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Hacia unos días que Minho no lograba conciliar el sueño en las noches, podría ser porque su madre volvía tarde del trabajo o porque simplemente era un adolescente con insomnio.
En esos días había optado por salir al pasillo de su edificio, siempre tenía las estufas prendidas por lo que el espacio era calentito, pero esa había sido una noche particular. Lee estaba escuchando su música a todo volumen por lo que no notaba nada de su alrededor pero en cuanto vio una figura moverse rápidamente delante de él no pudo evitar quitarse los auriculares y seguirla con la mirada.

Era un chico, un chico con un niño en brazos, lo vio porque el ascensor tardo en subir hasta su piso, Minho volvió a mirar de donde habían salido y notó un pequeño zapato en el suelo, rápidamente lo tomo y bajo las escaleras corriendo para alcanzar al chico con el nene en brazos.

-¡Chico! -Minho lo reconoció por el desteñido cabello que había notado hacía unos minutos, el joven se quedó quieto en el lugar-. Se te calló esto..

-Oh gracias... -El rubio respondió susurrando, Lee apenas lo escuchó, se preguntó si su falta de oído era por culpa de escuchar música con auriculares al máximo. En cuanto el joven volteó a tomar lo que el extraño -en este caso Minho- le daba se asustó, su rostro estaba mal, muy mal, sumado a que reconoció las facciones al instante-. Oye ¿Estás bien? ¿Qué le sucedió a tu rostro...?

-No es nada -Jisung retrocedió temeroso en cuando el más alto se le acercó levantando la mano tratando de tocar los moretones. Su hermano menor se quejó-. Tranquilo Ki, ya vamos. Gracias por el zapato, de verdad.

-Han -Minho habló alto y el nombrado no se volteó a observarlo, su mano ya estába en la manija de la puerta-.

-Soy Jisung, no Han -Odiaba ese apellido, lo odiaba con toda su alma, odiaba portar el apellido del hombre que abusaba de el. Lee lo observó irse, Jisung compartía clase de música con el, nunca había notado alguna marca en su rostro, también podría ser porque este siempre andaba con gorras y barbijos que le impedían observar su cara-.

El castaño claro sintió que su corazón se estrujaba, ¿Qué le había sucedido? ¿Por qué tenía esas marcas en su rostro? ¿Quién era el niño pequeño? Lee subió las escaleras y volvió a sentarse fuera de su departamento, se sintió culpable, culpable de no haber hecho nada, culpable de no haberle impuesto más fuerza e invitarlo a pasar a su departamento.
¿Pero qué le podía brindar él? Minho no tenía mucho dinero, su departamento no era bonito y lo máximo que le podía dar era una taza de té sin azúcar, ya que no había más, era una de las cosas que debería comprar esa tarde. Lee se propuso una meta, observar a Jisung y cambiarlo, averiguar ¿Por qué tenía esos moretones? ¿Por qué huía de su hogar a esas horas de la noche? ¿Por qué negaba su apellido? Y sobre todo ¿Por qué tenía tanto miedo?

music room - minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora