Esa noche la lluvia no planeaba detenerse, esa noche la luna quiso estar ausente, esa noche las estrellas desaparecieron y esa noche la ciudad solo se alumbraba por los edificios y hogares.
Park JiMin era un escritor novato de novelas, este se encontraba con un bolígrafo de tinta negra en su mano, una libreta y una pequeña luz amarilla proveniente de su lampara.
El odiaba la lluvia, ¡la aborrecía!
1.No lo ayudaba a concentrarse en sus escritos.
2.Las miles de goteras eran un problema.
3.Le tenía miedo a la lluvia."Evelyn tomo la rosa de su tocador y..."
-¡Mierda!¡estúpida lluvia!-
El joven hombre levanto su dedo medio al techo, sabiendo que nunca recibiría respuesta.
-Te estas burlando de mi...¿no es así Dios?-JiMin enloquecía totalmente con las gotas del cielo.
-A de ser muy lindo estar recostado en esas nubes grises...sabiendo que no saldrás afectado, ¿verdad?-
Justo en ese momento el clima empeoro.
-Ah...ten piedad, hombre.-Pasos apresurados, llaves, quejidos agudos.
El ya sabía quien era.
La puerta se abrió revelando a un hombre con un impermeable y dos vasos de café de alguna tienda cercana.
-Ah, JungKook, sabías que iba a llover...- El mayor se levanto y tomo una toalla del baño.
Se la entrego al pálido chico peli-negro.
-Gracias Hyung...traje tu café preferido...-
-No era necesario Kookie, primero esta tu salud...-la voz suave y adorable de JiMin era una de las cosas favoritas de su amigo.
-¡Que lindo eres Jiminie-Hyung!-grito el pelinegro mientras apretaba con sus manos las mejillas de su compañero.
El comentario fue la causa de la aparición de un pequeño sonrojo en la cara del peli naranja.
Un trueno.
El rojo de las mejillas de Jimin se desvaneció y quiso concentrarse en algo que no fuera la lluvia tan estruendosa.-¿Tienes miedo?-pregunto rápidamente Jeon.
-Claro que no.-
Park se sentó en su silla negra de nuevo.
Comenzó a morder sus labios rosados frenéticamente, los nervios de no encontrar una continuación.
-¿Sabe que me gusta de la lluvia, hyung?-
-Mh...-
-Me recuerda a usted.-
-¿Cómo dices?¿a mi?-
-Es muy bella y llega tan pocas veces acá que es un milagro.-
-Tu punto es...-
-Cuando le digo que es lindo no bromeo Hyung.-la risa del menor lleno la casa, contagiando al contrario.Park Jimin no tenía las agallas para decirle lo mismo a Jeon, solo tenía su libreta.