Capítulo 6

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Laura oyó el ruido característico del teléfono y presto atención.

—Sala de proyección. Diga.

—Por favor—la voz de Gigi tenía una extraña vibración—. El joven Malik solicita una entrevista con el jefe de proyección.

Al otro lado se hallaba la ancha mesa de Liam. Un tablero al fondo, en el cual se apreciaba un plano. Los ventanales dando una luz tenue al despacho, Pues estaba oscureciendo. Una potente luz iluminando la ancha mesa, tras la cual se sentaba Liam.

Al levantar la cabeza se encontró con los ojos interrogantes de su secretaria.

Liam sonrió.

¿Qué temían? Algún día tenía que ocurrir. Un ingeniero ha de verse con frecuencia con los jefes proyectistas. Nadie podía ignorar que él era jefe de aquella sección.

¿Acaso el mutismo de Laura, que parecía paralizada junto al teléfono, temía una negación por su parte?

—¿Qué sucede, Laura?

—El joven Malik desea verlo, joven Payne.

—Muy bien—dijo Liam con la voz suave, con aquella característica suya—. Dígale que lo espero. Dentro de veinte minutos es la hora de salida, así que se apresuré.

Laura carraspeó—. Señorita Gigi, puede pasar su jefe por esta oficina antes de diez minutos.

Se oyó un chasquido y después el rasgar de la pluma de Liam sobre el papel.

Laura parecía indecisa ¿Debía quedarse o marcharse? ¿Preguntarle? No parecía lo correcto.

—Retire el plano del tablero, Por favor Laura—dijo Liam como si adivinara sus pensamientos—. Y espere que seguramente tendrá que colocar el que traiga Malik.

Era la primera vez en casi dos meses, que iban a verse frente a frente pero eso no lo inquietaba. Únicamente lo emocionaba. Claro que eso no era fácil que nadie lo comprendiera.

Se oyeron pasos firmes. Los pasos de Zayn. Liam lo reconocería entre miles de pasos. Después unos golpes en la puerta. Laura la miró y Liam inclinó su cabeza asistiendo.

—Adelante—dijo la voz de Laura.

Se abrió la puerta y apareció Zayn vestido de gris, correcto, firme, tan elegante como siempre. Portando en la mano un grueso rollo.

—Buenas tardes—saludó con una voz  algo ronca. Una voz que Liam desconocía en Zayn. Aunque pareciera mentira.

—Adelante, Zayn—murmuró Liam con su gentileza habitual— ¿Qué te trae por aquí?

Zayn se situó junto a la mesa tras la cual se hallaba Liam.

Venía de ver a Gigi, de sentir a Gigi, de escuchar su voz destemplada, de ver sus ojos alterados. Aquel equilibrio de Liam, aquella elegancia, aquel mirar largo de sus ojos cafés, produjo en él una sensación muy extraña, una sensación de la cual huyó por temor a analizarla.

Laura no parpadeaba. Arreglaba documentos, los iba seleccionando sobre la mesa, pero no dejaba de pensar y observar disimuladamente a ese par. ¿Como era posible que aquellas dos personas fuesen novios durante tantos años? Analizados los dos a la vez. Laura estimaba la dulzura de Liam. Él era el mismo de siempre con Zayn. Si alguno de los dos estaba nervioso, seguro que era el ingeniero y no el jefe de proyectistas.

Liam se puso de pie y como siempre vestía ropa casual; pantalón de mezclilla ajustado, camisa blanca con un perfecto doblado en las mangas hacía arriba, un saco color beige. Con toda lentitud, salió de tras la mesa y se acercó al tablero.

No sufras por mi dolor »Ziam«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora