Capitulo 7: RECUERDOS

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—¡RINNG! —suena la alarma que da comienzo al recreo. El patio deportivo se vuelve a llenar como cada jueves para ver como juega Jerson y sus amigos el futbol, contra otros alumnos. Mientras que están todos en el recreo, Alicia le estaba mostrando unas fotos familiares a cuatro amigos.

De pronto entra Diego al salón. Una vez más, fue excluido de jugar futbol por sus compañeros; regresa a su salón para terminar de comerse su hamburguesa. Cuando ve que hay un pequeño grupo en la carpeta del costado, conversando entre risas y carcajadas, se asoma para curiosear lo que hacían. Alicia les estaba mostrando una foto de cuando era bebé, pasa la página y una foto con unos amigos en su fiesta de cumpleaños, llama su atención. En la imagen aparece abrazada con dos personas; una a cada lado.

—La chica a mi izquierda se llama Jesica, es una amiga del vecindario. El que está a mi derecha es mi hermanito. —les menciona.

De repente una gran sensación de vacío se volvió a originar al interior de Diego, se quedó frio como tempano de hielo. Era una sensación como la de aquella vez; la vez en la que... atropelló a alguien accidentalmente. No cabía dudas, era él. Se trataba del mismo muchacho. Aquel a quien atropelló y mató con el auto de su padre meses atrás. Era el hermano menor de Alicia.

—Se llamaba Fredy. Talvez si yo hubiera... —y antes que ella terminara la frase, su voz se quebró, como si de repente quisiera llorar— ...si hubiera sido una mejor hermana, él aún seguiría con nosotros. —sus amigos trataron de darle palabras de ánimo.

Diego se retiró sin decir nada, y pensó: "Aquella noche, en la playa. Ella lloraba por su hermano. Soy el causante de la muerte de su hermano. ¿Cómo podré verla a los ojos otra vez?" En ese momento se estuvo siento tan indigno, tan miserable. Desde entonces, no volvió a cruzar palabra con ella.

Siempre trataba de evitar contacto visual con ella. Cada vez que la veía, las imágenes del accidente se reproducían una y otra vez en su mente, como una película de terror. Las horas en clase se volvían eternas. Diego ansiaba la hora en que llegaran las vacaciones para ya no tener que toparse con la hermana de Fredy.

Así pues, las horas se convirtieron en días, los días en semanas, las semanas en meses. Hasta que por fin se terminaron las clases. Todos se preparaban para la fiesta de promoción, en la cual se despedirían para siempre de su etapa escolar.

OJOS DE UNA NOCHE AMARILLAWhere stories live. Discover now