Capítulo 1

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Título. Una Historia De Terror

Autor. ZuzyTerror

Shipp. ¿?

Capítulo 1. La Despedida

Una historia que mi mente transtornada desea expresar, notas aclaratorias importantes.

1.- Los personajes de Inuyasha no son de mi propiedad si no de Rumiko Takahashi.

2.- Soy escritora nivel ultrasonido, así que a lo mejor no tengo muy bien organizadas mis ideas.

3.- La historia netamente es de mi autoría así como las personalidades que adoptan los personajes.

4.- Cualquier similitud con la vida de su autora es mera coincidencia.

5.- Disfruten de mi mente retorcida.

La mayoría de los padres pretenden tener a sus hijos a salvo, donde no corran ningún riesgo y si bien Kagome, era una chica noble y alegré también poseía un toque de rebeldía que hacía aflorar los nervios de sus padres y si tal vez ella no fuera la menor o por qué de sus tres hermanos ella era la única chica, pero al haber crecido con hombres la enseño a defenderse.
- Mañana ya dormiré en Tokio, aunque los voy a extrañar mucho.
- Lo dudo hija, con lo demandante que es esa carrera a penas tendrás tiempo- mencionó al agachar la cabeza, triste la mujer.
- Parece que no me conocieras madre, para ustedes siempre tendré tiempo- la abrazaba fuertemente.
Una voz ronca tercio la conversación y las hizo separarse.
- Aún no estoy convencido de esa idea tuya de irte a vivir a la ciudad- fruncía el seño mientras hablaba el patriarca.
- Papi, tú sabes que la carrera que es mi sueño anhelado no se encuentra aquí, por eso me voy además vendré siempre que tenga tiempo no es una despedida para siempre-
- No sé aún hay algo que no me deja tranquilo de que vayas a ese lugar.- decía preocupado.
- En cuanto, pueda buscaré un lugar mejor diario me comunicare con ustedes para que estés más tranquilo.
- Bueno, hija eso me pone tranquilo un poco más, pero no sé tengo un presentimiento.
- Mira papi, no te preocupes eso no te hará bien y por otro lado compartiré el alquiler con otras 2 chicas.
- Hija.
- Papá tranquilo vayamos a dormir tengo que terminar de empacar.
- Está bien hija.
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-La noche que marcaba un claro avance teñía el cielo de un negro obscuro ni la luna ni las estrellas dejaron ver su brillo natural, los ancianos decían del pueblo argumentaban un mal augurio salir en esas condiciones pero no obstante Kagome tenía que salir de madrugada pues el tren tardaría 6 horas para llegar a su destino, que era el precio de sueño alejarse de todo lo conocido adentrándose a un mundo extraño y viviendo a un ritmo acelerado.

