Aún hay tiempo

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Bueno chicos, sé que hace mucho no me paso por acá, perdonen. Pero vengo con un nuevo one-shot, ahora del fandom de Naruto.

Este one-shot participa #RetoLiterarioYArtistico del Grupo: Shhh... SasuNaru Narusasu

Mis palabras fueron: Academia, compulsivo y irascible. Espero que les guste.

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Desde que tengo memoria, mis padres siempre han estado orgullosos de lo que hace Itachi, sé que es el mayor de nosotros, es muy inteligente y agradable. Es el mejor de los hermanos. Pero aún así, no puedo evitar sentir celos. Pareciera que Itachi es el único hijo de esta familia, que yo solo soy un extraño viviendo en el mismo hogar.

Todo lo que hice, todo ese esfuerzo no contaba. Aprendi a caminar, hablar, escribir, leer y todas esas cosas antes que los de mi generación. Desde prescolar recibí felicitaciones de mis profesores, nunca fui un niño problema, así que era el modelo perfecto de lo que debería ser un infante. Aún así mi familia –en especial mi padre– no me creía lo suficiente como para merecer una felicitación de algo que Itachi hizo antes y mejor.

Pasaron los años y con los mismo mi deseo de sentir orgulloso a mi padre, estudié lo doble que los de mi grado, practique deporte hasta el cansancio, aún sí mi cuerpo no lo hacía ver estéticamente. Nada de lo que hacía funcionaba, comencé a tenerle rencor a mi hermano, a pesar de que siempre me apoyó. No era nadie para causar lastima, podía hacer lo que se me viniera en gana y siempre lo haría mejor que lo demás.

Pase a la academia con la mejor nota, no era para menos. Algunos de mis compañeros de los años anteriores estuvieron en el mismo grupo que yo, –aunque prefiero tomarlos en cuenta como conocidos– nunca llegue a crear una amistad con ninguno de ellos, de nada servía si sólo iban a retrasarme en mis estudios y metas. Sólo eran tres años más y pasaría a la universidad. Ya tenía mi vida planeada, estudiaría la carrera de médico cirujano, terminaría la especialidad de neurocirugía y trabajaría en uno de los hospitales más reconocidos de Tokio. Sólo debo pasar la academia con la mejor calificación (como he estado haciendo hasta ahora) y recibiré la carta de aceptación a la universidad que elija.

Ya había pasado una semana de haber entrado a la academia, y ya me estaba saturando de información, aunque no es nada del otro mundo. Ese día en particular conocí a la persona más molesta y entrometida del mundo, Naruto Uzumaki. Para ser su primer día llegó haciendo un escándalo en el salón, hasta los del aula vecina salieron a para ver lo qué pasaba. Sólo pedí a cualquier ser supremo de este universo que no estuviera conmigo los tres años. Lastimosamente –creo que me odian– no sólo estuvo en mi salón toda la academia, sino que también estaba encaprichado en ser mi amigo, como si alguien necesitara de su compañía. Comenzó a competir de todo conmigo; en los estudios, deportes, hasta ver quién bebía más rápido agua de botellas que compraba. Sin darme cuenta, lo deje entrar a mi vida; pasamos algunos días en biblioteca estudiando para los exámenes, los trabajos en equipo siempre los hicimos juntos; algunas veces en las horas libres comimos el almuerzo en compañía (claro que cuando él no estaba con su grupo de amigos).

Así pasaron los años, terminamos la academia juntos; claro que yo con el mejor promedio, y él... Bueno, lo que importa es que la termino. Para mala suerte, –o buena– terminamos juntos de nuevo en la universidad. Naruto a final de cuentas se decidió por estudiar medicina. Nos tocó de nuevo en el mismo grupo. Debo de admitir que me sorprendió, ya que generalmente a los mejores promedios se les da un grupo en la mañana, pero muchos comentaron que eso era discriminatorio para los demás, así que dieron los grupos al azar.

Nuestro primer día y la materia que nos tocaba era salud mental, Naruto se la pasó quejándose todo el camino de que a esa materia no le hallaba la gracia.

Aún hay tiempoWhere stories live. Discover now