TWO PIECES | MICHAENTINA

Capitulo 3

Abrí mis ojos y comprendí que habían pasado bastantes horas de las que había pensado para dormir la siesta. Noté que la música seguía sonando en mis oídos, con una canción de Bruno Mars.

Chequee mi celular y tenía un millón de mensajes: del grupo de Bariloche, de las pibas, de Mía, uno de mi hermana y - por alguna razón sonreí - uno de Mike, que había respondido el que le había mandado hoy temprano. Empecé respondiéndole a él que había mandado un: "Hola, soy Mike" había copiado mí mismo mensaje. "¿Todo bien?" - envié y espere a que respondiera -

Mientras esperaba su respuesta me llegaron más mensajes de Mía, que pesada que era a veces. "Dale estúpida, ¿Por qué no me respondes?" "Estas en línea, lo estoy viendo" "Listo, te voy a llamar" "ME ESTAS PREOCUPANDO VALENTINA" y de repente mi celular empieza a sonar, era Mía llamándome para hacer video llamada.

- Sos imbécil - me dice - ¡Hace más de tres horas que te estoy escribiendo!

- ¿Qué te pasa? No grites - le dije  -

- ¿A dónde estabas? ¿Qué estabas haciendo? ¿Todo bien?

- Si, todo bien. Tranquila, estaba durmiendo. – le dije tratando de asimilar todos sus gritos – Así que no me grites porque me acabo de levantar recién. Por favor. – le sonreí –

- ¿Segura, y por qué estás en línea?

- Si, segura. Estaba durmiendo y recién me desperté. Estaba en línea leyendo todos los mensajes que mandaron en el grupo porque son unos pesados.

- No lo hagas más, estúpida. Me preocupé. - y se le llenaron los ojos de lágrimas –

- Tonta. - le sonreí - No lo hago más te lo prometo.

- ¡En serio, no te rías! La estaba pasando mal. Dios, te odio Zenere. - y cuando me decía por mi apellido sabía que ya estaba tranquila - La próxima me avisas cuando te vas a dormir. – y le revoleé los ojos - Y ahora volviendo al tema, no me como ese cuento de que estabas leyendo los mensajes del grupo. ¿Qué hacías en línea?

- No hacía nada. - me reí –

- Dale, contame. Te conozco.

- Si, estaba hablando con Mike. Pesada.

-  ¿De qué hablaban?

- Sos una molesta, ni siquiera estábamos hablando porque me respondió el mensaje que le mandé hoy para que guarde mi número.

- ¡Ay! Ya me veo venir esta parejita divina.  - le iba a decir algo y me llegó la respuesta de él, sonreí y ella se dio cuenta  - ¿Te acaba de responder? ¡Acá Mía llamando a Valu!

- Sos una intensa. Sí, me acaba de responder recién. Me preguntó cómo estaba yo. Y si estaba mejor.

- ¡Aw es un amor! Cuando se casen quiero ser la madrina porque yo descubrí esta pareja primero. ¿Okei?

- Me hizo reír fuerte - ¡Mía!

- Disculpame pero quiero mis créditos, no siempre pasa esto en la vida.

- reímos – Bueno te voy a ir dejando porque llegó mi papá.

- Bueno. - me dijo – Me vas a seguir contando por mensaje. No me vayas a dejar colgada, además quiero saber toda la historia con tu nuevo chico.

- No paras un segundo, dios.

- Bye baby!

- Bye

Cortamos video llamada porque mi papá había llegado y no le gustaba que hiciera ruido, ni que estuviera gritando fuerte. Decidí responderle a Mike, que me había mandado: "Bien. ¿Y tú, estas mejor?"

- "Si, estoy bien. Gracias.";  "¿Segura?"; "Sí"; "Oye, ¿Al final nos juntaremos mañana para hacer el trabajo, o no?"; "No puedo, pero pasado mañana sí"; "Bueno, ésta bien";  "Si, perdón."; "No pasa nada."

No volvió a escribirme y yo a él tampoco.

Tenía hambre pero no quería salir del cuarto y mucho menos verle la cara a Roberto pero no había almorzado y necesitaba con urgencia ingerir comida.

Salí del cuarto y me dirigí a la cocina, él estaba sentado en el sillón mirando la tele con un vaso de cerveza en la mano, como siempre, pero pasé por atrás para no tener que verlo.

- ¿Y vos no me vas a saludar? - me dijo y seguí caminando a la cocina - ¿Ahora sos sorda? - gritó - ¡Te estoy hablando! - gritó más fuerte –

En mi mente solo pensaba en que tenía que ignorarlo pero él seguía gritándome, aún más fuerte. Sentía su voz tan cerca que por un momento pensé que lo tenía atrás mío.

- ¡Te estoy hablando pendeja! ¡Contestame! - me gritó y vi que venía caminando hacía mi –

- ¿Qué te pasa? - le dije y él ya estaba frente a mí –

- ¡A mi no me gritas! - me dijo y me agarró del pelo - ¿Me escuchaste? - podía sentir su aliento a cerveza - ¡Soy tu papá y a mí me respetas –

- ¡Basta! ¡Deja de gritarme! - le dije –

- ¿Qué? – dijo exasperado - ¡Yo te grito todo lo que quiero, porque soy tu papá!

Y así de repente me pegó una cachetada. Y otra. Y otra. Tan fuerte que podía sentir su mano todavía en mi mejilla. Las lágrimas me caían por las mejillas. Y sentí que la sangre de mi labio entraba en mi boca.

- ¡Soy tu padre, y me vas a respetar! ¡Acá se hace lo que yo digo! ¿Me escuchaste? - me soltó del cabello–

Iba a pegarme de nuevo cuando apareció mi hermana y vio todo lo que estaba pasando.

- ¿Qué haces papá? ¡Soltala! - gritó –

Mi papá la vio y se alejó de mí. No sabía el por qué, pero él siempre hacía lo que ella decía.
Victoria se acercó a mí y me sostuvo entre sus brazos. Yo no podía dejar de llorar. "¿Estas bien Valu?" Me preguntó y le hice un gesto de cabeza, diciéndole que no. "Basta papá, siempre es lo mismo" le dijo y mi hermana me llevó al cuarto.
Me sentó en la cama y empezó a chequear mi labio. Estaba cortado, y se me había hinchado por el golpe. "Dejame ver tu labio Valu. - me dijo - Voy a traer gasas y algo para que a sangre pare."Me curó las heridas, como siempre hacía.

- ¿Mejor? - me preguntó –

- Perdón - le dije –

- No pidas perdón, sabes muy bien que vos no tenes la culpa de nada. - me dijo y colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja. –

- Lo único que haces siempre es estar para mí todos los días, tenes que irte de acá Vicky.

- No te voy a dejar sola. Ya te lo dije. Sos mi hermana.

- Si, pero vos tenes que tener tu vida. No ocuparte de mí. Soy tu hermana, no tu hija.

-  Todo se va a solucionar pronto. Estoy segura.

- Gracias por siempre estar ahí para mí.

- Y voy a estarlo siempre. - me dijo - A ver como tenes el labio, mostrame. Ya bajó un poco pero sigue hinchado por el golpe.

- Tranqui, el maquillaje soluciona todo - le hice una media sonrisa –

- Ay bebe. - y me abrazó –

Sonó mi celular y me sorprendió ver que era un mensaje de Mike, raro. "Hola bonita ¿Estás ahí?" Y sonreí.

- ¿Y esa sonrisa? - me preguntó-

- Nada. - le dije - Es solo un compañero del colegio, es nuevo. Nada más.

- ¡Ay, tenes novio! - me dijo y sonreímos –

- No es mi novio. Es un compañero Vicky, vos sos igual que Mía, el primer chico que me habla y ya me lo quieren encajar como novio. – negué con la cabeza –

- Por eso siempre Mía fue mi favorita. – rió - Nunca digas nunca. Seguro es un buen chico y tarde o temprano papá tiene que entenderlo.

- No sé, no creo. No me voy a ilusionar por nada. Mejor lo dejo ahí.

- Te lo mereces. - me sonrió y me rodeó con un brazo -  Me alegra vertesonreír después de mucho tiempo.