Narra Jeremy
¡Embarazada! ¡Mi chica está embarazada! Había sido una de las mejores noticias de mi vida, pero no podía evitar temer por ellas. Había perdido a mi hija y a su madre hace un par de años, pero sus muertes aún me dolían.
Por un momento, había olvidado eso que tanto me atormentaba y me dediqué a molestar y luego a conquistar a Melissa. Aún así, mi pequeña Leiah seguía viva en mi mente y mi corazón, me sentía culpable porque había llegado a odiarla y despreciarla, pero su hermosa carita me había enamorado y no pude evitar pensar, "Es mía. Es mi pequeña Leiah, mi hija". Siempre había amado mi libertad, pero dejé de hacerlo cuando la tuve en mis brazos, había dejado de pensar que aquella criaturita había sido un accidente. ¿Como me siento ahora con Melissa y que está embarazada de Cybele? Estoy muy feliz, pero sigo teniendo miedo. ¿Y si la historia se repetía con ellas? ¿Y si las perdía también? Sacudo la cabeza e intento alejar aquellos pensamientos, pero la culpa me perseguía a donde quiera que fuera. Yo había hecho algo mal con Leiah y con Catherine, no podía permitir que la historia se repitiera con Melissa y Cybele. Tenía miedo, sí, y mucho. Guardo la última prenda de ropa en la maleta y la cierro con violencia.
– ¿Cariño? — escuchar ésa voz me lastimaba desde la última vez que vine aquí. — ¿A donde vas?
– Lejos de ustedes. — gruño y pongo la maleta en el suelo.
Siento sus pasos acercarse y la encaro. En sus ojos podía ver ojeras y lucía triste, era mi madre y no podía evitar preocuparme por ella, la amaba, pero también amo a Melissa y jamás les voy a perdonar la forma en la que la trataron.
– Por favor.... — susurra. — No te vayas, Jeremy.
Cierro los ojos y cuento hasta cinco. Sabía porqué venía con esto, aunque ella pensara lo contrario, nunca se atrevería a contradecir a mi padre, lo amaba demasiado como para hacerlo.
– Te envió él, ¿cierto? — pregunto con molestia y con un deje de decepción.
Su madre no es capaz de mantenerle la mirada y la posa en el suelo, pues claro que su padre la había enviado, son tal para cuál. Jamás pensé que ellos serían así, pensé que la aceptarían y que estarían felices por mi, pero me había equivocado con ellos. Karla estaba asustada, no quería dar a conocer su relación con Tyler ante nuestros padres y obviamente comprendía la razón, y la apoyaba en todo lo que necesitara.
– Jeremy....
– ¡Dios! ¡Ninguno de los dos tiene límite! — le grito totalmente enfadado.
Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y me dolía, pero no podía permitir que me hicieran aquello.
– Dile a tu esposo que no me quedaré. — gruño. — No seré su títere y tampoco me interesa ser alfa de ésta manada.
– Es tu padre. — susurra.
Una risa carente de humor se me escapa y tomo la maleta.
– Yo también creí que era mi padre, pero abrí los ojos. — comienzo a caminar a la salida, pero me detengo. — Melissa está embarazada, lo que quiere decir que tendré a mi familia ahora, y no quiero que ustedes formen parte de ella.
Camino hacia la puerta, pero el brazo de mi madre me sostiene y no quiero hacer fuerza contra ella.
– Te conozco, mi niño. Sé que estás asustado, pero.... — la interrumpo.
– Lo siento, pero eso ya no les concierne a ninguno de ustedes dos.
Quito su mano de mi brazo con delicadeza y salgo de aquel lugar. Me quedaré en la cabaña que pertenecía a mis abuelos, ni muy cerca, ni muy lejos de Melissa. Comprendía porqué su padre y su hermano querían mi cabeza, y es que es verdad, Melissa se embarazó demasiado rápido.
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¿Enamorarme de un lobo? ¡JAMÁS!
FantasyLicántropos y vampiros, creados por el mismo ser y enemigos por naturaleza. Nadie podía recordar porqué tanto odio, sólo sabían que aquello estaba destinado a ser una guerra sin fin. Melissa Harrison es hija del líder del único clan mayor existente...