¿¿Quien Es Alejandra??

Frío

Mi mano temblaba como nunca, tenia tanto miedo que apenas logré sujetar la manija.

"¡¡Abre de una puta vez!!"

El tipo me volvió a gritar, sujete la manija tan fuerte como puede y la abrí.

"¡Ah!"

Una luz me cegó.

"¡Entren!"

Cubri mis ojos con la mano y entre, aquella luz se fue moviendo al otro lado, dejándome ver lo que había en aquel lugar.

"¡¡Mama!!"

Corri hasta ella, estaba desnuda sobre el suelo y atada a los estantes, la abrace.

"¡Mama! ¿¡Estas bien!?"

"¡¡Ahg!! ¡¡Hija!! ¡¡Ayudame, ayudarme!!"

"¿¡Que te hicieron!?"

Temblaba y estaba sangrando, no podía ver de dónde pero era mucha sangre.

"¡¡No, no mama!! ¿¡Donde te duele!?"

"¡Añe ñas ñerñas ñuta!"

Ese sonido vinó de detrás de la luz, parecían palabras pero no estaba segura, aun así mama miro a la luz con los ojos muy abiertos y comenzó a bufar.

"¡¡Fu, fu, fu!!

Su cuerpo temblaba mientras intentaba mover las piernas.

"¿Que pasa mama? ¿Que hacés?"

"Ñeteñe ña maño."

De nuevo aquél sonido, no podía entender lo que decía.

"¡¡Ñeteñe ña maño!!"

Se repitió, me dio la sensación de que me gritaba a mi.

"¡Carajo! Eñe, no se te entiende ni una mierda."

El hombre que tenía a papa intervino.

"¡¡Que le metas la puta mano en el coño!!"

(¿¡Que!?)

Voltee a verlo, los dos estaban del otro lado de la puerta, el cañon de su arma chocaba con la cién de papa.

"¿¡Que, eres idiota!? !Mete tu puta mano en el coño de tu madre! ¡¡Hazlo!!"

No era posible lo que me decía.

"¡No, no, no!"

Abracé a mi madre tan fuerte como pude para protegerla.

"No te preocupes, yo te cuidaré."

Le dije pegando mi frente a la suya, ella arrugo la cara y comenzó a llorar.

"!Waa!"

"Calmate, calmate, estoy aquí, nadie te hará daño."

"Esto no está funcionando. !Ey tú! ¿Eres niño no?"

Aquel tipo continuaba hablando, parecía darle órdenes a Alejandro.

"¡Quiero que le quites la ropa a esa perra y te la cojas!"

"..."

"¿¡Bien!?"

"¡Carajo! ¿¡Nadie quiere divertirse aquí!? Ok. Ok. Ok. ¡Pues a la mierda! Eñe, deja la maldita cámara y entra en escena"

"¡Ña, ña, ña!"

"Tap, tap, tap."

Aquel sonido y los pasos se oyeron a mis espaldas, acercándose.