Exodos

Prólogo: ¿Un nuevo comienzo?

Pues... ¿Por dónde debería empezar?

Supongo que comenzaré contando sobre mí. Me llamo Nikk Kamui, soy un estudiante de preparatoria y tengo 18 años. Mi vida es como la de cualquier estudiante normal, voy a la escuela, salgo a divertirme con mis amigos, me gusta jugar videojuegos, ver anime y leer manga, en la escuela no destaco demasiado, poseo calificaciones regulares y no me interesan los deportes.

Aunque hay algunas cosas que prefiero mantener ocultas sobre mi... La verdad desde pequeño he disfrutado de la escritura y me he dedicado demasiado a ella en mis tiempos de soledad en casa, he publicado unas cuantas historias en el pasado como anónimo y han tenido una aceptación normal, lo cual me motiva a seguir escribiendo. Pero aún así tengo miedo a hacer publica mi identidad ya que mis padres nunca han estado de acuerdo con que yo escriba y me dedique a ello, además de la presión que tengo al publicar una historia y que esta no les guste a mis seguidores.

Actualmente he estado escribiendo una historia que todavía no posee un nombre definido. Ha tomado gran parte de mi tiempo ya que quiero que esta sea la mejor historia que haya creado.

Ésta historia ocurre en un mundo bastante parecido a Japón Feudal, donde existen personas que poseen habilidades especiales. Por otra parte, también me he tomado bastante tiempo creando al personaje principal, su nombre es "Ace Maxwell" quien es un guerrero poseedor de una técnica llamada "Hōden", la cual permite el control y la manipulación del rayo. Él está en busca de unas piedras mágicas llamadas "cristales elementales", estas son la representación física de todos los elementos y sólo existe un cristal por propiedad natural. La leyenda dice que aquel que posea todos los cristales y logre controlarlos en su totalidad podrá manejar un nuevo poder que representara la unión de todo lo terrenal.

Ace es demasiado especial para mí, él es todo lo que yo soy actualmente y lo que aspiro a ser en un futuro.

Éste relato participará en un concurso llamado "The Chance", donde la historia ganadora será publicada como manga, anime y un videojuego. Me estoy jugando demasiado con esta competición ya que si gano podré demostrarle a mi familia y a todo el mundo que puedo vivir de la escritura, además de poder reclamar mis otras historias publicadas como mías para que consigan más fama. Pero si pierdo tendré que dejar todo lo que tenga que ver con la elaboración de textos y trabajar bajo las órdenes de mi familia.

La fecha de entrega es hoy, estoy muy nervioso ya que mi futuro depende de esto. Estoy de pie en la estación a la espera de que algún tren llegue.

-Oh... ahí viene uno.

Me mantengo parado esperando frente a las puertas para que estas se abrieran y entrar, ya en el interior pude darme cuenta de que el vagón donde yo me ubicaba estaba vacío, lo que era poco habitual porque que a estas horas suele estar lleno. Me percaté de que estaba a punto de llegar a mi destino cuando de pronto mi vista se fue a negro, sentía mi cuerpo liviano, como si no estuviera en mí mismo, comencé a ver una luz y en frente mío apareció un sujeto alto del cual no podía distinguir nada más que su vestimenta la cual era una túnica blanca, se acercó más a mí y comenzó a hablar.

-He estado vigilándote joven y dado a este desafortunado accidente he decidido darte una nueva oportunidad.

- E-espera, ¿¡accidente!? ¿a qué te refieres?

- Veo que aún no te has dado cuenta... Acabas de morir en un accidente en el tren en el cual viajabas.

- ... (Guardé silencio por varios segundos dudoso y triste a la vez)

-Se que es una noticia fuerte para ti, pero te estoy dando una oportunidad para vivir.

- Y ¿Cómo?

- Estabas por publicar una historia, ¿no?

- Así es. (Respondí confundido)

- Pude ver el esfuerzo que le dedicaste a ese mundo así que he decido enviarte allá. Ahora no tendrás que escribirlo, podrás vivirlo.

- (Con lágrimas en los ojos) Gracias... Muchas gracias.

- Y otra cosa... ¿No te importa dejar a tu familia?

- La verdad, un poco... a pesar de restringirme como vivir mi vida y mantenerme dentro de una burbuja la cual he roto con los años siguen siendo mi familia. Sin embargo, dejarlos no me es una molestia tan grande.

- Puedo entender tu situación, pero en este caso podrás vivir sin restricciones y ser tal cual eres Nikk.

- Lo sé, ahora con mayor razón iré a mi mundo.

- Buena elección. ¡Ahora ve y vive tu nueva aventura!

Mi vista se fue a blanco por unos segundos, al recuperar la visión pude distinguir un gran pastizal y sentí una brisa tan refrescante que nunca en mi vida pude experimentar. Era medio día, así que empecé a buscar algún lugar donde poder descansar y un poco de comida. Pasé unas cuantas horas caminando por los pastizales y pude sentir una libertad inmensa, divisé también unas cuantas viviendas, la gente de aquí es muy alegre y hogareña.

Sentí una leve nostalgia al ver estas edificaciones ya que se parecían mucho a las que había en el campo de mi abuelo. El falleció hace unos cuantos años y observar esto me hace sentir aún más animado.

Llevaba unas cuantas horas caminado y conociendo hasta que me adentré en un bosque, al ver tantos animales y que estos no teman a los humanos me dio una sensación de orgullo, ya que así debieron ser las cosas en el otro mundo. Comenzó a hacerse de noche y logré encontrar un poco de comida en unos árboles, ahora solo faltaba un lugar donde poder descansar. Pude observar una montaña a lo lejos y me dirigí hacia allá, no fue un camino muy largo, sabia como moverme por un bosque; una vez me perdí y estuve alrededor de 2 días, solo donde aprendí a guiarme y a movilizarme por los árboles. Por lo menos de algo servirá todo lo que aprendí en mi otro mundo. Llegando a la montaña pude encontrar una cueva y ahí pasé la noche.

Dentro de mis pensamientos recordé que en este mundo las personas nacen con ciertas habilidades especiales por lo que me puse a entrenar y descubrir de qué soy capaz en este nuevo mundo.

Esto es solo el comienzo de esta aventura, hay mucho que debo aprender, pero primero tengo que encontrarte a ti... Ace.