Gritos de desesperación, los gritos de los caídos, tanto compatriotas e invasores, el fuego quema sus inertes cadáveres y las cenizas cubren el rostro de una chica, una chica cubierta de sangre que observa a la víctimas de su implacable ataque. Una mujer se acerca a la chica, horrorizada por la masacre que había realizado. -"¿Qué has hecho?"- Pregunta la mujer, la chica no se da la vuelta para mirarla y le da como respuesta un silencio lúgubre. -¡Bianca, responde!- La chica se da la vuelta y mira a la mujer, dejandola aun más horrorizada. La chica tiene una sonrisa macabra sin una pizca de remordimiento -Hice lo que me pediste, madre. ¿Estas contenta?- La mujer que era su madre se quedo en silencio, en un estado de shock sin saber que responder. La expresión de la chica en cuestión de segundos cambio a una mueca de disgusto -¿Eh? Asi que no es suficiente para ti, como guste madre, continuare asesinando hasta que estés satisfecha- La chica inició el paso tomo la espada de una de su victimas y con su otra mano tomo la pistola que estaba descansando en su cinturón, la chica la inspecciono y chasqueo la lengua. -Tsk, solo cuatro cartuchos, con eso solo podre asesinar unas cien personas- De repente una mano toca su hombro izquierdo deteniéndola, su madre -Detente, para esta masacre- La chica le dio una sonrisa "calida" -Como ordenes madre, pero recuerda los gritos de estas personas son tu responsabilidad- La chica soltó ambas armas, y se dio la vuelta y bajo la cabeza en señal de obediencia La mujer junto a la chica abandonaron el campo de batalla.
Han pasado días desde aquella batalla, no eso fue una masacre, los jefes bestiales no tienen ni idea de que hacer con la chica que tanta vidas había acabado, su poder era un pilar fundamental para mantener las defensas en las costas y lograr repeler las fuerzas humanas, pero el pueblo pedía justicia y no solo los humanos salían afectados por su poder, sus propios soldados y hasta inclusos civiles salían heridos de su ataques. Horas deliberando habían pasado, llegaron a la conclusión de que la debían desterrar del reino, pero antes le encomendarían una ultima batalla, aunque no le dirían que era su ultima batalla. Esta era una batalla decisiva, protegería la capital del verano, ciudad que impedía el avance humano de las costas, si llegaran a conquistar esa ciudad la invasión al reino entero seria inminente.
La convocaron al gran fuerte del verano, le encomendaron su misión y le advirtieron que si asesinaba civiles sellaría su destino y sería desterrada del reino por siempre. La joven les dio una reverencia y dio su palabra que la masacre de la anterior batalla no se repetiría -Tened por seguro que una masacre de tal magnitud no se repetirá, lo juro- Luego se retiro mientras tarareaba una canción.
-Cuidado ahí voy, Cuidado, sus gritos haré sonar, sonaran sin cesar. Cuando... Los devore-
Una sonrisa sádica se dibujaba en la cara de la joven, nadie tenia idea de lo que estaba por venir. Nadie tenía idea de lo que era capaz.
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El terror de los mares
General FictionKyoto el imperio de los hombres bestias, una raza de hombres y mujeres con orejas y colas de animales esta siendo invadida por el imperio humano, Verencia. En busca de poseer sus tierras con grandes cantidades de magia, un recurso vital en el plane...