Ice revolution

Capítulo 2.

Capítulo II: Sólo para ser el héroe 

A la mañana siguiente, un nuevo día, un nuevo comienzo. Es hora de poner en práctica ignorar al extraordinario commie ruso, con una búsqueda secundaria de encontrar una manera de solucionar el problema de Mattie. Sabía que tenía que encontrar una manera de mantener activo al equipo de patinaje artístico, tal vez todo lo que tenía que hacer era pedir más gente para que se uniese. Alfred pensó por un momento, probablemente podría encontrar algunas chicas que se unirían para poder pasear por todo tipo de cosas remilgadas en el hielo.

Primero lo primero, la clase de inglés, y comienza por a ignorar a Iván. Eso significa que no lo mirase, no hablara con él, y no discutiera con él. Solo debía mantenerse enfocado en todo lo demás, y cualquier basura que salga de esa boca comunista iba a ser ignorada.

Entró directamente en la clase, cerró los ojos en el escritorio y se sentó sin siquiera mirar al monstruo ruso. Aunque por experiencia, y ese cosquilleo en la nuca, Alfred sabía que Iván lo estaba mirando con esa sonrisa espeluznante en su rostro. Mantenga la calma, la respiración profunda. Alfred simplemente sacó sus cosas, como su libro, carpeta y lápiz. Se sentó en silencio, y ni siquiera volvió la cabeza cuando Iván lo saludó, en su voz tan dulce e inocente. Alfred tuvo que contenerse para no sonreír, estaba tan orgulloso que estaba ignorando al bastardo, fue una dulce justicia.

¿Me estás ignorando, Fredka? —Iván preguntó, y por alguna razón, Alfred pudo sentir que el lado de su cara que enfrentaba a Iván se enfrió.

Sin embargo, tenía que mantenerse fuerte y no romperse, podía hacerlo. Alfred comenzó a escribir algo en su cuaderno, sin siquiera mirar al otro. Los demás en la clase notaron el silencio y la atmósfera incómoda que parecía resonar entre los dos.

—Ya veo, tratas de ignorarme, ¿no? Esa es una táctica inteligente para ti, dudo que la hayas sacado. ¿Te dijo el chico japonés que hicieras esto? —preguntó Iván, los estudiantes que captaron su expresión parecieron alejar sus escritorios.

Alfred garabateó más, pero a su mente no le gustaba a dónde iba. Las cosas parecían diferentes, más heladas de lo habitual.

—Da, debe haber sido él. En realidad es un chico inteligente, no tengo idea de por qué realmente pasa tiempo contigo.

Alfred apretó el lápiz con fuerza, pero siguió escribiendo al azar sobre el papel.

—¿Sabes por qué se molesta contigo? Seguramente sabes lo tonto e inútil que eres —Iván dijo, su dulce sonrisa creciendo aún más.

Tan cerca, tan cerca de simplemente darle un puñetazo en la cara al idiota, pero no pudo. Tenía que mantenerse fuerte, el héroe tenía que mantenerse fuerte. Alfred apretó los dientes e intentó empujar hacia abajo la furia.

Iván estaba un poco impresionado con la falta de respuesta de Alfred, pero también estaba aún más furioso. Necesitaba que Alfred se enojara, luchara con él, era su única salida ahora que las cosas estaban yendo tan terriblemente mal. Necesitaba discutir, degradar al otro y recibir un grito a cambio.

—... Me pregunto sin embargo, Fredka, cuando ves a Kiku ¿te gustaría ser tan delgado como él? —Iván sonrió burlonamente cuando notó que la mano de Alfred se apretaba y se detuvo a medio garabato.

¡Alfred, cálmate! Cálmate. Simplemente respira, ignóralo, recuerda que esto es lo que quiere. No cedas a su lavado de cerebro psico-commie.

Alfred accidentalmente rompió su lápiz, lo que a su vez lo enojó aún más. Se giró bruscamente y le dio a Iván la mirada más llena de odio que pudo reunir. Iván sonrió con una inclinación de cabeza. Soltando una larga exhalación, Alfred se tranquilizó y sacó otro lápiz. Cuando dio una mirada rápida él felizmente notó que Iván parecía disgustado. Por ahora, Alfred estaba ganando.