El tiempo solo transcurre. ¿Acaso puedes hacer algo para pararlo? No. Así que no vale la pena correr. No vale la pena gastar tiempo de tu vida haciendo algo que sería completamente inservible. Pero, ahora que me doy cuenta, ya te encuentras corriendo. Vaya, al parecer te cuesta seguir instrucciones. Cuando llegues al final de la larga carretera y te des cuenta de que no hay nada, te arrepentirás. Te sugiero que des dos pasos hacia atrás, darte la vuelta y empieces a caminar. El tiempo corre y te tienes que apurar, o si no una gran tormenta te atrapará. Corre, aunque anteriormente te dije que no lo hicieras. Corre sin parar, para que aquella tormenta no te logre alcanzar. Te recomiendo no mirar hacia atrás, pues nada agradable encontrarás.