Capitulo 19

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POV ANASTASIA

Miro en dirección al campamento. Hay un montón de cosas que han sacado del agujero. Hay muchas cosas que no tienen mucha importancia pero, hay algunas que nos han llamado la atención a varios.

Hay unas pequeñas cajas, selladas y pesadas. Medirán unos 10 centímetros de alto, unos 15 centímetros de ancho y de largo otros 12 centímetros. Son aproximadamente unas 100 cajas, las que han desenterrado y por mucho que me gustaría verlas de cerca, algo me dice que no lo haga.

Estuve estudiando bien el libro y me di cuenta que mal intérprete ciertas cosas. La ceremonia que describí, no es la que siempre ocupan para darle la bienvenida al sol, sino que es para darle la bienvenida a la muerte. Todo tiene un inicio y un fin. Por lo tanto, lo que acabamos de abrir no es más que la ceremonia de la muerte. Y como no soy tonta, lo que está en las manos de los demás, sería un cementerio.

Lo que no entiendo es porque están sellados. La mayoría de ellos son gente que ha muerto pero creo que la respuesta debería estar en la tumbas o en las cajas. Aunque no soy tonta, no quiero tenerlas en mis manos. Ya he tenido suficiente con esos sueños raros como para tener algo más. Me gustaría poder ingresar a ese lugar pero por mi salud mental, no lo hare. No me gusta ese agujero, ahora más, al darme cuenta que me equivoque y abrí el lado equivocado.

-como no quieres ir al agujero, te he traído las fotos de las primeras 50 cajas. Las fotos están sacadas en orden y las primeras 6 corresponden a la primera caja. Y así tienes que seguir. Quería hacerte una carpeta con cada caja pero no tenía el computador cerca- dice Cristian. Él se acaba de acerca a mi carpa.

-gracias. Aún sigo con esta sensación rara, cuando miro en dirección a ese hoyo. Además he estado leyendo con más detalle el libro y me doy cuenta que cometí un error- digo y me siento en la mesa que hay fuera de mi carpa. Hoy en la mañana, con todo el trabajo que había, Frank coloco un toldo y una mesa con 4 sillas. Lo abrace y me dio un beso en la frente. Es como un tío para mí.

-¿Crees que te equivocaste o confirmaste que equivocaste?- me pregunta mirando.

-me equivoque. Lo que hay en ese agujero es un cementerio. Creo que la caja cuenta porque murieron o como murieron. No lo sé. Supongo que estoy confundida. Además los sueños que he tenido últimamente no me han ayudado a descansar mucho- digo y suspiro.

-yo también he tenido sueños raros. ¿Qué sueños has tenidos que no te han dejado dormir tranquila?- pregunto y no sé si contarle.

-es feo. Es como una pesadilla. La he tenido varias veces y es difícil de explicar porque es como si lo hubiera vivido- digo y cierro los ojos. Es la tercera vez que tengo el mismo sueño y he despertado de la misma forma: llorando y con un gran dolor en mi pecho.

-deberías hablarlo con alguien. Si es tan feo como dices, lo ideal es que puedas hablar con alguien que te da confianza. Supongo que al hablar las cosas, la molestia o el miedo podrían disminuir o desaparecer- dice. Como no respondo enseguida, se da la vuelta para irse.

-sueño que me matan- digo y él se detiene de golpe –no es la primera vez que lo tengo. Al principio era borroso, lo único que sentía era dolor y pena. La segunda vez fue un poco más detallada, por ende, más dolorosa y pude sentir miedo pero, era un miedo dividido y el de anoche, fue horrible. Sentí todo lo que me hacían, fue como ver mi propia muerte y no tengo una explicación coherente para eso- digo y contengo las ganas de llorar.

-este lugar está haciendo que la gente tenga sueños raros. Pero, no te preocupes, te traeré todas las imágenes para que puedas trabajar desde la computadora. Debo de reconocer que eres la única mujer, en este lugar, que me puede superar en la sabiduría de la historia- dice haciendo una mueca. Sonrió.

Pasado en común: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora