Capítulo XV

147 15 0
                                    

Estefan cumplió lo que dijo al pie de la letra.Estuvo toda la tarde sentado en la cama,esperando a que comiese.A veces me gritaba que comiera y otras hasta me amanezaba.Cada momento resoplaba y bufaba haciendo que me pusiese de los nervios.Me ponía nerviosa su cercanía pero su enfado aún más.Yo amaba a Estefan,pero tenía actitudes que me hacían enfadar y acabar con la poca paciencia que tenía.Intento pensar que esta haciendolo por mi,pero llega a un punno en el que mi paciencia se agota.Estefan estaba sentado de brazos cruzados en la cama mirandome con enfado.La bandeja de la comida aún estaba en el suelo,sin que nada que contenía se moviera de su sitio.La sangre se había secado un poco y el vaso se tornó a un color rojizo oscuro,pero seguía teniendo ese apetitoso olor que me removía el estómago.Aún así,no tenía apetito.Yo estaba sentada mirando al suelo,no tenía valor para enfrentarme a Estefan.

-Natalia,esta es la última vez que te le digo.Come de una puta vez-me dió un escalofrío pero no le respondí.Sentí que cogía mi brazo y me tiraba hacía él con fuerza.Me hizo mirar sus furiosos ojos esmeraldas que no tenían emoción ni brillo.Me asustaba.Tragué saliva y sentí humedad en mis mejillas.Eso pareció enfurecerle más y apretó su agarre.Pude ver la tensión en su mandíbula y supe que estaba apretando los dientes.Yo,con el poco orgullo que me quedaba,intente retirarme de su agarre.

-¿Quién te crees que eres para tratarme así?-mis esfuerzos de zafarme de él eran en vano.Él me miró con una mirada que se podía comparar con la de un gatoacechando a su presa.

-Eso mismo me pregunto yo-al fin,me soltó el brazo y se levantó,encarandose delante mia.Me intimidaba pero le aguante la mirada-Te dije que te amaba,luego besas a Dylan una vez que te lo digo.¿Estas jugando conmigo niña?-no lo reconocía.Estefan tenía una parte muy óscura y la había descubierto-No,pero tu no digas nada.Ahora vete con él,haz tu vida con él.Pero que te quede en la memoria que me has hecho daño y no pienso sufrir más por una mujer que juega con mis sentimientos.Si querias hacer daño ya lo has hecho,nunca olvidare esto.

-Os amo a los dos-me levante para encararle,pero me sacaba una cabeza y era más intimidante que estando sentada-¿No puedes entenderlo?No puedo estar con ninguno por eso.

-Si claro,tu misma excusa de siempre.¿Para que besas a Dylan delante mia o por qué no quieres que te bese delante suya?No puedes tenerlo todo.

-Yo no dije en ningún momento con quién estaba-no se de donde sacaba la fuerza de voluntad para hablar sin echarme a llorar.Por una parte tenía razón.

-Simplemente demostraste que no valemos nada para ti-intente que mi orgullo no saliese herido por sus palabras,aunque ese intento no valió de nada.Me volví a sentar en la cama y sentí como de nuevo las odiosas lágrimas se deslizaban en mis mejillas.

-¿Por qué te preocupas tanto por mi según tu soy una puta que juega con tus sentimientos?-mi voz estaba rota.Él suspiró con fuerza y cerró los ojos.Sonrió un poco,pero era una sonrisa sarcastica.Abrió los ojos,en ellos no había enfado,algo que me tranquilizó.Pero me miraba fijamente,como estudiando mi rostro.

-Te sigo amando,eso nunca cambiará-lo dijo sin emoción,como si fuese algo malo.Y lo era.Creo.Nos quedamos mirando sin decir nada y finalmente aparte la mirada a la comida y lo volví a mirar.Comprendí lo que sentía,yo en su lugar también estaría furiosa.Pero todo era tan...confuso.Nos quedamos en silencio,sin que ninguno lo rompa.Finalmente él suspiró,se agachó a mi altura y me miró directamente a los ojos.Su cara ahora la veía algo borrosa y me sentía mareada.Antes de que pudiese escuchar lo que iba a decir,me desmaye en la cama.

                                                                                  ***

Sentí una serie de pinchazos en mi brazo y eso fue lo que me despertó.Aún estaba mareada,aunque me sentía con fuerzas para estar consciente.Abrí un poco los ojos,dejandolos entrecerradosMire mi brazo derecho,donde había sentido los pinchazos.Allí tenía marcas de agujas y algunos moratones.Me sentí fuerte en un momento,la adrenalina me colapso las venas y sentí necesidad de moverme.Miré la habitación donde estaba y era la de Dylan.Miré en la mesilla donde había jeringuillas con sangre dentro.Pero esas jeringuillas eran más largas y parecían hechas de un material fuerte que no supe deducir que era.Me habían inyectado sangre humana.Me levanté sin marearme de la cama y vi por la ventana que se había hecho de noche.Ahora todo lo veía mejor,cada objeto,el suelo,las paredes...Me sentí mucho más rápida y ágil.Abrí la puerta y caminé por el pasillo.Escuche voces,entre ellas la de Estefan y la de...¿Dario?

-Dylan aún no ha vuelto,no voy a elegir sin él-dijo Estefan.Se escuchaba inquieto y nervioso.Escuchaba sus pasos llendo de un lado para otro.

-Ahora Dylan es tu padre-masculló Dario con sarcasmo.Apreté los dientes y me asome.Dario estaba de pie en la entrada,llevaba una camiseta roja y unos pantalones largos.Estefan caminaba de un lado a otro como un tigre enjaulado.Me sorprendió que Estefan no le dijera nada tras ese comentario.Estefan giró la cabeza para verle.

-No...-parecía que Dario lo intimidaba,lo que me sorprendió.Se encaró a Elizabeth,otros tres híbridos,un monstruo,vampiros...

-Mira Estefan no tengo tiempo para nada.Eliges venir con nuestro clan o los híbridos.No tienes otra opción,ni Dylan tampoco.Teneis que alejaros de ese demonio hija de Elizabeth.

Diez Noches Para OlvidarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora