—Te lo dije Ri-An, ¡No podíamos dejarla irse de casa! —exclamó mi padre y luego me señaló—. ¡Mírala! ¡Está hecha un desastre y sigue viendo a esos vagos!
Me encogí en el sofá, ocultando mi ojeroso rostro tras las palmas de mis manos. No podía creer que So-Hyun le dijera a mis padres que me había encontrado un poco drogada.
Mi situación era incierta, debía soportar todo el drama que venía luego de ser descubierta, y lo que me daba más rabia era que sólo había fumado un poco, y era la primera vez desde que estuve con Namjoon, Hoseok y Sooji.
—Cariño, ¿crees que sea bueno que regrese a ese lugar? —sugirió mi madre con la voz temblorosa.
A ellos les dolía mucho más que a mi lo que estaba pasando.
Y maldita sea, eso me estaba rayando un montón.
—Papá —llamé—, mamá —la expresión que ambos me dedicaron me hizo sentir como la mierda. Sus ojos estaban rebosantes en angustia, preocupación, decepción...
—¿Qué tienes para decir, Ji-An?
—Lo siento mucho —dije apresurada, inclinando la cabeza en señal de vergüenza—. Sé que me equivoqué y estuvo mal, pero les prometo que no tiene que ver nada con mis amigos... verán: tengo... tenía novio, y hace unos días me dejó, estaba muy estresada y la universidad y el trabajo me tenían agobiada.
Mi padre me miró algo escéptico, y mi madre se aproximó a mi posición con ese gesto de preocupación permanente en su rostro.
—Sé que fue estúpido querer salir de los problemas así... pero fue un poco y sólo ese día que So-Hyun me vio. Les juro que no había probado nada en mucho tiempo, y tampoco lo he vuelto a hacer.
Mi padre soltó un bufido y se cruzó de brazos.
—Siempre dices lo mismo Han Ji-An, ya no te creo nada.
—No, ¡De verdad! —insistí, pese a que lo que les había dicho en su mayoría eran falacias—. Discúlpenme por favor, lo siento tanto... sé que no debí hacerlo, es algo nuevo para mi, nunca antes me había importado tanto alguien y que me dejara me cayó muy mal.
Mi madre acarició mi espalda, más no me reconfortó, me angustió mucho el saber que les habían calado mis mentiras, que mi falso remordimiento les había resultado real. Sus ojos estaban nublados y su voz quebrada.
—Ji-An, la próxima vez que te sientas abrumada no lo hagas por favor, habla conmigo o con tu padre, con tus amigos, ¡pero habla! No trates de lidiar con tus problemas sola, puede que no sean muy grandes, pero créeme que sé que pueden sentirse como lo peor.
Permanecí en silencio, genuinamente avergonzada. Había algo en mi, algo que había cambiado pues por primera vez sentía remordimiento de haber usado drogas. Nunca antes, ni con el llanto de mi madre y los gritos de mi padre lo encontré como algo malo.
Y en ese momento, sí.
—So-Hyun nos comentó de ese chico con el que salías... Park Ji-Min, y de su amigo Tae-Hyung —pronunció mi madre—, los conocimos por casualidad.
Mi boca se abrió en pasmo.
¿Que hicieron qué?
—Parecen buenos muchachos, y tú también pareces haber cambiado Ji-An, pero me temo que tendrás que regresar a casa, no podemos dejarte y que hagas lo que quieras —espetó mi padre—. Sabía que el que te mudaras tan pronto no era buena idea.
Resoplé, sin embargo no repliqué. Ellos estaban pensando en caliente, y si decía algo una discusión era segura. Si me mantenía en silencio,ellos eventualmente se tranquilizarían y olvidarían la estúpida idea de que volviera a casa.
× × ×
—¿No le acabas de prometer a tus padres que no volverías a hacerlo?
Esa voz ronca y aletargada no me sorprendió, alcé mi mirada para encontrarlo vistiendo las prendas de Ji-Min que habían por ahí.
—¿No ves que es tabaco? Gato idiota...
Le enseñé el tubito de nicotina y él formó una expresión apática que me provocaba desaparecer de una patada.
—De todas formas —dijo, paseando su cuerpo hasta la ventana que daba a la calle y se quedó unos instantes anonadado con lo que sucedía afuera—, no querrás que Jiminie te vea fumando cuando llegue.
Quise dejar caer mi mandíbula al suelo pero antes de hacerlo, se escuchó el odioso timbre del departamento y cuando busqué al peliblanco ya había desaparecido.
—Han Ji-An, ¿puedes abrirme la puerta? No tengo todo el día para esperarte y necesito hablar contigo.
No podía ser cierto.
Park Ji-Min no podía volver justo en ese momento.
× × ×
hola :$ sé que nunca he dicho algo, pero quiero aprovechar este espacio para agradecer mucho a quienes han pasado por esta disparatada historia, votado y agregado a sus listas de lectura. De verdad, se me hace feliz muy fácil.
por otro lado, ayer y hoy en todo el día no dejé de escuchar answer y decir que me encantó sería poco, así que justo de eso vino mi inspiración para actualizar, añado que Jimin y Taehyung me wreckearon un montón en el mv de idol y que me fascinó seesaw y a la vez me dejó muy triste wtf.
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grumpy suga ; myg ✓
Diversosuna historia corta y sosa sobre una chica que odia los animales y un gato antipático llamado suga.