Llegó la hora de comer y no me apetecía probar bocado.
- Júlia, tienes que comer algo...- Dijo Eric, que estaba en frente de mí y Jorge, que estaba a su derecha asintió.
- No tengo hambre.- Estiré el plato hacia el centro de la mesa y me levanté de la silla para marcharme a su habitación, al llegar me abalancé a la cama.
A los 20 minutos subieron, Eric se tumbó a mi lado y Jorge se sentó en una silla que había en el cuarto.
- ¿Qué puedo hacer?- Pregunté angustiada.
- No lo sé cariño, no lo sé...- Pensó un poco mientras acariciaba mi mejilla, haciéndome sentir un poco mejor. - ¿Y si te vuelves a Francia con tu madre? No me quiero separar de ti, pero tampoco quiero que te pase nada. Si te pasara algo yo...
- No, eso sería ponerle en peligro también y no quiero.
- Júlia...- Agarró mi barbilla e hizo que le mirara directo a los ojos. - No te va a pasar nada. No lo voy a permitir.- Cerré los ojos y eliminé todos y cada uno de los centímetros que había de distancia para que me diera un abrazo que realmente necesitaba. - Quizá es mucho de palabra y después a la hora de actuar no hace nada.
- Eric, cree que mataste a su padre por culpa del dinero. Tú no apretaste el gatillo, pero según él, fue tu culpa porque ese dinero que tenía que haber ganado a tu costa pues... Se lo tendría que haber dado a ese hombre. ¡Según él, tú le mataste!
- Tú estás conmigo. No te va a pasar nada.
- Y con él seguro que había un par de armas y objetos que pueden hacer muchísimo daño. De nada le sirvieron. Le mataron.
- Pues yo tengo un bate de béisbol y mucha mala leche cuando tocan a lo que más quiero.- Puso una cara simulando enfado que me hizo muchísima gracia. - ¡Por fin te veo reír!
Me levanté y ayudé a Eric a hacer lo mismo, teniendo cuidado con su espalda.
- Eric, de verdad que estoy atemorizada, temo por mi vida...- Mis lágrimas amenazaban con salir y un nudo se instaló en mi garganta. Quería llorar de nuevo. Él, al verme tan angustiada, murmuró algo que no logré escuchar pero se le notaba muy enfadado, furioso.
- Júlia, esta noche a las 23 tengo que ir a buscar una cosa. ¿Te quedas con Jorge?- Me parecía extraño que fuera tan tarde, las tiendas normalmente cerraban a las 20.
- Ya te la voy a buscar yo. No te muevas más.
- No Júlia, iré yo ya que tiene que ir el que ha hecho el pedido- Asentí no muy convencida.
Llegó la noche y en toda la tarde no hicimos nada especial, simplemente hablar e intentar desconectar un poco de lo pasado por la mañana hasta que Eric miró su reloj que marcaba las 22:53:
- Me voy ya a buscar eso. Vuelvo dentro de un par de horas.
- ¿Tanto tardas en ir a recoger ese objeto tan misterioso?- Él no dijo nada, ni asintió ni negó ni nada parecido. Únicamente me miró serio, después se acercó y me dio un abrazo, largo, con muchísimo amor y cariño para a continuación, darme un beso muy tierno. Después se dirigió a Jorge, le dijo algo al oído y él negaba exageradamente con la cabeza con los ojos ¿Llorosos? Mientras Eric lo agarraba por los hombros y asentía. Agitó su mano antes de salir por la puerta y supe que algo estaba mal. Todo había sido muy muy raro.
- Jorge, ya me estás contando.
- No hay nada que contar. Simplemente me ha dicho que lo que tiene que coger es algo muy pesado y le he dicho que no lo coja que se va a destrozar la espalda pero no me ha hecho caso- Le miré detenidamente, no parecía que estuviera mintiendo. Asentí enfadada.
- Cuando venga, se va a enterar. Debería haber ido a ayudarle.
Punto de Vista de Eric
No podía permitir que mi Júlia viviera con miedo por las amenazas de Harry. Tampoco podía permitir que le hicieran daño, porque entonces, me hundía. No podía permitir que esto siguiera así.
Llegué al bar que normalmente él frecuentaba y me adentré a él. Olía muchísimo a alcohol mezclado con tabaco, substancias tóxicas y sudor. Era un olor realmente asqueroso. Me aproximé a un chico que más o menos sería de mi edad.
- ¿Y Harry?- Todo el mundo le conocía y le temía por ser el hijo de Mike. Este chico al que le había preguntado giró su cabeza e hizo un movimiento con ésta indicando que estaba en la barra. Le agradecí y me acerqué hasta donde estaba, estaba sentado en un taburete, sujetando un vaso y a cada lado tenía a unos hombres que eran gigantes, pero por eso no iba a mantenerme callado y me iría preso del pánico. Cuando estuve detrás de él, le di unos toquecitos un tanto fuertes en el hombro y hablé:
- ¿Cuál es tú p*to problema?- Soné amenazante. Los tres hombres giraron y al principio, Harry estaba serio pero después una sonrisa asquerosa se plasmó en su cara. Los dos hombres ya se habían movido un poco hacia adelante y entendí ese movimiento como que venían a pegarme pero Harry estiró sus brazos delante de ellos y negó con la cabeza. No quería que me pegaran, al menos por ahora.
- Hombre Johnson, ya estabas tardando en venir. Te estaba esperando- Dijo sin borrar su estúpida sonrisa.
- Deja a Júlia en paz, si tienes que matar a alguien, mátame a mí pero a Júlia le dejas en paz que ella no tiene nada que ver.
- Haré lo que me de la p*ta gana. Tú me jod*ste la vida matando a la persona que yo más quería, pues yo te joderé a ti del mismo modo.
- ¡Yo no he matado a nadie!
- ¡Sí lo hiciste jod*r! Apostó por ti todo lo que le quedaba, y tú justo ese día, pierdes la p*ta carrera, ese dinero que iba a ganar lo necesitaba para pagarle a un gilip*llas. Y como no lo hizo. ¡Bum!
- Si tu padre es id*ota y apuesta todo su dinero en esa carrera no es mi p*to problema. Yo no apreté el estúpido gatillo de la estúpida pistola- Su semblante se volvió mucho más serio y se le veía furioso.
- ¿Cómo has dicho?
- Que tu padre fue un estúpido idi*ta por apostar el miserable dinero que le quedaba en la carrera- Él posó su mirada en los dos hombres y asintió con la cabeza.
- Partirle y deformarle la cara, que no se le reconozca, me da asco.- Mis sentidos se pudieron alerta, pero no me moví. No iba a demostrar mi miedo.
Los dos hombres se acercaron a mí y uno de ellos me pegó un puñetazo en la nariz. Yo intenté defenderme como pude pero eran el doble de grandes y el doble de fuertes, no podía hacer nada. Fueron dándome por todos lados y hubo un momento en el que pegaron un buen puñetazo en mi espalda, haciendo que cayera al suelo, notaba mis heridas escocer. Después siguieron con mi cara pegándole fuertes puñetazos y palmadas notándola palpitar, me estaban destrozando vivo.
- ¡Basta!- Se escuchó un grito de Harry.- Es suficiente, si seguís así lo vais a matar y no me interesa eso, al menos por ahora.- Los dos hombres gigantes se levantaron y se alejaron. Después Harry avanzó unos pasos y se agachó a mi lado pegándome un puñetazo en el pecho, haciéndome toser.
- Ni se te ocurra acercarte a Júlia gilip*llas- Dije como pude antes de que él hablara.
- Tienes mucho valor para decirme eso ahora. Voy a matar a Júlia de la manera más dolorosa y torturadora que se me ocurra. La has cagado al insultar a mi padre delante de mí. La has cagado. Va a sufrir tanto... Que me rogará llorando que le mate de un solo disparo.
Continuará...
Nuevo capítulo bastante movidito. La que se está liando...
Espero que os guste y que dejéis vuestros votos y vuestros comentarios. Me hacen muchísima ilusión y eso... Me animan a seguir. Gracias a cada uno de los que leéis la historia. Gracias, de verdad, sois geniales.
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Vete, pero quiero que te quedes
Teen FictionQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...