8 horas y contando [parte 1]

1.1K 159 26
                                    




La soledad tiene forma y tamaño. Es tan grande como el espacio que le das en tu corazón.

Y la soledad en este hombre era tan grande que ya no cabía en su pecho.

Era una noche de invierno como cualquiera. Oscura, fría y solitaria, no había gran diferencia con las demás, era tan oscura y tenebrosa como todas, las grandes nubes grises ocultaban la poca claridad que la luna brindaba y el intenso frío traía consigo la niebla que cubría todo lo que se podía visualizar.

El pecho del hombre subía y bajaba de manera descontrolada, su respiración era irregular y los latidos de su corazón acelerados, recién había despertado alarmado de un sueño donde vio su sala de estar completamente vacía a excepción de la pintura abstracta que le regalo su difunta madre, aquella pintura colgaba en medio de una de las paredes de la vacía habitación, justo en frente de ella se encontraba una camilla de metal con un cuerpo reposando en ella.

Todo el cuerpo era cubierto por una sábana blanca que solo dejaba a la vista los brazos colgados por fuera de la mesa de metal, aquellos brazos eran tan pálidos que no proyectaban la calidez que normalmente poseían las personas, un aire frío recorrió toda la habitación y Yoongi en aquel sueño sintió miedo, tanto miedo que olvido que se trataba de una ilusión y pensó que esto era su realidad.

De repente una voz hizo aparición, no era una voz cualquiera era la voz de su madre, de aquella mujer que lo cuido y amo por tantos años, pero lo había dejado solo a causa de una triste y maligna enfermedad.

La difunta madre de Yoongi caminó acercándose con pasos lentos al cuerpo inerte que se encontraba en medio de aquella sala.

—Mi querido hijo. —Se escuchó la voz de la mujer —. ¿Qué te he hecho? Perdóname. —Los llantos de la mujer hicieron un eco doloroso de escuchar, sus llantos pronto pasaron a convertirse en gritos desgarradores de cientos de personas.

La cabeza del hombre pelinegro comenzó a doler, no entendía porque miraba a su difunta madre en sueños, no entendía porque se había presentado ante el nuevamente, hace muchos años no había soñado con ella y no era el momento adecuado para volverlo hacer.

Se escucharon gritos de cientos de personas salir de la boca de aquella mujer, el aire se sintió pesado y aquel hombre pronto dejo de poder respirar, sintió como unas manos desde atrás se posaron en su garganta apretándola fuertemente impidiendo que aire llegar a sus pulmones, sintiéndose desfallecer.

Pero antes de perder el conocimiento él pudo observar a su propia madre sufriendo, llorando desconsoladamente frente a aquel cuerpo que no se había movido de ese lugar. Yoongi sufrió a aún más al ver a su madre pasando por ese momento, él quiso apartar las manos que lo mantenían prisionero e ir al rescate de ella.

Estaba dispuesto a usar las ultimas fuerzas que poseía y ayudar a aquella mujer que tanto amaba, pero lo que vio lo dejo perplejo, su cuerpo dejo de funcionar y entró en un estado de pánico.

Y es que aquella mujer en un estado de desesperación tomo las sabanas que cubrían al cuerpo y las alejó muy lejos de este, dejando el cuerpo totalmente expuesto y para sorpresa de Yoongi, el cuerpo pertenecía a alguien que conocía muy bien, puesto que era el mismo.

El hombre aterrado observo como el mismo yacía acostado en aquella camilla de metal, se vio reflejado así mismo como un espejo. Su cuerpo sin una sola gota de grasa debido a la enorme pérdida de peso que había presentado en todo este largo tiempo luchando contra su enfermedad, sus ojos cerrados descansando en un sueño que nunca terminaría, su rostro inexpresivo con grandes ojeras que indicaban el cansancio físico y mental que cargó por tantos años.

A ocho horas de mi muerte [ One-shot Yoonmin ]Where stories live. Discover now