Siguen las confesiones, y la verdad ha llegado ¿me quieres, Grimmjow?

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Capítulo 42 Siguen las confesiones y la verdad ha llegado ¿me quieres Grimmjow?


Las palabras del sub capitán habían impactado a Roxanne. Ella conocía muy bien a Shuuhei, y si él le estaba diciendo aquello, sin duda era porque Grimmjow realmente había hecho eso por ella.

La joven de cabellos negros se sorprendió bastante, pero intentó seguir con el mismo semblante que tenía antes de la confesión de su amigo, lo que hizo que el teniente se sintiera realmente defraudado de su amiga y se fuera sin decirle nada más, pero ella lo detuvo tomando la muñeca de Hisagi.

—Necesito que me ayudes—pidió la de ojos morados.

—Si es para humillar más a ese pobre espada, entonces no cuentes conmigo—dijo tajantemente el del tatuaje.

—Confía en mí, sabes que yo jamás he sido injusta. Tan solo te pido ayuda para algo—acaró misteriosamente la nueva capitana de la novena división.

—Bueno, tampoco puedo negarme si es una orden de mi capitana—acotó mirándola de reojo.

Por otro lado, en la octava división, se podía apreciar que Stark se sentía muy confundido luego de haber platicado con Ulquiorra. Aquella pregunta que el de ojos verdes le había hecho no paraba de rondar en su cabeza, pero no sabía cómo responderla. No sabía si realmente existía aquella persona por la cual el sería capaz de sacrificarse tan solo con verla feliz.

El espada siguió caminando por los pasillos de la octava división y cuando estaba a punto de abrir la puerta de la habitación que Shunsui le había facilitado para su estadía, escuchó un leve llanto que proveía del interior de esta.

Stark no sabía quién podía estar adentro de sus aposentos llorando y logró escuchar la voz de una mujer que consolaba a otra persona, por lo que decidió quedarse detrás de la puerta para saber que estaba ocurriendo.

—Desde que has llegado a la Sociedad de Almas no te he visto más que llorar. En las únicas oportunidades que te veo feliz o con otra actitud es cuando estas con Stark, pero apenas él se retira de aquí comienzas a llorar como si hubieses perdido algo muy importante. Sé muy bien que es difícil confiar en alguien que en alguna oportunidad fue tu enemiga. Sin embargo, me gustaría poder escuchar tu problema—explicó la teniente de Shunsui, haciendo que la joven de baja estatura comenzara a hablar.

—La verdad es que ni siquiera sé por qué me siento así—contestó llorando la de cabellos verdes, preocupando mucho a Stark que estaba detrás de la puerta.

—Lilinette—pensó sumamente inquieto al darse cuenta de que su amiga estaba sintiendo tanta angustia.

— ¿Es Stark el que te tiene así? —preguntó frontalmente la de lentes.

—Sí. Él no consigue entenderlo y yo sé que jamás lo comprenderá. Yo solamente soy algo que está en su vida, pero no soy nadie. Él solo tiene ojos para Roxanne, y yo sé que ella ama a Grimmjow y que no lo dejará nunca. Porque es exactamente el mismo sentimiento que yo tengo por ese idiota. Por más que me ignore, por más que pueda llegar a insultarme o que me mire como una mocosa, yo sé perfectamente que seguiré a su lado. No porque tenga que hacerlo, sino porque lo amo y no puedo estar sin él—aclaró la de oji rosa, dejando anonadado a la primera que estaba fuera de la habitación.

—Pero ¿no has pensado que él va a estar con otra persona? ¿Aún seguirías a su lado? —cuestionó Nanao que se dio cuenta de que Stark estaba en el lugar y quería ayudar un poco a la pequeña que no paraba de sufrir por él.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora