Veintitres, final;

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Edd había invitado a Tom y a Tord a su casa a jugar un rato. Cuando nuestro querido protagonista fue a buscar un vaso con agua, se encontró al de rojo hecho bolita, y podía escuchar algunos sollozos.

Se acercó lentamente hacia él. Claro, leía cosas raras, lo había traumado, pero debería sentirse muy mal para estar así.

- Tord, ¿está todo bien? — preguntó el de cuencas vacías.

- ...

El noruego no respondía.

- Puedes decírmelo, no te preocupes.

- ...

-...

- Ringo destruyó mi hentai. — respondió Tord, levantando la cabeza.

Luego de unos terribles flashbacks, el británico se marchó de la habitación.

- Adoro a ese gato.

Pues, me dí cuenta de que ya no se me ocurría más para esta historia, y por eso dejé de actualizar. Así que decidí terminarla.

Pero de todos modos, quiero agradecerles a todos ustedes, quienes me apoyaron para continuar esta historia y hacerlos reír.

Gracias ♡

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