Galería de arte

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"¡Mami!, ¡mami! Ven por nosotros, ¿porqué no vienes? ¿Ya no nos quieres? Prometiste que nos querrías mucho y que papi también lo haría... Yo quiero verte... ¿Tú no? Hermanito y yo estamos solos, ¡mami!, ¡ven a buscarnos! ¡Tengo miedo! ¡Mami! ¡Mami!"

Abrió sus ojos, era de día, el sol se asomaba por la ventana, se sentó sobre la cama, reprimiendo un sollozo, ¿qué era aquel sueño? ¿Había sido Mai acaso? Pero, ¿cómo? Volteó a ver a su alrededor, Yukina seguía dormido, se levantó despacio y con desgana, se fue a su habitación y entró al baño para tomar una ducha, no quería seguir llorando, siempre había sido muy animoso, siempre alegre, siempre sonriendo, ya mismo no estaba seguro de como podía sonreír tanto en aquel entonces, permaneció un largo rato en la ducha, hasta quedarse completamente quieto, con los ojos cerrados dejando que el agua corriera por su cuerpo,

— kasan... Tasukete...

Las luces del lugar parpadearon por un segundo, quedando un poco a oscuras, cuando la luz volvió, salió de la ducha, mientras en la otra habitación Yukina despertaba debido al ruido de aquel corte eléctrico, y observó sobre el buró el celular de Shouta que vibraba por la llegada de un mensaje, el cual decidió leer sin el consentimiento de su pareja. Leer el mensaje le recordó que no todo estaba aclarado con el pequeño azabache sin mencionar que el mensaje era una invitación a salir.

No era que estuviera enojado, simplemente era molesto, salió de la habitación y encontró a Shouta secándose el cabello aún mojado, ya no se veía tan cansado pero todavía se veía un poco pálido y más delgado de lo que era.

—oh Yukina, ¡buenos días!

—buenos días... Te ha llegado un mensaje...

Viendo la cara seria de su pareja pensó en mas problemas,  tomando en cuenta que el menor seguramente ya había leído el mensaje lo dejó pasar con un: — ¿qué dice el mensaje?

—¿está bien si lo leo?

—si, ¿cuál es el problema con ello?

—...no, ninguno...— la respuesta del azabache le sorprendió, sin duda confiaba en que el mensaje no dijera nada malo, no es que le preocupara en realidad, sabía que ambos se amaban y nada podría interponerse entre ellos, — es de... Ichinose-san, dice que te invita a visitar una galería de arte que ha abierto hace poco.

—¡oh vaya! Es de tus lugares preferidos, si ha abierto apenas... ¿Te gustaría ir también?

—¿eh? ¿Estás seguro que esta bien si voy?

—estoy seguro que no habrá problemas— el azabache se acercó a Yukina con una sonrisa y ya que era demasiado bajo de estatura para besarle le abrazó— ¿cuál es el gran problema de ir con mi marido a una galería de arte?

—...Shouta-san... Te amo...

Las dudas que se hubieran incrustado en él se fueron, abrazó a su pequeño y levantando su rostro le plantó un beso dulce cargado de amor.

—más importante Yukina...

—¿si?

—tengo hambre, ¡haz el desayuno!

—¡si!— su sonrisa apareció en su principesco rostro, Shouta se termino de secar el cabello y se fue a dejar la toalla con una cálida sonrisa en sus labios, todo estaba bien, seguiría así e incluso tenía que mejorar, el azabache estaba convencido de que todo iría mejor.

Festejando el cumpleaños de Kisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora