10. Amenaza

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Estuvimos hasta las tantas dándonos besos y abrazos. Había añorado tanto eso... Cuando ya nos entró el sueño nos pusimos a dormir.

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Unos rayos de Sol provenientes de la ventana hicieron que despertara. Me entraron ganas de ir al lavabo pero los brazos de Eric rodeándome no me dejaban hacerlo y los quise apartar pero, al hacerlo, me apretó más a él. Giré mi cuerpo para quedar cara a cara.

- Eric...- Dije con un tono de voz un tanto alto pero pareció que no se despertó, así que le di un beso y después dejé suaves caricias en su cara. Al cabo de un rato, salió una risa ronca de entre sus labios. - ¿Estabas despierto?

- Desde que giraste para mirarme, cariño- Una sonrisa tonta estaba en su cara y seguro que la mía era aún peor.

- Eres tonto. Yo que quería ir al lavabo y tú haciéndote el dormido- Quise apartar sus manos, pero no me dejó de nuevo. - Eric... Tengo que ir.

- No, quédate un ratito más, luego vas.

- Es sólo un momento...- Planté un sonoro beso en su mejilla.

- Está bien, pero no tardes demasiado- Negué con la cabeza y fui volando al lavabo.

Al salir, Eric seguía en la misma posición. Me acerqué y me volví a tumbar.

- ¿Te duele mucho?

- No, tranquila.

- ¿Y cuándo se te van a curar?

- Mañana tengo que empezar a ponerme una crema en las heridas. Y bueno... Había pensado que quizá tú podrías ayudarme, Júlia.

- Pues claro que sí, yo te la pondré- Esta vez fue él el que se acercó a darme un beso. - Creo que debería irme. Tengo que cambiarme, ducharme y quizá traerme algo de ropa.

- Puedes ducharte aquí, puedes lavar la ropa ahora- Negué con la cabeza. - No te vayas...- Me abrazó por la cintura para que no me fuera. Realmente no quería separarse de mí ni un segundo.

- Eric, volveré muy pronto.

- Te acompaño entonces- Reí. Si que era cabezota.

- Llamaré a Jorge para que te haga compañía. Que eres capaz de moverte de la cama cuando no haya nadie.

- Vale Júlia, te estaré esperando justo aquí- Asentí sonriendo, era tan dulce....

Le envié un mensaje a Jorge para que viniera, y cuando llegó, me despedí de ellos y fui de nuevo a mi casa.

En 10 minutos había llegado, y cuando subí a mi habitación me encontré una nota pegada por fuera de la ventana que me dejó blanca: "Eres su jod*do punto débil, y sólo por eso ten mucho cuidado, cariño". La piel se me puso de gallina y por primera vez en mi vida sentí pánico, me sentí desprotegida, indefensa. Cogí toda la ropa que pude en la maleta y también la hoja. Me subí esta vez a mi coche y fui de nuevo volando a casa de Eric.

Piqué a la puerta y Jorge, al verme, supo que algo iba mal. No dije nada y subimos los dos a la habitación de Eric. Al mirarme, hizo una mueca y se levantó de la cama a pesar de su dolor de espalda y vino corriendo a abrazarme. No sabía lo que pasaba, pero me conocía demasiado bien. Me aferré fuerte a él y empecé a llorar por fin. Demasiada tensión acumulada, tenía muchísimo miedo. Esa amenaza podía ser una broma, podía, pero para nada lo parecía.

- ¿Qué pasa cariño?- Sin decir nada le di la hoja y la leyó atentamente. Después la volvió a leer y así un par de veces, después se la pasó a Jorge y él hizo lo mismo, al acabar los dos se miraron.

- Eric, algo no va bien- Susurró Jorge pero pude escucharle. Me senté en una esquina y abracé mis piernas. Seguidamente, Eric se sentó con una mueca de dolor a mi lado, acariciando mis brazos y piernas.

- Tranquila mi amor, estando a mi lado nada te va a pasar.

- ¿Por qué yo? ¿Por qué esto? ¿Por qué? No lo entiendo- Me costaba hablar y respirar a causa de los nervios, el miedo y el llanto.

- No lo sé cariño. Lo único que podía ser es lo de Mike y ya está muerto.

- Tengo mucho miedo- De nuevo estallé en llanto. Esta situación me superaba.

- Shh... Ven- Puse mi cabeza en su pecho y la rodeó con sus brazos. - Nada te va a pasar estando a mi lado Júlia, no tengas miedo.

- No puedo evitarlo- Seguía llorando.

- Jod*r, todo es por mi p*ta culpa. Si te hubiese dejado tranquila ahora no estarías en esta situación. Jod*r...

- Tranquilo Eric, ya no se puede hacer nada.

- ¿Es que sabes por qué van a por ti y no a por mí?- Negué levemente.

- Porqué sea quien sea sabe que me hace más daño que te toquen a ti que a mí mismo. Saben que si te pasa algo, me hundo. Y eso es lo que quieren.- No dije nada, no me apetecía hablar. Justo en ese momento tocaron al timbre.

- Voy yo- Dijo Jorge para ir hacia la puerta. Abrió y no se escuchó ni una palabra, Eric y yo nos miramos. Después se escuchó la puerta y unos pasos se oían hasta que Jorge apareció blanco por la puerta con una hoja en la mano. Nos la dio y se sentó en la cama. Esta era más larga.

"Jod*ste a mi padre, que era a la persona que yo más quería y ahora joderé a la persona que más quieres. Le arruinaste y debía tanto dinero a un hombre que le mató. Pero si te creías que esto iba a quedar así estabas muy equivocado. Cuando menos te lo esperes apareceré y... La haré desaparecer. Arruinaré tu vida tanto como tú arruinaste la mía, y no podrás hacer nada para remediarlo. Esté donde esté la encontraré, no podrás esconderla."

Al leer eso quería desaparecer del mapa, quería irme con mi madre a Francia de nuevo. Pero eso sería ponerle en peligro también, y no lo permitiría.

- Júlia... Sé quien es.

- ¿Quién?

- Harry, el hijo de Mike.

- Va a matarme...

- No Júlia, no voy a permitir que te hagan daño. Nunca.

- Lo va a hacer... Si es como Mike... Me va a matar- No podía dejar de llorar. Nunca había sentido esta angustia e impotencia de no poder hacer nada para remediarlo.

Continuará...

¡Hola! ¿Qué tal? Empieza una parte un tanto... Movidita. ¿Qué pasará con la pobre de Júlia?

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