Capítulo 21:

489 29 1
                                    

Lily:

Me despido de todos y prometo venir pronto. Estos días han sido de desconexión total, ahora no sé qué hacer, si ir o no al juicio. No quiero que me reconozca, pero sí quiero que se pudra.

Me pongo los cascos y doy al play a la música. Pienso también en ver a Alex. Estuvo con sus padres, vaya copiota. La verdad es que si seguimos, me gustaría presentarselo a mis padres.

Tras un par de horas, bajo del bus. Para mi suerte Alex me está esperando. Nos fundimos en un cálido beso y nos montamos en el coche.

Alex:Te he echado de menos.

Yo:Y yo a ti, por muy pocos días que hayan sido.

Alex: Esque no puedo estar sin ti...imagina cuando llevemos más tiempo.

Yo:Siempre estaremos juntos.-doy un beso a su mano y la pongo en el volante.

Llegamos a casa y dejamos las maletas en la habitación. La deshago, pues no me gusta nada que la ropa se arruege. Seguidamente me doy una ducha para relajar mis músculos. Cuando salgo Álex está con una carta en la mano y la lee muy serio.

Yo:Ey,¿pasa algo?-digo sentandome a su lado.

Alex: Oh, nada. Van a hacer una fiesta en Oncología y estamos todos invitados.

Yo:Eso suena estupendo, los niños se olvidarán de sus problemas por unos minutos.

Alex:¿Me acompañarás?

Yo:Sabes lo que te he dicho, siempre juntos.

Seguidamente nos besamos. Debe ser duro trabajar en un hospital por ver las malas situaciones de las personas, pero reconfortable el saber que le ayudas y muchas veces que le salvas la vida.

Poco a poco Alex me desabrocha el alborboz. Hace días que no tenemos nada y es algo que creo que ambos hemos echafo en falta. En cuestión de segundos mi ropa de baño cae al suelo.

Dr.Alex:

Beso lentamente su clavícula y mis fosas nasales son inundadas por su olor corporal de crema. Mi preciosa mujer, eres una diosa.

Nos tumbamos en la cama y nos sobra tiempo para que yo,al igual que ella, acabe completamente desnudo. Ella mira mi contorneado cuerpo, he hecho más gimnasia desde que no la veo y eso se nota. Su mirada baja hasta mi miembro, poco después lo introduce en ella.

Nos fundimos en placer, amor, ganas. Ella gime al compás de mis embestidas y mi respiración va más rápida. Elisabeth se mueve colocándose arriba y dejándome ver sus pechos que se tambalean con nuestros movimientos. Se los toco, le vuelve loca. Ella echa la cabeza hacia atrás y llegamos al climax juntos, echando mi líquido dentro.

Se tumba a mi lado y recomponemos el aire que nos falta.

Elisabeth :También echaba de menos esto.

Yo:Cada día es mejor.-beso su hombro y me levanto para ir a la ducha. El agua caliente corre por mi cuerpo sudado. Pienso en ella, ¿después de contarle mi secreto cómo reaccionará? Después de la fiesta y en cuanto vea que es oportuno, deberé contárselo y presentar a mi familia.

Cuando voy a la habitación, ella no está. Se encuentra cocinando unos riquísimo tacos.

Elisabeth:En casa comí alimentos sanos, así que vamos a comer tacos y así me pones al día de tu familia.

Yo:Eso está hecho.

Pongo la mesa y ella va a nuestra habitación, luego se sienta conmigo.

Yo:La familia bien, mi padre trabajando y yo con mi madre de desconexión.

Elisabeth:Yo le conté a mis padres...ya sabes.

Yo:¿Y cómo reaccionaron?

Elisabeth:Fatal. Mi hermana se olía algo, pero sAben que estoy en buenas manos.

Después de comer vamos a la cama. Yo leo un informe para mañana. De pronto apaga la luz y viene con una pequeña tarta cantando el cumpleaños feliz, mierda ya son las 00:00h.

Yo:Muchas gracias- tiro de ella uniendo nuestros labios.

Elisabeth:Voy a por tu regalo.

Yo:No hacía falta.

Lo abro y dentro veo una preciosa pluma de plata con mi nombre grabado.

Yo:Debió ser caro.

Yo:Es solo un detalle para el trabajo.

Nos fundimos en un cálido beso y entramos en la cama.

Las marcas de una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora