Capítulo 1: Las historias del páramo

9 1 0
                                    



Han pasado tres meses terrestres, desde que cinco guerreros, fueron obligados a pelear una guerra que no los incumbía, y que se había originado hace ya muchos años.

En el año terrestre 1959 un grupo de siete brujos, que practicaban magia negra, sellaron un pacto, ellos se volverían a encontrar después de la muerte en un nuevo universo, un nuevo mundo que muchos siglos más tarde se convertiría en el mundo mágico. Los siete hechiceros empezaron a gobernar dicho mundo y a traer gente a él, pero la codicia y el poder les jugaron en contra, pues empezaron a asesinarse entre sí por el poder, como una pelea de gallos. El combate terminaría cuando solo hubiera un superviviente, cuando terminen de matarse entre sí.

Pero eso no fue lo que pasó; dos de los hechiceros hicieron una alianza para acabar con el tercer hechicero, comenzando con su muerte una nueva organización mundial. La legítima reina del mundo mágico Carol I mató a sangre fría a Titus, siendo la última hechicera de la tierra mágica quedándose con el poder de todo.

Los fieles seguidores de Titus, se establecieron alrededor del reino mágico para atacar con arcos y flechas. Pero como la gente de Carol tenía armas, los Titanos no tuvieron más que cesar alte el inminente ataque. Pero Titus, resurgió de las cenizas y lanzó un hechizo encerrando a la gente de Carol en sus propias tierras. Cuyo límite, cuya frontera, fue denominada como; El páramo.

Así es como hoy, 144 años después, el mundo mágico logró alcanzar su población máxima, y también su esclavitud. En el año 3, en el mundo mágico comenzó la recluta de gente muerta, que constaba en marcar a las personas para que el día de su muerte, sus almas suban al mundo mágico para así aumentar su población, y como consecuencia su producción y expansión. Actualmente, se siguen reclutando gente muerta, así es como nuestros héroes llegaron aquí, fueron parte de una de las tantas reclutas de muertos.

La primera impresión de los guerreros, fue que habían llegado al cielo, pero no fue así, habían bajado al infierno. Los primeros días fueron los más duros, tuvieron que acostumbrarse al azul violáceo del cielo para que pudieran sacarlos a la superficie, el trato fue implacable, pero no éran parte de algo bueno, eran prisioneros.

Gaia, la guerrera más valiente, no sabe donde están la mayoría de sus amigos, seguramente están cazando como salvajes, o como ella y Roma, quienes fueron designadas a la sección huerta. Hueco en la tierra, coloca el plantín, rellena, rega. A Gaia le alegra saber que Miles está bien, lo ha visto un par de veces al acercarse a la reja que separa su grupo de los demás entrenando en la guardia, no puede entender como no han escapado aún de este lugar, hubiera preferido arder en el infierno. Ah, claro... ya estaba en él. Pensaba mientras divisaba a lo lejos un pequeño disturbio a lo lejos.

-Quizás no tienen cómo. Dijo Roma repentinamente, Pelirroja, de tez pálida, que iba siempre con una cola de caballo. Una de las cinco mejores amigas con las que Gaia fue reclutada.

-¿A qué te refieres?. Le preguntó Gaia confundida a su repentino delirio. –El otro día me preguntaste cómo es que podían aguantar sin huir, quizás no tienen como- contestó Roma mientras ambas mirában a través de la reja.

-Roma por favor, la puerta está abierta de par en par, no hay nadie que lo esté vigilando, ¿porqué no huyen?- exclamó Gaia sin darse cuenta. –Calla Gaia, nos van a oír, nos cortarán el cuello y nos tirarán a los caballos- dijo Roma susurrando.

Un silencio total invadió el lugar hasta que uno de los jefes del recinto las agarró fuertemente del cuello y las arrojó al barro. –Les he dicho miles de veces que ustedes no pueden estar al lado de la cerca, su tarea aquí es trabajar, no hacer el tonto- Dijo muy enojado, sacándole la vaina a su espada.

-Espera- dijo Badeline, una de sus compañeras reclutas. De piel oscura, y un pelo lacio de color negro que le llegaba hasta la cintura. –Yo me

encargaré de ellas, van a trabajar y se comportarán bien, lo prometo-. Quien
fue arrojada al piso por una patada del guardia que le colocó la espada al cuello, -Si lo vuelven a hacer, será tu sangre la que corra- y se fue justo por donde vino.

-¿Estás bien?- preguntó Gaia a Bad mientras la ayudaba a que se levante, quien asintió con la cabeza. –Debiste haber dejado que las ejecuten- dijo

una recluta, quien las miró por dos segundos y siguió con su trabajo. –Y ellos deberían usar su magia y no a nosotros para hacer estas cosas- le contestó Roma mirándola directo a los ojos.

-Ah, y Gaia- dijo Bad llamando su atención. –Quizás tu amigo Miles no tiene a donde huir- le dijo y se fue a trabajar. Gaia había preguntado a casi todo el campamento lo mismo. ¿Porqué no huían?.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------

SI TE GUSTÓ EL PRIMER CAPÍTULO Y QUIERES QUE SIGA SUBIENDO LA NOVELA, DÍMELO EN LOS COMENTARIOS Y ASÍ SABRÉ QUE NO LO HARÉ EN VANO.

UN SALUDO, -EL PARAMEÑO

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 16, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El páramoWhere stories live. Discover now