Capitulo 3

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Esperen!... Esta con una chica, una chica media morocha con un físico increíble y se esta riendo, ella le pasa la mano por su brazo y se ríen, Oh no, no, no.

Wow, estoy celosa, estoy muy celosa.

-Ash, quien es esa?- escucho la voz de Tiffany detrás mío, con un poco de bronca de parte de ella también.

-No lo se, pero se ríen juntos...- le respondo apretando los dientes, pareciendo así una loca obsesionada.

-Creo que vas a tener que conquistarlo- me susurro mi amiga, mientras me guiñaba un ojo.

-Que? NO, Dios estoy exhausta- le respondí, de forma cansada.

-Ya veremos amiga, yo te ayudare-.

Tiffany esta completamente loca, es una amiga excelente, recuero de que segundo grado un niña me quería pegar, y ella me defendió, recuerdo que le tiro de sus dos trenzas y la niña se puso a llorar.

Le dio un beso, la chica morocha le dio un beso en la mejilla a Noah, creo que estoy por explotar de furia. Intentaba de relajarme a mi misma por dentro " Bien, Ashley Elle Grey Steele relájate, esa morocha no es mas que un bicho..." Me repetía eso en mi propio cerebro, pero no lograba focalizarme en otra cosa.

***

Ya pasaron tres días desde que estamos aquí, y sigo sin entender el plan de Tiffany, seducirlo? No puedo, yo no soy así.

Ya eran las 8 pm, nos dedicarnos a bañarnos y cambiarnos cuando alguien toco la puerta de nuestra habitación. Tiffany fue a ver quien se encontraba buscándonos.

-Ted? Que sucede?- le pregunto Tiffany.

-Puedo hablar con mi hermana?- le contesto el, yo me base en escuchar todo mientras me peinaba el cabello

-Claro-.

-Ash, necesito que me hagas un favor- comenzó a decir mi hermano mientas estaba apoyado en la pared con todo su cuerpo. -Necesito que nos acompañen a una fiesta hoy a la noche, solo nos dejaran pasar si vamos con mujeres.- termino Ted con cara de bueno intentando de convencerme.

Mire a Tiffany y estaba con una sonrisa de oreja a oreja, así que accedí a la oferta de mi hermano.

- Es formal?- le pregunte para que no vayamos fuera de lugar.

-Si, con un vestido corto están bien- me respondió contento y le guiñó el ojo a mi amiga, que poco ubicado!

Le pedí a Tiffany que me ayude a plancharme el cabello, aunque lo tenga dentro de todo lacio, quería estar echo un bombón para llamar la atención de Noah, me abarcaba unos siete dedos mas abajo de mis senos.

Me puse un vestido blanco corto, acorazando que provocaba que mis pechos salieran como si estarían por explotar, tengo que admitir que favorecía mi silueta y el color de mi piel. Me maquille leve, con un poco de rímel y una fina linea delineador arriba de mis párpados y Tiffany me obligo a ponerme un labial rojo pasión, zapatos y bolso de mano haciendo juego.

-Ashley, te ves hermosa- me dijo mi amiga, realmente poniéndome incomoda. Mientras se lanzaba a mi para darme un abrazo

-Tu crees? Tu te ves hermosa- le comente en respuesta a su cumplido.

Tiffany se puso un vestido azul eléctrico el cual tenia unas tiras que se unían en su nuca, y un labial rosa magenta. Realmente estaba bella.

Por último me coloque el reloj de oro que me regalaron cuando cumplí 15, un regalo tipo en la familia de parte de mi padre.

-Vamos?- me pregunto ya lista y emocionada que salía con mi hermano.

Agarramos los tapados, que nos tapaban hasta el vestido y parecía que estábamos completamente desnudas, fuimos a buscar a los chicos al primer nivel del hotel. El elevador no llegaba así que optamos por usar las escaleras, mierda son muchos pisos. Mis pies ya dolían, bien tenia unos zapatos de trece centímetros como no iba a doler.

Oh no! Allí estaban parados hablando con un traje, Noah lucia tan adorable, tenia una camisa de un color blanca dos botones estaban desabrochados que me permitía admirar su pecho y unos pantalones negros, y un reloj negro con mucha clase, tenia sus manos en los bolsillos...

Su pose era ciertamente excitante.

-Están listas? Lucen muy bellas- dijo Ted, y pude sentir una oleada de calor debido que Noah me observaba.

-Claro, vamos- le contesto Tiffany con una leve sonrisa. Su pelo estaba perfecto, tenia unos bucles en la punta que hacían parecer que fue al salón de belleza.

El auto que alquilo Ted estaba en la puerta, era un Audi A4 negro, entramos en el, Tiffany y yo optamos por ir atrás juntas.

-Y bien Ted, que es una casa o un lugar mas publico ?- le pregunte para que me informe sobre el lugar

-Es una casa, de una de las amigas de Noah, que tiene acá una casa de verano- comento mi hermano mientras me miraba por el espejo retrovisor.

Una amiga? Así qué tiene amigas que viven en París, no quiero imaginar la cantidad que debe tener en Seattle, primero la morocha y ahora está, esta rodeado de mujeres.

Llegamos a la residencia y unos tres hombres estaban el la puerta, el primero le pidió la llave a mi querido hermano para aparcar el auto. El segundo tenia una bandeja con copas de champain y el tercero abría la puerta al invitado.

Tomamos una copa de champain y nos dirigimos al interior de la residencia.

Bien estaba lleno de personas, casi todos de la edad de Ted y Noah, la casa es muy amplia con paredes blancas y cuadros en ellas, había sillones blancos los cuales mucha gente se sentaba, en una punta se encontraba la barra y un hombre detrás de ella que preparaba los tragos.

Al entrar los chicos se fueron y nosotras quedamos solas, que caballeros. Una señora se encontraba parada al costado de la entrada pero no sabia cual era su función y de repente nos habla.

-Chicas, quieren guardar sus abrigos?- nos pregunto con una dulzura y simpatía poco creíble.

-Claro- contestamos al mismo tiempo con Tiffany.

Nos quitamos los tapados y se los dimos a la señora, también dejamos los bolsos. La música estaba mas que fuerte y retumbaba en mis oídos, recién eran las 12 pm, y todavía nos quedaba una larga velada.

Gire para mirar a mis costados y Tiffany no estaba, maldita amiga y maldita su costumbre de irse sin avisarme, estaba sola y no sabia que hacer así que, opte por ir a la barra en busca de alcohol. La gente no te permitía pasar, había una gran cantidad de personas, solo debía empujar un poco y lo logre.

La barra estaba en frente de mis ojos, Wow me tentaban muchos tragos, pero opte por un vodka puro, para embriagarme y ya acabar con esta maldita fiesta.

-Que le sirvo a la hermosa señorita?- pregunto el hombre de la barra con una gran alegría espontánea en él, bailaba y cantaba mientras hacia los tragos

-Quiero un vodka por favor- le pedí lo mas amable posible, mientras me sentaba en una de las sillas de la barra, esas altas.

Espere unos cinco minutos y el muchacho me dio el vodka, lo tome lo mas rápido que pude, pude admirar un increíble fuego dentro de mi garganta, y al poco tiempo ya sentía como rebotaba dentro de mi cabeza.

Mi cerebro se movía sin intención, el alcohol ya producía efecto en mi cuerpo

Sentí que alguien me toco el hombro, era una mano de hombre, un poco rasposa, me di vuelta con una enorme sonrisa...

La hija del Señor GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora