Capítulo único

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Martes 06 de agosto de 1648

Desperté sobresaltado, era la segunda vez en la semana que tenía ese extraño sueño. Estaba en el bosque, mirando como a lo lejos cinco mujeres rodeaban un pentagrama invocando a alguien...

Mientras que, recostado sobre un árbol, un bulto se movía desesperadamente... Tal vez sea un animal, me dije; mas al acercarme me di cuenta de que era un niño, un niño pequeño... La curiosidad me mataba, quería saber quién era; sin embargo, sólo siguió sollozando en silencio y sin voltear a mirarme en ningún momento.

Jueves 08 de agosto de 1648

Ya no sé qué hacer. Tuve el mismo sueño, otra vez. Es la cuarta vez en esta semana. Cada vez es más terrorífico, cada vez me veo más cerca de ellas. Y hoy, recuerdo haber estado sentado al lado del niño, quien no dejó de sollozar ni hizo acto de haberse percatado mi presencia.

Las mujeres me sonreían y me invitaban a unirme a ellas... Mas cada vez que intentaba pararme, sentía como una fuerza mayor me impedía levantarme.
Todas eran hermosas, usaban vestidos blancos e iban descalzas. Tenían ojos violeta, tres eran pelirrojas y dos, completamente rubias. Era increíble contemplar la perfección de sus formas y movimientos.

Viernes 09 de agosto de 1648
23 horas

Nuevamente soñé lo mismo. Tengo miedo, mucho miedo. Temo terminar como ese niño. Hoy vi como lo mataban, como le quitaban la vida a un ser inocente y, posteriormente, lo descuartizaban.

Aún es de noche y acabo de darme cuenta de que no sé dónde estoy... Todo está húmedo y oscuro... Empiezo a ver todo más claro, reconozco a las mujeres de mi sueño, yo estoy bajo un árbol, el árbol donde estuve sentado al costado del niño aunque de él no hay rastro alguno...es como si se hubiese esfumado. Sin embargo, es cuando intento pararme que me doy cuenta de que no hay otro niño y que probablemente nunca lo hubo; ya que, ese niño...ese niño soy yo.

El sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora