gusta la idea.
El silencio que sigue a sus palabras pesa más de lo que puedo soportar. No quiero discutir, pero tampoco puedo ignorar la sensación de que esta pequeña chispa de desacuerdo esconde algo más profundo. Y mientras me acuesto esa noche, la emoción por la invitación de Fernando se mezcla con una inquietud que no me deja en paz.
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¡Aloha! aquí AnyiLi; espero les guste.
Quería invitarlos a leer una nuevo obra que estoy realizando llamada "DOS REYES, UNA REINA"
También quiero invitarlos a leer DESPUÉS DE LA MUERTE que se encuentra en mi perfil.
AnyiLi 🌻
Inicio historia OBSESIONADO POR TI:14/Agosto/2018
SE PROHÍBE LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE ESTA OBRA SIN EL CONSENTIMIENTO POR ESCRITO DEL AUTOR. OBRA DE MI AUTORÍA TOTALITARIA REGISTRADA BAJO CÓDIGO. SI SE INCUMPLEN LOS DERECHOS DE AUTOR, SE TOMARÁN LAS DEBIDAS ACCIONES LEGALES.AYUDEMOS A FOMENTAR LA ORIGINALIDAD ¡DIGAN NO AL PLAGIO!
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Obsesionado por ti (Bilogía ANCOR)©️
Mystery / ThrillerTe ví por primera vez en una fotografía, quien diría, quien diría Anastasia que me enamoraría tan perdidamente de tí, que asesinaría a todas esas personas por intentar entrometerse entre los dos, tú estás por encima de todo y todos Ana, yo soy tuyo...