Capítulo 4

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-Mierda- Digo entre dientes.

Siento que la sangre me vuelve a circular por el cuerpo y la palidez de mi piel desaparece.

Jamás vi a nadie conducir tan rápido, además de que nos pasamos un semáforo en rojo y casi nos atropella un camión. Tengo una extraña sensación que me dice que en menos de dos dias casi muero tes veces.

-Bueno, al menos llegamos en una pieza- La miro con incredulidad y veo una mirada maliciosa en su rostro.

-No se- Murmuro sabiendo que algo de mi quedo en las calles.

Veo un negocio con un cartel enorme al frente que dice "Carnicería". Y en letras pequeñas los demás artículos que venden.

-Ven, acompañame- Dice con un pequeño movimiento de cabeza.

Sujeto con fuerza la enorme bolsa de papel y entremos por una puerta amplia que está semi abierta, el frente es de cristal y tiene unas paredes de color amarillo.

Al entrar veo un mostrador y a corta distancia comienza el sector de las góndolas con sus respectivos productos, las paredes por dentro también son amarillas y veo unos cuadros colgado en las paredes, no le presto mucha atención a los detalles, sólo distingui varias pinturas de autores desconocidos.

Doy unos paso y dejó caer con delicadeza la bolsa enorme que contiene los panes

-¡¡¡Mamá!!!- Grita la muchacha.

De pronto me comienzo a sentir axtraño, algo avergonzado, ya que en ningún momento le pregunté cuál era su nombre y ella tampoco preguntó por el mío, ella fue quien casi me saca la vida y aún asi no tuvimos la educación de presentarnos, ya me estoy avergonzado por completo.

-¡Por dios, Melisa!- Entra vociferando una mujer.

<<¿Melisa?>> no se me va la sonrisa del rostro al repetir su nombre en mi mente.

-Mira la hora que es niña!- Continua reprochado la mujer -¡Tu padre querrá morirse cuando sepas a que hora has llegado!

<<Esta mujer se parece mucho a melisa, al menos en las facciones faciales, ya que te un poquito más baja, su piel es mas oscura y sus ojos son negros>>

La mujer lleva un  delantal blanco y un suéter debajo de color violeta.

La mujer se percata de mi pretencia y se detiene al verte. Me analiza veloz mente con la mirada.

-En que puedo ayudarte joven- Pregunta la mujer.

-No, Mamá, el es...-  Melisa se detiene, no sabe mi nombre pero al momento respondo.

-Hola señora. ¿que tal?, soy Alex- Digo extendiendo mi mano con una amplia sonrisa, algo forzosa, para mi gusto.

La piel fría y algo húmeda de la mujer, me hace pensar de que ha estado lavando eh instintivamente mi mirada se posa sobre su hombre donde noto un trapo húmedo.

-Soy la señora Ferrami, la madre de melisa- La mirada  de la mujer refleja pura desconfianza.

-Mamá- La interrumpe Melisa algo inquieta -Algo paso.

-Ahora que Melisa- Espero  que no sean otra de tus escusas.

-Eh... no, pero.

-Anda niña, que aún tenemos muchas cosas que hacer.

-Tuve un accidente- La morena lo suelta de golpe y la  mujer clava rápido su mirada de preocupación en la cara de su hija

-¿Accidente, que paso?- Pone la mano sobre el rostro  de su hija.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora