Una vida entre perfectos.

70 2 2
                                    

Ser el centro de la atención no me quita el sueño, odio las miradas, esas miradas que pareciera que te desnudan en tan solo unos segundos, quieren saber todo de ti, de donde vienes, que haces y porque estas hay, como si su vida dependiera de ello, quieren parecer perfectos mirándote como si tu fueras menos que ellos, quieren pretender ser lo que no son, ni nunca serán solo para encajar en una sociedad donde todo es criticado y cualquier error te cuesta toda tu reputación.

"¿Quienes son ellos para juzgarme?"  Me pregunto todos los días, pero la verdad es que sin darme cuenta yo soy el responsable "¿porque?" se preguntaran todos. La verdad es que si tu pasas toda tu vida tratando ser como ellos, tratando de ser perfecto, sin problemas y juzgando a todos, te conviertes en la misma clase de personas que ellos y bueno... eso me paso a mi.

Intentar encajar en la sociedad es difícil, mas cuando tu eres el rey de los defectos, es que si, tengo todos los defectos que alguien puede tener, diría que de mi nacieron los defectos de los demás. Cuando solo tenia seis años de vida, mi vida empezó a caer por un barranco sin fin ustedes dirán "por dios, ¿que clases de problemas puedes tener a los seis años?, esa es la edad para disfrutar tu infancia"  Pero para mi fue todo lo contrario, nunca culmine mi infancia, ella se quede en el tiempo. 

Ya era temporada escolar y mi primer día en quinto grado iba a empezar, era un nuevo año escolar y era una nueva escuela, la escuela quedaba cerca de donde yo vivía, a solo unos pocos paso de mi casa, mi turno era en la tarde. Había sol, pues estábamos a medio día, camine hasta la entrada de la escuela y entre como todo niño nuevo, tímido y con la mirada hacia abajo.

La campana sonó y todo se agruparon por grado y sección, mi sección era la C. Me agrupe con los demás y me coloque de ultimo, tratando de no mirar a nadie, ni siquiera de tocarlos, solo quería que este día terminara rápido. Entramos al salón de clase y me senté en el ultimo asiento que había atrás, delante de mi había una chica, su pelo era negro, era un poco mas baja que yo, no la había visto bien la cara pero aparentaba ser muy hermosa.

Habían pasado media hora desde que el profesor se había presentado y había comenzado a escribir en el pizarron, yo solo miraba mi cuaderno y sonaba mi lápiz poco a poco con la mesa, después de todo aquí nadie estaba hablando, ni gritando, solo miraban atentos y copiaban todo lo que el profesor copiaba, la chica que estaba delante de mi volteo a verme y a pedirme un creyon para pintar, quede sin habla, ella era sumamente hermosa, su piel era blanca y linda, su cabello negro brillaba con la luz del sol y su voz era dulce y cálida.

Había olvidado que era sentir eso, sentir algo extraño, algo que me decía "Te gusta, lo sabes" pero todo era claro, era imposible que ella se fijara en mi, era algo sumamente imposible, un chica tan linda y tan popular no se iba a fijar en el chico raro, nuevo y solo de su salon, no tenia oportunidad con ella y creo que con ninguna de las chicas de mi salon, aunque si hablamos sinceramente solo ella me atraia, nadie mas, era como si ese gusto solo fuera para ella y nadie mas.

Me la chica me devolvio el creyon con las gracias y con una linda sonrisa, despues de que ella se diera la vuelta y comenzara a copiar en su cuaderno me incline un poco para ver si podia leer su nombre y si, lo logre, su nombre era "Valentina Changarotti" su apellido era un poco raro, pero lo raro me gusta, despues de sonreir un poco, enfoque mi vista en el cuaderno y me enfoque en copiar, pero la cara de esa chica no se borraba de mi mente.

Una vida entre perfectos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora