Nieve...
Copos blancos descendían tranquilamente por la ciudad, cubriendo todo a su alrededor, incluso a sí mismo con un manto blanco. Sin embargo, no sentía frío. Era consciente de que su piel era helada, pero tenía un corazón que no latía, era lógico que tampoco era capaz de sentir los cambios en el ambiente.
Pero eso tampoco era importante.
Frente a él, se encontraban aquellos ojos avellana de nuevo, aquellos que con una mirada astuta le seguían en cada sueño. Con todos esos acontecimientos pasados le era difícil saber lo que era verdad y lo que era un sueño.
"El tiempo se agota".
Curiosamente, al despertar recordó aquel sueño. El rostro de KyuHyun, tan pacífico y pálido, tan lleno de paz, y en un momento, de repente, deseó estar con él.
Se levantó de la cama, fuera el clima no era tan diferente al de su sueño. El cielo permanecía nublado y, al contrario de lo que sucedía en su subconsciente, en ese momento sí era capaz de sentir el frío calar sus mejillas y nariz.
No supo lo que había sucedido después de haberse desmayado cuando tuvo un encuentro con aquellos seres, incluso había despertado en su cama días antes sin encontrar explicación alguna más que, otro sueño más.
Un demonio, ¿quién lo diría?
Se permitió reír divertido mientras se alistaba para otro día más en la escuela, sin embargo tenía aquella sensación en su pecho, esa sensación inquietante que no le abandonaba en ningún instante. De alguna manera inconscientemente había entrelazado los sucesos de su realidad con la falsa. La desaparición de KyuHyun, los sueños, los seres que le habían perseguido, y sin embargo no había un por qué, no había una respuesta. Si era un demonio, ¿qué querían de él?
La respuesta no llegó ni aunque el día entero se acabó, los meses pasaron, se había vuelto solitario, no había amistades, no había pretendientes, no había nada más que un rendimiento académico y una sensación de vacío que no había logrado llenar en todo ese tiempo.
Pero sorpresivamente, un día lo vio.
Estaba ahí, sentado, en la clase que iba a tomar. Su corazón volvió a latir con fuerza como había hecho hace años atrás. La sonrisa de suficiencia volvió, pero con ello también supo que nada parecía ser como antes, y que nunca lo sería.
"Avanzó por el largo pasillo, el color negro abundaba, flama de color verde dibujaba un círculo alrededor de aquel verdugo. Aquel que en su momento fue su superior y que en ese momento no era nadie importante gracias a él, sin embargo estaba ahí, listo para hacerle pagar su castigo. Uno al que había accedido de buena gana. Todo sea por él, su ángel."
Un temblor le invadió por todo el cuerpo, logró admirar un atisbo de preocupación en el castaño que se mordió el labio inferior, dudoso. Y sin embargo no se movía, no le ayudaba.
Pero seguía vivo, y él también. Por eso sabía que su tiempo no estaba acabado.
"Yacía destrozado, con la espalda llena de heridas, débil y sin embargo la sonrisa en su rostro permanecía. Probablemente iba a morir, pero moriría feliz por haber encontrado a aquel joven que con poco le fue enamorando, que los fue llevando a un amor prohibido como el suyo.
―Morir es una buena opción, ¿cierto?
Asintió sin dudarlo, cualquier cosa era mejor que estar sin su ángel.
―Pero eso es demasiado bueno. Por ende, obtendrás otro castigo.
Cerró los ojos, resignado. Ellos no eran tan buenos, después de todo. Eran demonios. Durante el tiempo en el que estuvo sirviendo, se encargó de hacer sufrir sin piedad a varios, a castigar, a tentar y condenar. Y nunca, nunca se imaginó estar ahí hasta que él, le avisó que fueron descubiertos. Hasta ese momento experimentó el miedo, y aún así, con valentía, se dispuso a aceptar su humillación.
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En busca del amor.
Fanfiction¿Cómo es posible que lo que más odie en el mundo termine siendo lo que más me guste? Verán, seguramente en sus cabezas se preguntarán sobre qué diablos estoy hablando, y no creo que estén aquí para escucharme hablar sobre cosas sin sentido, aunque b...