- Subí al tren al filo de las 4 de la mañana, hacia donde mirara solo se vislumbraba una inmensa penumbra, que daba escalofrío y nerviosismo, pero sabía disimularlo pues recordé a la perfección lo que me decían mis hermanos.
*--*
- Kagome por ninguna circunstancia debes demostrar tu miedo, existen cosas ajenas que te lo causarán pero si tú lo haces solo demostraras que no eres lo suficientemente fuerte para enfrentar ese reto.
- Sota, tu nunca haz tenido miedo a lo desconocido.
- Si, Kag, eh tenido y mucho, pero si tú no demuestras fortaleza y confianza en lo que haces las demás personas te usarán, lastimaran para hacerte sentir mal. Y tú querida hermana vales mucho más.
- Gracias por tu consejo hermano haré todo por alcanzar mis objetivos.
*--*
- Ahora sí, estoy en lo dicho hermano a sacar fuerza, de todo para lograr lo que tanto me ha costado, pero descansaré un poco en lo que llegamos a la próxima estación.
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Lo que no sabía Kagome que en el inicio de su viaje ahí iniciaría con momentos terribles y dolorosos. Pues desde el momento en que subió se desatarían eventos sobre naturales, marcha lenta llevaba el tren justo a mediados de la primera parada, una niña de ojos verdes llamo a la joven que descansaba en su asiento.
- Hola pequeña estás perdida.
- No, pero quisiera pedirte un favor.
- Dime pequeña.
- Me acompañas al baño todo está muy oscuro y tengo mucho miedo.
- Claro y tús padres nena.
- Me esperan en Tokio.
- Pero no eres muy pequeña para viajar sola.
- No, pero si me acompañas por favor.
- Muy bien, vamos pequeña.
- Pasaron al lugar donde se encontraban los baños pero cada baño en el que tocaban se encontraba ocupado casi al final del tren había un baño disponible en ese vagón se encontraba una de las personas que cambiará la vida de nuestra protagonista.
- Buenos días, disculpe cree que podríamos usar el sanitario de su vagón joven.
- Buenos días, claro es su hermana.
- No joven, es una pasajera que viaja sola.
- Ah ya veo y usted por qué se ofreció a acompañarla.
- Pues verá, yo me dedicaré a estudiar medicina y siempre ha nacido el sentimiento de ayudar a los demás.
- Ya veo mi nombre es Inuyasha Thaisho y el suyo.
- Kagome Higurashi.
- En medio de su amena plática se escucharon detonaciones de arma de fuego, gritos de horror se volvían la melodía de fondo los ojos de la azabache comenzaron a palidecer y llevándose las manos al rostro emergieron algunas lágrimas, acto reflejo Inuyasha cubrió el cuerpo de la chica con el suyo y jalandola hacia el fondo del vagón optaron por esconderse en el cuarto de baño, la acompañante infantil se encontraba ahora al resguardo de ellos dos. Kagome quería salir en la ayuda de esas personas pero lo que heló sus intenciones fue que la niña, les hablo tan tranquilamente y acto seguido salió del baño los dos jóvenes desconcertados salieron tras de ella hasta el final del tren que ya se encontraba detenido por el acto del que había sido testigo.
- Mi, misión está concluída Kagome, disfruta la vida que me fue negada, vive tu vida pero no te confíes no siempre habrá quien te proteja de los seres de sombras, que buscarán dañarte.
- A qué te refieres como sabes mi nombre.
- Ya no me recuerdas, "Rinnnn, te juro que jamás te olvidare amiga, eres como mi hermana".
- Pero como sabes eso.
- Kag, yo soy Rin, soy tu amiga por eso te eh protegido pero mi tiempo termino, por eso cuídate mucho.
- Después de decir estás palabras salto la niña siguientes vías del tren, tanto Kagome como Inuyasha emitieron un grito de horror, cuando al momento del salto de la pequeña el expreso pasaba a su lado después de que el tren terminará de pasar Kagome cayó de rodillas frente al barandal del vagón y tallando con sus manos los ojos vio lo que hace mucho tiempo le causó una herida sumamente profunda. La enorme cruz, símbolo de la muerte de su amiga de juegos Rin.
*--*
- Cómo pudo, ocurrir esa desgracia que demonios pensabas al traer a la niña así no mediste los riesgos.
- Ya no me haga sentir más culpable tío, quisimos que Rin se divirtieron pero nunca creí que sucediera semejante desgracia.
- Pobre alma, ojalá descanse en paz y noKagome tome mejor la noticia de la muerte de Rin. Concluía el padre de la azabache.
*--*
- La veía con terror me puedes explicar que sucedió. La miraba blanco casi a un grado trasparente de el susto el pobre chico.
- Sollozando le explicó los sucesos de la muerte de Rin, pero no le podía explicar como los dos la habían visto en forma de aparición, pero la chica recuperó la compostura y se dirigió a los vagones delanteros pues dejaron de escuchar gritos, y detonaciones, el la tomo del antebrazo siguiéndole que era muy peligroso hacer lo que pretendía.
- No te dejaré ir es muy arriesgado - bufo el joven ojos dorados.
- Entonces acompáñame a ayudar a quién necesita de mi ayuda.
- Aún no eres doctora no seas terca - furioso y temeroso de que algo le sucediera a ella.
- Tal vez no, pero si soy técnica de enfermería. Respondía con tono fuerte y consternado.
- Vale ganas pero no te arriesgues si todo sigue igual, regresamos y nos largamos.
- Oye te preocupas mucho por una extraña o no.
- Sonrojado era poco sentía como si el fuego era parte de mi cara, me gustó ese espíritu valiente, noble, que lo conocí por un fantasma. Mira hago lo que cualquiera haría.
- Cómo digas, dedicándole una sonrisa- haré lo que dices-.
- Conforme avanzaban gente se aglutinaba en las puertas de salida del los vagones mientras ellos en pasó firme se dirigían al frente, según escuchaba los cuchicheos el atacante había sido abatido por un militar, pero había por lo menos docenas de personas heridas. Al llegar al que debía de ser su lugar se quedó helada, pues en lugar de su asiento existía todo el relleno, heridos, sangre gritos de dolor, dejo sus vacilaciones, para comenzar a ayudar mucho o poco alguien podría salvar, Inuyasha al ya notar el peligro, se remango las mangas de su camisa y ayudo a la azabache. La sorpresa de el al ver su increíble habilidad para poder atender con tanta eficacia y eficiencia a los heridos lo dejaba perplejo, si se encontraba más avanzado en la carrera de medicina la sorprendente habilidad de la chica la dejaba a la altura de sus compañeros más avanzado.
Continuará...

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