único

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Basado en hechos MUY reales. (me pasó ayer)







El frío podía calar hasta los huesos más escondidos, las gotas de lluvia colapsaban contra el concreto en donde pasos alternos se dividían en diferentes caminos; allí tres pares de pies buscaban la forma de llegar al destino, con las capuchas del abrigo puestas y un destello de mal (o buen) presentimiento dentro del pecho. Yoongi pensaba que no podía profundizar el agarre de sus manos dentro de los bolsillos de la campera, Taehyung trataba de no morir de frío con ese par de shorts de jean y Jungkook los guiaba con el google maps en la mano.

No debía estar muy lejos. Se suponía que la fiesta empezaba a la una de la madrugada, pero eran las once de la noche y ellos se encontraban ya listos para entrar. A pesar de frío y la lluvia y el hecho de que el lugar ni siquiera había abierto sus puertas. Yoongi estaba bastante paranoico con las personas pasando, varios ojos extraños se posaban en las tres figuras que con miradas recelosas se dedicaban a esperar entre risas e insultos.

En frente del lugar, un gran cartel con luces neón rosas dictaba "eyeliner", un boliche exclusivo para personas de la comunidad lgbt. Es por eso que los shorts de Taehyung eran tan cortos y la camisa negra de Jungkook estaba arremangada hasta los codos, y también era la razón por la cual Yoongi usaba medias de red debajo de sus jeans.

—Me estoy helado, ¿cuándo se van a dignar a dejarnos entrar? —Preguntó por quinta vez en la noche Taehyung, tratando de mantener el calor con sus rodillas temblantes. Yoongi hizo una mueca. Se moría de frío, no le gustaba que las personas al rededor los miraran con ese brillo malicioso y sin duda alguna, no le gustaba que los guardias del boliche fuesen tan obvios al denotar asco sobre sus personas.

—Tendríamos que hacer la fila en frente. —También era la quinta vez que Jungkook lo decía, pero simplemente nadie le prestaba atención. Yoongi estaba más preocupado por las personas que por el frío y en su cabeza se tramaba un plan para volver a su casa.

—Esperemos a que alguien haga fila y después vamos atrás de ellos, simple. —Yoongi dictaminó también por quinta vez y cuando se acercaba la hora de entrada hicieron lo planeado. Luego de hablar con varias personas de la fila y hacer ciertas amistades esporádicas, entraron. Les cobraron cincuenta pesos más de lo que decía la página, pero no querían hacer alboroto. La gente de ese lugar era de por sí bastante tenebrosa.

Bajaron al subsuelo con pasos apresurados, allí el ambiente oscuro de luces azules y rojas le inspiró a Yoongi una sensación de motel barato. Algo que no le disgustó, todo se presentaba para situaciones de ese tipo.

La principal razón por la cual habían caído en ese antro era simple: bebidas libres. Consumición casi infinita por un precio bastante razonable. Pocas veces eran capaces de tener una noche agitada con una o más personas, su timidez siempre era detonante del fracaso. Pero esta vez Yoongi tenía un sabor diferente en la boca, un ardor ácido y dulce como el veneno y la sangre que le anunciaba. Le atraía. Lo invitaba. Quizá por eso sus medias de red calzaban hasta la media cintura. 

—¡Quiero un "Sex On The Beach"! —Taehyung fue el primero en pedir el trago, con una gran sonrisa cuadrada hacia el barman rubio que tenía un piercing extraño en la ceja. Segundos después se lo dieron en mano, y comenzó a tomar. Jungkook por el contrario pidió whisky con coca cola, y Yoongi se concentró en Fernet. Taehyung, balaceando sus piernas para ambos lados logrando que las rodillas raspen entre sí, comentó: —Tenía expectativas muy altas para esta bebida, definitivamente no me gusta.

—Eso pasa por no ir a lo seguro. —Jungkook arremangó más su camisa dejando a la vista sus antebrazos y las venas que sobresalían por las luces neón. De fondo sonaba una canción de Gorillaz.

eyeliner 》yoonmin osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora