Fue difícil, como otras tantas veces, el poder conciliar el sueño debido a su estado tan deplorable que no le permitía tener el descanso que con tanta ansiedad necesitaba pero la charla que había tenido ese día con el ser en su cabeza ayudaba a mantenerse sereno y cuerdo, pues de no ser así en este momento su razonamiento seria completamente nulo. Minutos después de que se hubiese dormido, la enfermera entro en la habitación a revisar todos sus signos y al finalizar con una sonrisa triste en el rostro susurro una pequeña frase que él jamás se enteraría que ella pronuncio. —Espero que algún día perdones todo por lo que te hemos hecho pasar —. y sin más salió dejando tras de sí a un pobre hombre desdichado ajeno a la realidad.Mientras tanto en un cuarto bastante amplio con paredes y suelo blancos que da apariencia de hospital, donde se pueden observar sofisticados aparatos de avanzada tecnología, pequeñas pantallas que muestran códigos extraños, largos y complicados, imágenes y vídeos de un niño, todos en una situación diferente cada una, y en el centro de la habitación una pantalla delgada, de al menos un metro por lado, que se mantenía suspendida por un par de cables, muestra la imagen de un joven recostado en la cama de un hospital, el cual en su rostro refleja una horrible expresión de horror mientras que sus ojos permanecen abiertos sin pestañear una sola vez debido a su estado catatónico; jóvenes con ropa blanca y perfectamente coordinados y ordenados, monitorean cada una de aquellas computadoras tan parecidas a la descripción que se tenía de las maquinas en un futuro muy moderno y avanzado.
La puerta principal de la habitación se abre dejando paso a la persona que acaba llegar a las instalaciones, un hombre de no más de 40 años, de largo y rubio cabello y corpulencia atlética, el cual lleva puestos un par de lentes que dejan ver el color de sus ojos, un bello color jade y que al igual que los otros va vestido de blanco, con la diferencia que este lleva una bata en la cual bordado de manera pulcra en su bolsillo izquierdo, lleva escrito Dr. K. Gemelus. En sus manos llevaba un expediente y en la portada se lee ''E19M17 CONFIDENCIAL''. Tras él, entro otro hombre un tanto más bajo y que parece tener al menos unos 30 años, rubio de ojos bellamente turquesas, lleva el mismo atuendo que el primero a diferencia que el bordado de este último decía: Dr. D. Rose; ambos se dirigen a los jóvenes que se encuentran frente a la pantalla más grande haciendo anotaciones en sus tabletas y carpetas, estos sin inmutarse pero con respeto le dirigen un cordial saludo a ambos doctores.
—Dr. Gemelus, Dr. Roses— dice uno de los jóvenes con una ligera inclinación de cabeza mientras los otros se retiran. — es un gusto verlos aquí señores.— Este chico al parecer es el asistente encargado, después del doctor Roses.
—¿A habido alguna novedad?— es lo que pregunta Gemelus con la mayor seriedad posible.
—No señor— contesta de la misma manera el muchacho.
— ¿Y sus ondas cerebrales? ¿Algún aumento en su capacidad?—Esta vez el que pregunta es el más joven de los doctores.
—han estado en la misma frecuencia— informa mientras les hace una pequeña señal de que lo sigan hasta otra de las computadoras donde comienza a teclear rápidamente haciendo que aparezcan imágenes de un cerebro y unas extrañas ondas que emitía las cuales eran de un ligero tono violáceo —y al parecer ha vuelto a hablar con Z23 esperamos que entre hoy y mañana sus ondas cerebrales cambien a frecuencia D, mientras tanto permanece en el rango de 15%.
—En cualquier caso sigue informándonos cualquier cambio por mínimo que sea— dijo Gemelus después de haber recibido aquella información.
—Así será señores, con su permiso— dicho esto se retiró a seguir con sus actividades anteriores.
—Al parecer al fin veremos frutos de tanto tiempo de investigación querido amigo— mencionó Roses a su acompañante dedicándole una sonrisita ladeada.
— Así parece, después de tantos años de pruebas el experimento E19M17 estará completado.— le contesto devolviéndole la sonrisa a su amigo.
—y si para celebrar te invito a cenar a mi casa, Angelo y tu hermano estarán encantados de escuchar las buenas nuevas— comento al empezar a dirigirse a la salida pues su visita había sido para cerciorarse de que todo estuviera en orden.
—En ese caso no hay razón para negarse.— ambos salieron del edificio y se dirigieron tranquilamente a la casa de Roses.
Mientras que minutos después una de las computadoras, para ser exactos la misma en la que se les había mostrado a los doctores los avances, comenzó a detectar un nuevo cambio en las ondas cerebrales del individuo en experimentación, nadie se había dado cuenta de que a pesar de que se esperaba un cambio, no era ese el cual ellos tenían planeado, ya que esas ondas fueron muchos más fuertes de lo que se pensó, y cuando lo descubrieron fue demasiado tarde para ellos.
Esta mañana se registró una fuerte explosión en el laboratorio Elíseos se estipula que dentro había al menos 400 trabajadores sin contar a los visitantes, hay mucho humo, cenizas y escombros pero sobre todo mucha, realmente mucha sangre, aunque aquí existe una gran incógnita en todo esto... ¿Dónde están los cuerpos y que era lo que se investigaba aquí? Reporto para ustedes Alhena Kirman...
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E19M17
RandomVíctima de un experimento fallido, escapa de su encierro llevándose consigo las vidas de sus captores... ¿Habrá algo que lo detenga?