XVIII

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- ¿Quiénes son, Buck?

El extraño animal se escabulló de un salto de los brazos de uno de los hombres. Y se volvió a aproximar a nosotras.

Olfateó nuestros pies y agitó su cola mirándonos con sus ojos brillantes.

- ¿Quiénes sois? – el otro hombre se aproximó a Brenda y a mí. No supe como reaccionar a su proximidad, dando un salto hacia atrás.

Como siempre que hago al conocer a alguien nuevo, analicé sus brazos, sus antebrazos y su frente, buscando un lazo o una bandana de color naranja. Así, al instante, me sentiría segura.

Pero en su caso, no encontré nada.

- ¿Qué sois? Esa es la pregunta.

- Naranjas – Brenda fue sincera, de verdad. No supe qué hacer después, ante su extraña mirada.

- ¿Naranjas? ¿Qué es eso?

- ¿Cómo que qué es eso? Los naranjas, el Orden, los bondadosos, los tranquilos, los que fueron asesinados por los verdes en el pasado.

- ¿Naranjas y verdes?

- Sí, naranjas y verdes.

Buck parecía enterarse incluso algo más que los dos hombres.

- Chicos, parad. No las confundáis más.

Dos personas.

Un hombre y una mujer.

- ¿Quién...? ¿Qué...?

- La tenemos, Noemí. La tenemos.

Brenda y yo nos miramos.

Claro que nos miramos.

Nos miramos como si supiéramos que iba a pasar después.

Lo último que vieron mis ojos fue una torre. Una torre cuadrada que no podía superar los 50 metros cuadrados de superficie. Incluso advertí unos ojos, también. Unos ojos como los míos. Unos ojos.

- Alfred. Alf...

Lo siguiente fue sentir que el universo se caía sobre mí.

Y al instante...

Todo se volvió negro.


Narra Raoul:

Decidí remontar la misión. Era demasiado arriesgado. Mi hermana y Alba habían escapado. No pude detenerlas, y aunque encontráramos a esos naranjas que Cosme desea encontrar, el volver a casa sin noticias no sería ni la mitad de importante para él que el hecho de saber que Alba se había perdido.

- Dios, seré imbécil – me golpeé en la cabeza varias veces.

- No lo eres – Fabio pasó un brazo por mis hombros.

- No lo soy... - me lo dije varias veces.

Todo parecía normal en el viaje de vuelta. Nada más podría salir mal. Alba y Brenda conocen el camino, y sabrán volver. Todo va a salir bien.

Escuché un grito. Un grito que rebotó en el bosque.

- ¿¡Qué ha pasado!? – miré a mi alrededor, buscando la procedencia del grito.

Y lo vi.

Rusty se retorcía en el suelo, agarrándose la pierna.

- ¿Qué te pasa? ¿Qué le pasa? – pregunté a Idaho, una de las enfermeras del hospital que llevaba Aitana.

Efecto Mariposa - OT 2017 - @beyourlaugh & @MunayGirl23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora