Bianca

Cuidado con la falda - Prólogo

La debilidad de mis piernas se hace presente, conforme más pasa el tiempo más nerviosa me pongo, pregunta tras pregunta y respuestas con sabor a duda. Me acomodó el listón en un desesperado intentó por concentrarme. El maestro lleva el cronometro de el tiempo, nos mira con intriga y aparente desesperación. El ruido de los lápices escribiendo se intensifica y me estresa.  Tic-Tac-Tic-Tac-Tic-Tac Tic-Tac. El maestro hace una señal y todos paramos de escribir, uno por uno como soldados entregan los exámenes. Al entregar el mío el maestro me mira complaciente

-Señorita Jeffersen- dice con una sonrisa al dar una pequeña revisada a mi examen

Creo que está bien debido a su mirada

-Bueno...yo- digo tratando de ya irme

-¿Podría hacerle una observación?- pregunta

Creo que me dará una ayuda de estudio, me detengo y lo miro a los ojos

-En momentos de nervios, procure cerrar bien las piernas- dice mirando mi pequeña falda roja

Trago saliva y salgo sonrojada, no me habia dado cuenta de que no estaba sentada en una posición correcta.

-Suerte- les dice a los demás

"Suerte" Sería que el maestro no me hubiera visto las bragas como primera impresión. Camino a el orfanato la melancolía se apodera momentáneamente de mi corazón.

Sigo sin entender por que en todos estos años no me han adoptado, en dos años más seré mayor de edad y me sacaran a patadas de ahí. No se por que me abandonaron en ese lugar. Los pasillos dan un olor a inocencia y han pintado las paredes de el orfanato ; Rosa para las niñas, Azul para los niños y Rojo para la pequeña Bianca. El coro de la risa de los niños ya no hace ritmo con la mía. Me acuesto en la cama que ya me viene quedando pequeña, cierro los ojos y me caigo en un sueño débil.