Cuarto acto

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Daniel esperaba recargado en la estación con las manos en los bolsillos de su chaqueta deportiva, miró la hora en su reloj digital, todavía faltaban cinco minutos.

Se enderezó y caminó de un lado a otro, nervioso sin saber por qué.

Ong Seongwu llamó su atención con un suave toque en su espalda.

—Hola, ¿esperaste mucho?

Daniel se giró hacia él sonriendo ampliamente.

—Acabo de llegar —dijo.

Seongwu le sonrió de vuelta y ambos caminaron en silencio hacia la casa de Kang, que estaba a un par de cuadras de la estación del metro.

—Es un bonito vecindario —comentó Ong mirando alrededor mientras caminaban por una calle estrecha llena de casas enormes con apariencia antigua.

—Es viejo, nuestra casa es herencia de la abuela, pero es agradable y tranquilo, la mayoría de los vecinos son gente mayor.

Al final de la calle cerrada Daniel se adelantó y abrió la verja de hierro forjado que chirrió con un sonido un poco escalofriante, Seongwu lo siguió a través del jardín por un camino empedrado, Daniel sacó sus llaves y abrió la puerta, entró quitándose los zapatos deportivos y dejándolos regados en la entrada.


—Pasa —le dijo a Ong.

—¿Tus padres no están en casa? —preguntó Seongwu mientras se quitaba también los zapatos y los dejaba ordenadamente en un lado de la puerta, ordenando de paso los de Daniel.

—Mamá está trabajando —respondió Kang— y mi padre no vive con nosotros.

—Ya veo...

—¿Quieres algo de beber? Tenemos jugo de manzana y naranja, ¿cuál prefieres?

—Cualquiera está bien —dijo Seongwu sentándose algo incómodo en uno de los sofás.

Daniel se encogió de hombros y desapareció en la cocina, volvió luego de un minuto con dos vasos de jugo y una bolsa de frituras.

—Puse mitad y mitad —Daniel le pasó un vaso y Seongwu lo tomó inspeccionando la bebida con una mueca de asco—. Estoy bromeando —sonrió Kang—, es sólo jugo de manzana.

Ong asintió y le dio un sorbo, luego sacó el pesado libro de cálculo y su cuaderno lleno de notas ordenadas.

—Que gracioso. Deberíamos empezar a estudiar.

Daniel sacó su propio libro y su libreta de apuntes, que estaba casi en blanco a comparación de la de Ong.

Seongwu tenía la misma clase con la mima profesora en otro grupo, tendrían que rendir el examen el mismo día a sus horas correspondientes, Seongwu parecía confiado con sus conocimientos y esa confianza fue transmitida a Daniel también.

No es que Daniel fuera estúpido o no supiera como leer o algo, simplemente encontraba más fácil entender algo cuando alguien lo leía por él que cuando lo leía el mismo, así que los teoremas parecían cobrar sentido cuando Seongwu se los decía, no tenía ni si quiera que leerlo del libro, los sabía todos y todas las fórmulas de memoria.

—Entonces, ¿para esta ecuación también usamos la vaca*? —preguntóOng. 

—Pero si tú me lo acabas de explicar —Daniel rió—, se utiliza esta fórmula para la integración por partes.

—Ah... es cierto.

Seongwu sonrió apenado, que supiera las fórmulas de memoria no quería decir que supiera cuando y cómo utilizarlas.

Romeong & Daliet [Wanna One] 《OngNiel》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora