Canciones azules para cobardes. [Chanbaek/Sechen]

7. No estoy hecho para una vida hecha para mí.

Cuando la suave voz pronunció el nombre de Chanyeol, llamándole, él estuvo a punto de salir corriendo y gritando por la emoción. Su padre decía que siempre parecía que estaba a punto de salir corriendo pero que esperaba a que su hermana lo hiciera primero. Chanyeol le respondía que no era cierto, que aunque corriera tras ella nunca podría alcanzarla.

Cuando la suave voz pronunció de nuevo el nombre de Chanyeol, él creía que estaba otra vez soñando. Que la noche anterior había estado hecha de alucinaciones de vino barato, de despedidas sin adioses, de llamadas sin respuestas, de pérdidas sin encuentros, de caminos sin destino. Una cosa buena de esas buenas cosas que hacían a Chanyeol pensar que había viajado a través de un portal interdimensional, que conectaba dos universos similares como una ligadura escrita en un pentagrama podía conectar notas de distinta altura creando una diferente expresión. Y eso le hizo sentir perdidamente ansioso. Las historias que la suave voz había entonado la noche anterior habían hecho a Chanyeol dejar de tocar el piano y, en su lugar, rogar mentalmente al tren detener su traqueteo para poder oír tan solo esa bella voz cantar una y otra vez hasta quedarse dormido. Sí, definitivamente todo aquello cumplía los idílicos requisitos de un hermoso sueño.

Cuando la suave voz pronunció de nuevo el nombre de Chanyeol, fue después de que Chanyeol tropezara de camino al vagón de carga con un preocupado Jongin y un no tan sonriente como siempre Jongdae. Continuaban la conversación de aquella mañana, aquella sobre un asustado Kyungsoo que se negaba a bajar del tren, algo que Jongdae encontraba perfectamente normal. Chanyeol solo observó brevemente a Jongin y preguntó: "¿Por qué no llevas zapatos?" Jongin se giró hacia él. "Chanyeol, amigo", le dijo inmediatamente. "¿Cómo consigues mirar siempre hacia abajo?"

"Jongin pisó un insecto". Jongdae dijo desde donde estaba sentado. "Miró sus tripas y lloró como un tonto".

"Un insecto". Chanyeol respondió.

"ERA UNA MARIPOSA". Jongin exclamó. "Aún estaba viva cuando Jongdae la recogió. Agonizando como los pájaros atropellados que encontraba cerca de casa".

"Por favor, no digas esa palabra". Chanyeol puso una mano sobre su corazón.

Jongdae le dio una palmada en la espalda a Jongin al igual que Sehun solía hacer. "¿A dónde te dirigías con tanta prisa?" Preguntó como si supiera que era el momento perfecto para cambiar de tema. "¿Buscabas a alguien?"

Él, hablándole como a habló años atrás a una versión de Chanyeol cuya hermana seguía viva, le rompió el corazón más que cuando Jongin había mencionado descuidadamente la palabra atropello y, aunque una parte de Chanyeol había deseado ponerse a llorar en aquel momento, dijo: "No". Miró a Jongin. "Solo repito los mismos pasos esperando el mismo resultado".

"Bien", respondió Jongdae. "Nosotros ya nos íbamos de todos modos".

Y luego, en aquel mismo momento, Chanyeol oyó el murmullo lejano de una melodía tocada por un piano y para él, se detuvo el tiempo. Mientras Jongin y Jongdae discutían sobre cuál podría ser la nueva creación que Kyungsoo les tendría preparada para la cena, Chanyeol estaba parado allí de manera que solo oía las disonancias, continuos errores en una pieza musical uno tras otro. Jongin se calzó de nuevo sus zapatos. Al mismo tiempo, Jongdae tiró de la manga de Chanyeol y comenzó a hablar. "Chanyeol". Dijo. "¿Estás bien?"

No respondió, él no tenía una respuesta. Se despidió de ellos asintiendo con la cabeza y siguió su camino. Entró al vagón de carga buscando entre las sombras, persiguiendo los recuerdos de la noche anterior. ¿Y si se lo había imaginado? ¿Y si de alguna manera, un ángel se había apiadado de su alma y lo estaba llamando? ¿Y si en realidad era un demonio que intentaba burlarse de él? Estaba tan distraído con sus pensamientos que solamente se dio cuenta de que no estaba solo cuando la voz lo llamó por su nombre.