Soy un asco, lo sé.

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Esmeralda Pov's

El día de ayer, cuando Alice y Chris pasaron por mí para ir a ver películas, antes quisieron pasar a comprar unas cuantas botanas. Pasamos por una tienda de ropa, la favorita de Alice como ella mencionó.

Alice rogó para que entraramos a ver, por mí no había ningún problema.

La ropa era muy linda, hubo muchas cosas que me gustaron, entre ellas un vestido casual, en verdad era muy lindo, pero no solía comprar vestidos porque, 1.- No tengo el dinero suficiente y 2.- No me vería bien.

Ahora estoy en mi casa, a punto de irme a la escuela, con ese vestido puesto, Alice rogó para que lo comprara y yo me negué por lo mismo de que no tenía dinero suficiente, pero entre Alice y Chris, lo compraron para mí, haciéndoles prometer que lo usaría. Caminé al espejo de mi baño, mirando cada detalle del vestido. El vestido es hermoso, el problema soy yo.

-Sí tan sólo fuera bonita, con una linda sonrisa, un bonito cuerpo, sin cicatrices y un semblante feliz... me vería bien -tomé un suéter (como siempre) y me lo puse para cubrir mis cicatrices de los brazos.

(...)

-¡Esme! Te ves muy linda -llegó Alice muy emocionada dónde yo. -¿Verdad Chris? -él asintió.

-Te ves bien -el sonrió. Si claro... lo dicen porque son mis amigos.

-Gracias... -acomodé mejor mi mochila en mi hombro. -Tengo que irme, los veo luego.

Caminé hacía el salón de mi primera clase, alguien que iba pasando por ahí me empujó, causando que mi cuaderno de dibujo se cayera. Me agaché con cuidado para tomarlo y cuando lo hice, Joel y sus amigos iban pasando, sus amigos me miraban, me señalaban y se reían entre sí, mientras que Joel me miraba de pies a cabeza. Seguramente pensando lo mal que me veía.

La primera clase era una tortura para mí, aparte de que era la de matemáticas, era con la que tenía que compartir con Alison y todo su grupo de amigas. Cada que podían se burlaban o me lanzaban cosas, tan acostumbrada estaba que ya ni me importaba.
Algo golpeó mi cabeza y noté que era una hoja cuando ésta cayó al suelo por el costado. Me agaché para juntarla y abrirla para ver si tenía algo escrito, y en efecto, lo había:

"¿Ahora vistes así para llamar su atención? Ilusa"

Arrugué el papel y lo aventé con dirección a la parte trasera del salón y seguí mirando al frente.

Pasaron 2 clases más y luego siguió el descanso, por lo cual salí rápidamente del salón para dejar unas cosas en mi casillero y tomar otras.
Mientras iba caminando, escuchaba a varias personas hablar sobre algo, giré mi cabeza hacía la izquierda y divisé a Alison y a sus amigas y los murmullos aumentaban. La verdad no le tomé importancia y seguí caminando.

Llegué a la cafetería y busqué una mesa vacía, pues siempre nos juntabamos Alice, Chris y yo.

-¡¿Supiste lo que pasó?! -escuché una voz a mis espaldas.

-Por dios, se trata de Alison ¿en serio te sorprende? Porque no debería. -dijo otra.

Atrás de la mesa en la que yo estaba, estaba un grupo de chicas, me sentía una metiche, pero era imposible no escuchar.

-No me enteré del drama, cuenten -dijo una tercera voz.

-Oh ya sabes, Alison andaba de puta como siempre, que es lo único que sabe hacer.

Abrí los ojos a más no poder y solté una pequeña risa.

-Dejando al papacito de Joel -dijo una haciendo una voz pícara y coqueta.

-Calma tus hormonas ¿quieres? En verdad no sé en qué les sorprende, a la tipa ninguno le dura, pareciera como si cambiara de novio cada semana -dijo una con un tono fastidiado por hablar del tema.

-O si no es que cada día...

-¡sh! -dijo una de ella callando a la otra, no entendí por qué, hasta que noté que Alison y dos de sus amigas se sentaron frente a mí.

-Hola, mi querida Esme -dijo en un tono chillón.

Yo solo me limité a levantar la palma de mi mano de la mesa y girarla en seña de saludo, de muy mala gana, pero bueno.

-Muy lindo vestido querida pero... ¡ugh! -emitió un sonido de asco. -El problema eres tú, si fueras atractiva, hermosa y con un cuerpazo, se te vería bien. Lastimosamente, eres lo contrario -hizo un puchero que la hacía ver graciosa y a la vez ridícula. -Y en verdad, no te queda bien, da la impresión de que quisieras exhibirte -con eso, aumentó mi inseguridad, no usaba vestidos por lo mismo de que no se me ven bien y me sentía incómoda y que mostraba mucho. -Como una puta prostituta -dijo de golpe. Vaya ¿no se mordió la lengua al decir puta?

-Pues... mira, comparada contigo, yo me quedo muy... chiquita -alargué el "muy".

-¡Estúpida! -dijo entre dientes y me soltó una bofetada, para después tomar el café que llevaba y derramarlo encima de mi y después largarse.

No me molesté si quiera en tratar de limpiarlo, pues sabía que el vestido quedará manchado.

-Esme ¿qué pasó? -escuché la voz de Alice.

-¡Nada! -dije frustrada y me levanté para irme de ahí.

Caminé hacía el baño y noté que no había nadie, solamente cerré la puerta y caminé a los lavaderos. Busqué rápidamente mi navaja, levanté las mangas de mi suerte y con coraje hice unos cuantos cortes, dejé que la sangre fluyera mientras me miraba al espejo, las lágrimas caían por mis mejillas y mi respiración estaba agitada por el coraje que sentía.

-¡Qué asco! -escuché que alguien entró y exclamó eso al ver la sangre regada por el lavabo.

Abrí la llave y enjuagué mis brazos y el lavabo, bajé mis mangas y me fuí de ahí sin decir nada.
Estaba decidida en irme a mi casa, para mí mala suerte, iban pasando Joel y sus amigos, ellos iban para un lado y yo para el otro. Joel me miró fijamente

-Hola Es... -empezó a decir uno de ellos, pero antes de que me dijera algo, lo empujé con el hombro y lo pasé de largo.

Las personas en la calle me miraban raro, pues aún las lágrimas caían de mis ojos y mi vestido todo sucio.
Finalmente llegué a mi casa, para mí buena suerte no había nadie, subí a mi habitación corriendo y arrojé a lo lejos mi mochila y mi suéter e hice lo de siempre, entré al baño y me quité el vestido quedando en ropa interior, me senté en el suelo y con coraje comencé a hacer cortes en mi piel, hice uno, luego otro y otro...

Mi celular comenzó a sonar y supuse que sería Alice o Chris, nadie me llamaba, solo ellos, pero sólo decidí dejarlo​ sonar y cerré mis ojos.

Chica Suicida - Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora