Capítulo Uno

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KyungSoo miró a través de la ventana como las nubes flotaban en el cielo, era algo tan relajante que inmediatamente supo que había sido la opción correcta, él ya no era la misma persona de hace dos años, no podía volver a ser ese chico espontaneo que reía mucho y a veces hablaba de más. No podía ser esa persona que hizo hasta lo imposible para conseguir la atención del único chico del que había estado enamorado por meses. No podía ser la persona que aguantaba todo sin decir nada solo por amor.

No podía ser la persona de la que Yifan se enamoró.

Miró hacia abajo a su mano izquierda vacía, pasando el pulgar alrededor del sitio donde debería estar un precioso anillo de oro blanco que su novio le había dado como motivo de su compromiso. Fue tan feliz en ese momento, se sintió como si fuera a ser feliz por el resto de su vida. El felices por siempre que había soñado por tanto tiempo, pero a veces la realidad sobrepasa todo y te das cuenta de que simplemente la vida tiene un plan diferente para ti. Últimamente Yifan y él no habían estado en las mejores situaciones como pareja. Había leído una vez en un libro que a veces las personas cambian, si están con alguien puede ser que la pareja cambie junta, en direcciones opuestas o similares, para bien o para mal.

KyungSoo sintió que ellos estaban empezando a cambiar en direcciones opuestas, querían cosas diferentes de la vida y a pesar de que se amaban como el primer día, ese tipo de cosas pueden agotar una relación. Por eso cuando KyungSoo no pudo soportarlo más puso su anillo sobre el escritorio de Yifan, le dijo que necesitaba tiempo para pensar todo y canceló su boda que estaba prevista para agosto, a solo un mes de la fecha. A KyungSoo le molestó tener que posponer todo ya que se había hecho ilusiones con la boda.

Pero más le había molestado que Yifan no dijo nada ni se molestó en luchar por él.

Solo lo aceptó.

Desde que habían empezado a vivir juntos, pudo notar que la dinámica de su relación había cambiado. Yifan estaba cada vez más ocupado por el trabajo y mientras más dinero ganaba, más lo llenaba de regalos. No es que KyungSoo se quejara, no lo malentiendan, no tiene complejo de Anastasia1, es solo que a más regalos menos atención, tan tonto como eso pueda sonar. KyungSoo lo entendía, Yifan tenía ambiciones y planes, pero él quería ser parte de esos planes, no solo estar al margen de ellos.

A veces añoraba los momentos en los que estaban solo sentados en un sillón, KyungSoo sobre sus piernas y Yifan contándole sobre su día. Ese había sido uno de sus mejores momentos y no lo sabía hasta que ya había pasado.

Mirando una vez más por la ventana se dijo a si mismo que era la decisión correcta, puso lo necesario en una maleta y un bolso, condujo hasta el aeropuerto y compró un boleto para el vuelo que lo llevara lo más lejos posible. En este caso a Grecia.

Estaba en un vuelo de camino a Grecia.

Había usado la tarjeta de crédito que Yifan le había dado, nunca la había utilizado antes, pero esperaba que Yifan estuviera al menos un poco curioso y viera hacia donde iba, donde iba a quedarse y parte de su corazón esperaba que lo siguiera.

Aunque no pondría su dinero ni su fe en ello.

Yifan solía ser una persona muy extrovertida y amena, le gustaba mucho pasar tiempo con él, solo para hablar o reír, estar cerca del otro. Recordaba que las mejores noches de su vida sucedieron en su viejo apartamento, sentados en el balcón viendo la lluvia caer y ambos con tazas de chocolate caliente en sus manos porque ninguno de los dos soportaba el café. Eran recuerdos que traían una sonrisa a su cara y estrujaban su corazón. Era momento de dejar de pensar en ello y seguir adelante, disfrutar de sus vacaciones y ver a donde lo llevaba el viento.

KyungSoo cerró los ojos y disfrutó el resto del viaje.

(...)

Dejó su maleta sobre la cama del hotel en el que se estaba quedando, ya era de noche por lo que no habría mucho que ver, además estaba exhausto. Agradeció el aire acondicionado porque el calor de Atenas no era un juego, en pleno julio la ciudad parecía un horno, aunque es posible que solo no estuviera acostumbrado a ese tipo de clima. La gente estaba bronceada a donde sea que mirara y las gotas de sudor se escurrían entre su ropa. Lo primero que debía hacer era tomar una ducha.

Mi Elyxion | Kaisoo | Summer LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora