Tú Y Yo / Maze Runner / Newt

Capítulo 8

Antes de nada quería dedicar este capítul a AlbayAmanecer ya que mañana es su cumpleaños. Espero que lo disfrutes felices X.

La herida de Newt ya estaba vendada y me acerqué a ver cómo estaba Alby. Le levanté la camiseta y lo que vi me horrorizó, tenía una herida redonda en el lateral, como de una bala, estaba hinchada y roja, a su alrededor la sangre ya se había secado y tenía una especie de tentáculos azules, verdes y morados, como venas. Estos se hacían más largos cada vez.

-Tenemos que hacer algo, vamos Minho, tú coge a Alby que pesa más y yo llevaré a Newt.

Levanté a Newt por el brazo bueno y le ayudé a ponerse de pie. Me dijo que estaba bien, podía andar. Caminamos mientras Minho y yo llevábamos a Alby por ambos lado y Newt, en cabeza nos dictaba el camino seguro.

De repente, escuchamos unos gritos del metal contra el metal. Nos pusimos nerviosos y aligeramos el paso. Estábamos cada vez más cerca de los ruidos. Como si su portador corriera muy rápido.

-Tenemos que escondernos. Minho ayúdame a subir a Alby a esas lianas. Quizá consigamos mimetizarlo.

-No son seguras, igual se cae.

-¡Pero no tenemos otra opción si no queremos ser la cena de esos bichos!

-____ tiene razón-me apoya Newt.- No tenemos otra opción.

-Lo dice el verducho miertero enamorado.

Me acerco a las lianas y compruebo la dureza. Eran sorprendentemente fuertes. Arrastré a Alby por el suelo y le anudé las lianas en las muñecas. Alaridos de laceradores se oían cada vez más cerca.

-Vamos déjale, está muerto, no tiene posibilidades de sobrevivir si nosotros no lo hacemos-Minho corrió y se alejó de nosotros.

Yo no le iba a abandonar a su suerte. Le anudé las muñecas con las lianas y empecé a tirar para subirle, Newt me intentaba a ayudar pero yo le puse de vigilante ya que no me servía de mucha ayuda.

-¡Vienen! ¡Date prisaaa!

-Ya está. Corre.

Corrimos todo lo que nuestras piernas nos lo permitían, llegamos hasta un callejón sin salida y la única posibilidad era saltar.

-A la de tres. 1... 2....

Newt saltó antes de tiempo y yo después. El lacerador vaciló, pero también saltó detrás de nosotros.

Seguimos corriendo, sin mirar atrás. Mis piernas empezaban a fallar pero la adrenalina que mi cuerpo desprendía me daba chutes de energía. Quién me preocupaba era Newt, pero él aguantaba. No sé si realmente estaba bien, o camuflaba todas las debilidades que su herida la provocaba para que yo no me preocupara.

Nuestras piernas empezaban a flaquear y en frente vi una especie de agujero en el suelo. Le dije a Newt que se quedara vigilando mientras yo me acercaba un poco más, al verlo de cerca, pude distinguir el cielo. Como si eso fuera un fallo en el sistema y si te caías acabarías flotando en el infinito cielo.

-Ya vienen-gritó Newt desesperado mientras corría hacia mí.

-Tengo un plan y es el siguiente; nos quedaremos aquí esperando a que lleguen, sin movernos bajo ningun concepto y esperaremos a que caigan por el Precipicio.

Los gritos que producían los laceradores se escuchaban cada vez más cerca, y me ponían la piel de gallina. Una vez les tuvimos cerca corrí para llamar su atención y q vinieran hacia nosotros.

El primero se acercaba a grandes pasos y cayó por el Precipicio, todos igual, hasta el último. Al caer todos, me asomé para verles, eran como gusanos  con miembros de de arañas metálicas. Su boca estaba repleta de dientes y en una pata se apreciaba la aguja con la que picaban a los clarianos.

-Buen trabajo verducha. Lo he visto todo-dijo Minho mientras se acercaba a mí aplaudiendo.

En ese momento Newt se desmayó y cayó al suelo. Me puse nerviosa y no supe qué hacer, gracias a Minho, conseguimos cogerle, él por los brazos y yo por las piernas, a cuestas.

Llegamos al sitio en el que habíamos dejado colgando a Alby de las lianas. Estaba exactamente igual. Ni siquiera había abierto los ojos.

Estaba amaneciendo y Newt había recuperado la consciencia y era capaz de andar sin ayuda. Había perdido mucha sangre, y el trozo de camiseta que había usado como vendas, estaba lleno de sangre seca.

Escuchamos un estruendo, las puertas empezaron a abrirse y corrimos hacia ellas con impaciencia.

Cuando llegamos, todos los clarianos nos estaban esperando. Clint y Jeff se llevaron a Newt y a Alby a la enfermería, pero antes de irse nos dijeron a Minho y a mí que después de curar a los heridos, nos echarían un vistazo.

Gally se acercó a mí a pasos agigantados con una expresión enfadada. En cuanto se colocó a centímetros de mí, me empujó tan fuerte que me tiró al suelo hacia atrás. Todos los clarianos se pusieron alrededor y dos de ellos cogieron a Gally de los brazos.

-Tranquilízate tío.

-¡No!-gritó-. ¿No os dáis cuenta de que ha infringido una norma? Tenemos que desterrarla. ¿Quién sabe qué otras cosas peores puede hacer?

-Gally, ha salvado a Alby-Teresa intenta razonar con Gally, pero es muy difícil ante su estado.

-Si sobrevive.

-No te precipites, además los dos jefes están en enfermería, y que yo sepa nadie te ha nombrado líder a ti-añade Minho. Me reconforta saber que muchos clarianos están dispuestos a dar la cara por mí.

-No podemos dejar que salga airosa después de romper una norma, si no ¿qué pensarán los demás? ¿qué les impedirá no hacer lo mismo?

-Tú lo has dicho, la meteremos esta noche en el Hoyo y mañana tendremos una reunión para decidir qué hacer con ella-propone Minho.

-¿Qué, el Hoyo? No iré a ese sitio.

-Nadie ha pedido tu opinión-y Gally se proclama vencedor en esta discusión.

Me coge el brazo y me lleva en dirreción al Hoyo, es demasiado fuerte y no puedo revelarme.

-Al menos déjame ver cómo están Alby y Newt, y después iré sin rechistar, por favor-mi dulce cara le ha convencido.

Corrí a la enfermería, yo en realidad solo quería ver a Newt, él era el único que me importaba. Al llegar me encontré con Jeff.

-Hey, _____. Alby no puede recibir visitas, pero supongo que tu quieres ver a Newt. Pasa, pero te advierto de que está dormido.

-¿Qué... cómo... cómo sabes que...?

-Bonita, se nota un montón, cómo le miras, cómo hablas de él, cómo te metiste en el laberinto arriesgando tu vida para salvar la suya...

-Por favor, no se lo digas a nadie. No de momento.

-Soy una tumba.

Entré despacio para no despertarle, aunque lo que más deseaba era ver sus ojos preciosos, desprendiendo luz y alegría. Me senté en el lado derecho de la cama y cogí su mano con la mía, coloqué mis dedos alrededor de los suyos y me la acerqué a la boca para darle un suave beso.

-____, ¿eres tú?

-Sí soy yo. ¿Qué tal te encuentras?

-Mucho mejor, gracias a ti. Aún no entiendo por qué entraste en el laberinto, no tenías oportunidad de sobrevivir. Sin embargo, con tu ingenio e inteligencia, nos salvaste.

-Lo hice porque te quiero. Y no podría pensar en vivir en el Claro sin ti. Eres mi luz en la oscuridad. Mi escape en este lugar-entonces le di un beso en los labios, no como los anteriores. Este  era distinto, apasionado, lleno de amor. Lleno de sentimientos.

Y aquí voy a terminar el episodio, que se estaba haciendo un poco largo. Espero que os haya gustado mucho. En especial a mi amiga ElisaGomezAguero que me lo estaba pidiendo mucho.

Nos vemos en el siguiente.

Os quiero😘 y muchas gracias por los votos.

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