Hot Tea - [JohnTen]

parte única

-Aquí tienes bebé -Johnny le entregó una taza de té caliente a Ten y desordenó su cabello, este le regaló una sonrisa

-Gracias, pero te he dicho que no me llames así -El menor soltó una pequeña risa la cual se ahogó en tos. Llevaba enfermo desde la semana pasada y no parecía querer mejorar.

Ten se encontraba envuelto en una manta, sentado frente a la mesa del comedor y con una deliciosa taza de té preparada por Johnny, cosa que según él hacía que el té tuviera mejor sabor. El mayor se encontraba sentado a su lado, observando y cuidando de 'su bebé'. Ten realmente apreciaba los cuidados que Johnny le estaba dando, se sentía algo avergonzado por todo pero le gustaba que el chico cuidara de él, claro que eso sería algo que nunca admitiría.

-¿podemos volver a la cama? Tengo frío -Mencionó Ten una vez que acabó su té.

-Por supuesto que sí -Johnny sonrió y tomó al menor en sus brazos

-Estoy enfermo pero puedo caminar -

-Lo sé, y yo puedo cargarte -El menor rodó los ojos y decidió no seguir protestando, después de todo sabía que sería en vano y que Johnny no lo bajaría.

Johnny dejó dulcemente a Ten en la cama y lo cubrió con las mantas, besó su frente y se recostó a su lado

-¿quieres ver la televisión? -Ten asintió. Johnny encendió el televisor y lo dejó en un canal cualquiera con una película a la cual ninguno de los dos prestó atención. Estaban muy concentrados mirando al otro como para saber de qué trataba la película.

Johnny jugaba con el cabello de Ten, este dormitaba un poco dejandose llevar por las caricias del mayor. De pronto el menor comenzó a toser sin lograr detenerse, se sentó en la cama intentando calmar la tos, una vez que esta cesó cerró sus ojos y dejó caer su cabeza sobre su almohada, su respiración estaba agitada, su garganta picaba y su cabeza dolía, tenía frío y lo único que podía hacer era retorcerse bajo las sábanas. Johnny lo miraba con preocupación, ya habían ido al médico y le recetó los remedios comunes para cualquier resfriado, el mayor se encargaba de que Ten los tomara responsablemente.

-Mi cabeza duele... Siento que va a explotar en cualquier momento -Ten continuaba con sus ojos cerrados, apoyó su cabeza en el hombro de Johnny, sentía como si fuera tan pesada que no lograba sostenerla.

-Lo sé, debes tomar tus remedios y descansar, ya verás que va a pasar... Mmm... ¿o será que quieres algo más aparte de los remedios? -Ten abrió sus ojos para mirar al mayor, este tenía una sonrisa la cual le fue devuelta.

-Estoy enfermo, no pienses en esas cosas ahora, además no quiero que tú también te enfermes -El menor soltó una leve risa que hizo retumbar su cabeza. Su sonrisa se esfumó dando paso a una mueca de dolor, Johnny posó su mano en la frente del chico.

-Tienes fiebre, estás realmente caliente -Hubo unos segundos de silencio y luego ambos rieron, Ten deteniendo su risa primero debido a su dolor de cabeza.

La noche fue bastante tranquila comparada a las anteriores. En las peores noches Ten despertaba casi ahogado por la tos, no dejaba de sudar y se quejaba a cada minuto por su dolor de cabeza. Esa noche Johnny despertó en medio de la noche y se aseguró de que el menor se encontrara bien, este dormía plácidamente y de vez en cuando soltaba algún gemido de dolor. El mayor lo cubrió con sus brazos brindandole protección, el menor se estremeció aún dormido y se acomodó en los brazos del mayor quien comenzó a besar suavemente su rostro. No podía evitarlo, amaba besar a Ten.

A la mañana siguiente Ten despertó primero, estaba sumido en un abrazo y se sentía bien, era reconfortante y tranquilizante. Observó a Johnny quien dormía profundamente, sintió como si estuviera contemplando una obra de arte. Le dio un dulce beso en los labios y volvió a acurrucarse en los brazos de su novio. Amaba a Johnny, se notaba que estaba realmente preocupado por él ahora que se encontraba enfermo, Ten ya estaba pensando en la manera de devolerle todo lo que había hecho por él, sin embargo no se le ocurría nada.

Johnny no tardó en despertar, besó a Ten en la frente y se levantó.

-¿Qué quiere desayunar el principe hoy? -Ten sonrió un tanto avergonzado al ser llamado "principe"

-Panqueques -Dijo con una sonrisa -Con muuuuucho manjar -Johnny fingió anotar algo en su mano e hizo una reverencia para luego dirigirse a la cocina. Comenzó a hacer panqueques y los rellenó con mucho manjar, tal y como Ten los quería. Preparó dos tazas de té y colocó las cosas en una bandeja, se dirigió a la habitación y disfrutó del desayuno junto a su bebé, quería hacer que se sintiera mejor y realmente lo estaba logrando.

-Johnny -El nombrado miró a Ten con un panqueque en su boca -Te amo.