This is not my life •Sebastian Stan•

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Perdón si han sido muy cortos!

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Entramos en la sala de juntas y ahí, como era de esperarse, se encontraban Evans y Anthonie que, aún, no sé qué función cumple en la empresa.

- _______, no me has dicho que  vendrías con Sebastian.- Dice poniéndose de pie al momento de nuestra entrada.

Saluda al rumano como la última vez, al igual que su compañero y toma asiento. Yo trato de mantener la distancia entre Christopher y mi persona, por lo que decido sentarme en la punta de la mesa, donde me encontraba a tres lugares de distancia.

En la junta se "habló" sobre las futuras actividades de la empresa junto con la de Evans, quien no me dedicó más que unas miradas y sonrisas coquetas, que fueron interrumpidas por Macy, diciendo que mi madre estaba al teléfono, por lo cual dejé la sala, agradeciendo internamente.

Diane sólo ha querido disculparse por lo ocurrido la última, para nosotros primera, vez. Ha dicho que no fue su intención gritar todas esas cosas, mucho menos con Sebastian frente a nosotras, y que deseaba con su corazón que vayamos a visitarla dentro de dos semanas, ya que se encontraba en Londres con Bob por su décimo quinto aniversario, a lo que  respondí que en las siguientes semanas estaríamos allí ya que pasaríamos los días con la familia dd Seb, y ahí fue donde organizó una "cena familiar", o sea, ambas familias.

- Cómo que ella decidió organizar una cena familiar?- Pregunta él, enfatizando en el sujeto y el verbo, al no poder creer que Diane fuera capaz de controlar nuestras vidas de tal forma.

- Así como te digo, hombre! Ella es la que ha hecho esto! - Expreso indignada creyendo que él insinúa que miento, y al notarlo se acerca hacia mí para sujetar mis brazos.

- Cálmate, no he dich...-

- Oh, lo siento- La puerta es abierta por nada más ni nada menos que Christopher Evans, que ignora la situación en la que estábamos Sebastian y yo, por más que no era para nada comprometedora.- _______, linda, podemos hablar un momento?- Pregunta y me mira con los ojos más bellos que he visto, y trato de evitar ruborizarme.

Ambos me miran esperando una respuesta, aunque puedo notar como el rumano juega con los músculos de su mandíbula y ligeramente suelta mis brazos para formar con sus dos manos, puños.

- Ahora mismo estamos ocupados, Evans. Además, lo que hables con ella lo puedes hablar conmigo, no es así?- Y aquí es donde digo:

Sebastian, que cojones te pasa.

El rubio no sabe donde meter la cabeza y yo deseo que me trague la tierra porque no tengo ni puta idea de como reaccionará él.

- Claro que sí, amigo.

Y puedo jurar, que en ese momento pude ver los pensamientos de Sebastian diciendo: amigo mis bolas.

Pues, qué clase de amigo se le insinúa a tu pareja?

- Quería saber si podrías hacerme un lugar en tu agenda para cenar, ya sabes, por los temas de la empresa.- Dice aún con la mano en la puerta y yo hago de cuenta que reviso mi "agenda", la cual ni siquiera sé que existe y, desafortunadamente, no lo hay.

- Lo siento, Evans. Tendrá que ser otro día.- Sonrío y el rumano sujeta mi mano. La mirada del rubio se dirige en esa dirección y su sonrisa pasa a ser confusa.

- Claro, no hay problema. Hazmelo saber, preciosa.- Dice y se va, gracias a Dios.

- Hazmelo saber, preciosa- Burla Sebastian, haciendo que una risa salga de mi boca. El sonríe y vuelve hablar.- Creo, sólo creo, que es la primera vez que te veo reír.