Let her go.

Cap #1. "Te tenemos una sorpresa"

Un día, sólo un día para vacaciones, ¡por fin! Días para descansar del colegio, dormir, leer... dormir. Sólo tenía que aguantar 1 día más.

Como siempre me levanté a las 6 am, tomé una ducha, me lavé los dientes, me puse el uniforme, tomé mis cosas y salí de casa a tomar el transporte. La rutina del diario, pensé.

Nos dejaron ir a casa temprano. Iba bien el día. Tuve la típica despedida conmevedora con mis amigos, pues no los vería en 1 mes y medio.

Llegué a casa. Mis papás me estaban esperando en la sala.

-Queremos hablar contigo.

"Ahora que hice" -pensé.

-Te tenemos una sorpresa, princesa. -dijo al fin papá.

-¿De qué se trata?

-Habrá un campamento para este verano. Queremos que vayas, te vas a divertir. Te ayudará mucho...

-Mamá, no quiero ir. Ya sé de qué se trata esto.

Mis papás piensan que tengo un problema. Mi alimentación no es muy buena, pero yo lo veo como algo normal. Para ellos no lo es. Suelo tener problemas en la escuela, soy algo peleonera. Tengo 17 años y nunca he tenido novio, a mamá le preocupa eso, aunque para papá es perfecto. Dicen que soy muy bonita, pero no me arreglo mucho, no me siento tan cómoda con mi cuerpo. Me encierro en mi mundo, el único acercamiento que tengo con niños es cuando juego algún deporte, videojuegos o peleo con ellos. El único hombre en mi vida es mi papá, soy su princesa y él es mi heroe, y no está en mis planes que alguien más entre.

-Es por tu bien, además, es un campamento para adolescentes, será divertido.

-Convénsela, papi. No quiero ir.

-Lo siento princesa, es lo mejor para ti.

-¿Dónde es? -dije molesta.

-Fuera de la ciudad...

-Lo supuse. ¿Cuándo?

-Mañana.

-¿Qué? ¿Acabamos de salir de clases y ya me van a mandar lejos? Perfecto, iré a empacar.

Salí corriendo a mi habitación. Puse música y empecé a empacar. Mientras arreglaba todo, comencé a llorar. Sentía que querían deshacerse de mí, me sentía un estorbo, sólo daba molestías con todos mis problemas. Es lo mejor, pensaba.

Papá tocó la puerta.

-¿Puedo pasar?

-Adelante.

-¿Podemos platicar?

-Como quieras, papá.

-Sabes que te amo, ¿cierto?

Levanté la mirada, sus ojos eran cafés, un café muy obscuro, tenía una mirada penetrante y hermosa. Era alto, moreno claro, cabello ondulado y medio largo. Era realmente guapo.

-No tienes porqué decir nada, princesa. Sólo ven aquí.

Lo abracé y comencé a llorar de nuevo.

-Te voy a extrañar, papá.

-Yo estaré esperándote, cielo.

-Sólo doy molestías, es mejor que me vaya.

-Esto te va a ayudar. Vas a regresar. Eres lo mejor de mi vida, sin ti mi vida sería fea.

-Lo sé, soy encantadora, ahora ayúdame a empacar.

Terminamos que hacer maletas, platicamos un rato más. Sólo recuerdo escucharlo decir "A las 8 tienes que estar lista" y me quedé dormida.