Capítulo 1.

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Narra Taylor:

La lluvia azotaba la ciudad de New York un sábado por la noche. Yo salía de la entrevista de Mark Johnson, espero no formar tanto revuelo por las redes sociales. (Miro el móvil), creo que es hora de volver a casa, parece que he hablado demasiado en la entrevista. Eran las once de la noche, y me acerqué con el coche al restaurante más cercano a mi casa, la lluvia es realmente pesada, no me arriesgaré a ir más lejos.

Cogeré comida para llevar, no quiero estar ni un segundo más en la calle. Llego a casa con los ojos cansados, voy hacia el salón, recojo el portatil y me dirijo a la cocina donde me dispongo a comer la ensalada que encargué en el restaurante. Enciendo el portatil y me encuentro interminables publicaciones hablando sobre la última temporada de Orange Is The New Black. "Taylor Schilling habla sobre la última temporada de Oitnb", "Taylor habla sobre Laura Prepon en la entrevista de Mark Johnson".

Termino de comer y me dirijo a mi habitación, mis piernas están a punto de caer rendidas cuando de repente mi móvil suena.
-¿sí? ¿Diga?
- Hola Taylor
- Laura son mas de las 12, ¿que sucede?, respondo sorprendida
- ¿Podríamos quedar mañana? ¿Qué te parece si salimos a tomar un café?
- Me parece un buen plan Laura, tengo que dejarte mis ojos están a punto de cerrarse. Mañana a las 10 en el coffee bar.
Me quedo dormida en la cama con el teléfono en el hombro y el portátil encendido en la mesilla.

Maldita alarma, oh mierda, son las 9:50, como no me de prisa voy a llegar tarde. Voy a mi vestidor y cojo lo primero que veo, cojo unas gafas para ocultar mis magníficas ojeras y me hago una coleta para salir.

Laura estaba esperándome al final de la calle.

- ¡Vamos Taylor!

Justo empieza a llover y me doy cuenta de que no llevo nada para cubrirme de la lluvia. Todo me tiene que pasar a mi, la vergüenza se apodera de mí. ¿Cómo puede pasarme esto a mí?. Entonces veo a Laura acercándose a mi con un paragüas, aunque es un poco tarde ya que mi ropa está totalmente empapada.

- Vaya, a alguien se le ha olvidado que estamos a punto de entrar en invierno y que en New York llueve casi todo el mes. (Se rie)
-  Vaya Laura, que graciosa. (le doy un beso en la mejilla). Y gracias por impedir que la lluvia acabe conmigo. (Me rio)

Nos sentamos al fondo del bar, donde no hay tanto ruido para poder hablar con tranquilidad.

- Bueno Taylor, ¿qué tal la entrevista de ayer? No me dió tiempo a verla.
- Pues la verdad es que muy bien, aunque me entristeció hablar sobre la última temporada y también sobre nosotras.
- ¿Sobre nosotras?
- Laura, es la última temporada en la que trabajaremos juntas. Amo trabajar contigo, no quiero dejar de hacerlo. (bajo la cabeza, y mechones de pelo ocultan mi rostro).
- Oye, Taylor... Yo también amo trabajar contigo y ojalá coincidamos en otros rodajes... (me aparta el pelo de la cara y me la sujeta con sus manos)
- Bueno... No quiero ponerme sentimental... Debemos de darnos prisa, debemos de llegar a tiempo para planificar la septima temporada.
- Ay Taylor, tú siempre tan sensible.

Miré a Laura a los ojos, y me entraron unas ganas inmensas de besarla. Quizás me esté volviendo loca, pero deseo con todo mi ser rozar esos labios. Entonces le sonrio y sin querer me mancho de café el vestido rojo que había escogido esta mañana sin siquiera elegirlo.

- Oh, mierda

(Laura se rie)

- Ahora mismo vuelvo (me levanto rápidamente tapando la mancha con mis manos y me dirijo al baño).

- Mierda mierda mierda, (echo agua en el vestido).

(Laura escucha tras la puerta)

Salgo del baño con cara de decepción, y veo a Laura fuera del baño, esperando a un lado de la puerta.

- Me encanta cuando te pones histérica. (sonrie)

- Calla idiota (me sonrojo pero sé ocultarlo bien)

Nos dirigimos al estudio en el coche de Laura, y al llegar fuimos corriendo a nuestros camerinos, la directora estaba a punto de indicarnos a todos qué hacer. Cuando entonces Laura entra en mi camerino.

-Laura, ¿qué haces? Vamos a llegar tarde. (le miro con cara de desesperación)

(Laura cierra la puerta del camerino poniendo el cerrojo)

-¿se puede saber qué haces?

Veo a Laura acercarse a mí lentamente, en ese pequeño instante tuve tiempo de disfrutar sus hermosas curvas. Aunque no sé a que viene todo esto. Entonces me agarra de la cintura y me besa con pasión. Yo sin saber bien que hacer y con los mofletes rojos como tomates le sujeto la cara y le sigo beso con deseo. Cuando de repente tocan la puerta del camerino y resulta ser la directora.

-¡Taylor! ¡Ya es la hora!

El futuro nos aguarda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora