Franco y su maldito carácter.

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Daba el ultimo retoque a mi cabello, pinte mis labios en color rojo, elegí el vestido mas llamativo del closet, era amarillo, y era abierto de la pierna, me quedaba completamente tallado al cuerpo marcando mi figura, recogí mi cabello con un moño, y tome el abrigo negro, Franco me esperaba me vio bajar la gradas, esta vez vi s rostro mas que sorprendido, pero también estaba algo molesto pude verlo fruncir el ceño, no veía a Max por ningún lado.

Franco dijo —te ves hermosa— yo conteste viéndolo a los ojos y en un tono seco —ahórratelo, no me interesa vimos llegar la limosina, Nicolás no venia en ella, subí, Franco me ayudo, después de un rato de viaje Franco dijo —quiero decirte que lo que dije, perdóname—

—quien equivoco las cosas fui yo, ya obtuviste lo que querías, de ahora en delante háblame solo de negocios.—

Franco quiso tocar mi rostro pude sentir su mano, pero se arrepintió, cada quien giro el rostro hacia la ventana, pensé en lo que dije, apreté un poco los labios, ya estaba enamorada de el, ya había ganado, que mas quería de mi.

Llegamos a la fiesta la recepción era en un hotel, nunca había visto tanto lujo junto, Franco me ayudo con el abrigo y después me ofreció su brazo y dijo —esto es trabajo así que por favor actúa quieres, tome su brazo de mala gana y brinde una de esas sonrisas falsas al entrar en aquel salón donde abundaba el cristal y la porcelana.

 Nicolás ya estaba en el lugar se acerco a nosotros y me dijo —Rose te ves muy bella— yo dije —gracias— ciertamente me sentía incomoda había muchas miradas sobre mi podía notarlo, Franco dijo —por allá esta nuestro socio, vamos a saludar, Patrick conversaba con una pareja, y al verme no siguió hablando, se acerco a mi sin importar que Franco estaba a mi lado y muy cerca de mi tomo mi mano y la llevo directo a su boca, su mirada estaba fija en la mía y cuando sus labios tocaron mi mano dijo —la mujer mas esperada de la noche— yo retire mi mano y Franco dijo —Patrick es un gusto verte, ofreció su mano y Patrick la tomo mostrándole su sonrisa, Patrick dijo —Franco Petrova, mi antiguo socio, es un gusto tenerte aquí— Franco sonrió y lo trajo hacia el aun sosteniendo su mano, el dijo —si vuelves a tocar a mi esposa, te mato— le dio una palmada en la espalda y después de alejarse un poco de el, y después de verlo con esa mirada tan intimidante que solo el podía hacer dijo viéndolo a los ojos —¿esta claro?— Patrick respondió —no seas tan serio Franco, esto es una fiesta— se giro hacia mi y dijo —espero la disfruten— me sonrió y remojando su labio inferior para después morderlo soltó una risa y vio a Franco, yo sabia que Franco no amenazaba a nadie sin cumplir lo que decía, así que para que ignorara todo esto dije —deberíamos buscar a Nicolás— Patrick se giro y camino a otro lado, me pareció mas que nada un reto para Franco, pero se lo advertí, yo no quería venir, además soy yo a quien le repugnan los sujetos como Patrick.

Franco me llevo hasta el jardín de la parte de atrás del hotel, me dijo —¿esto es lo que no querías? ¿No querías que viera tu coqueteo con ese idiota?—

—mi coqueteo de que demonios hablas

—odias vestirte así, odias que yo elija tu ropa y hoy buscas el vestido mas provocativo que encontraste esto es tu culpa,— Franco llevaba su mano a la barbilla estaba alterado, pero jamás me hubiera dicho eso, yo explote —mi culpa, te recuerdo que este vestido estaba en el armario, tu lo elegiste o quien sabe quien diablos, no me importa, quieres culparme a mi de lo que ese depravado piensa, fui yo quien te dijo que no quería estar aquí

—por que porque creías que ya éramos una pareja dulce y feliz, y no querías ver a tu amante

—¿amante? Estas loco, que demonios te sucede, no me dejas ni a sol ni sombra y ahora hablas de que tengo un amante

—que no miras como te come con la mirada

—y eso es mi culpa

—si, es tu culpa te vestiste así para el dímelo

—y si así fuese que

Franco me vio y dijo —entonces eres la puta perfecta para este trabajo—

No pude mas con eso, le di una cachetada tan fuerte que mi palma dolía como nada, el me vio y estaba arrepentido de lo que había dicho pude verlo en su cara, me di la vuelta y camine tan rápido como pude lo mas lejos posible de el, subí a un ascensor, y vi mi teléfono, marque a Nicolás, sabia que si alguien podía sacarme de aquí era el.

Contesto a mi llamada y dije —Nicolás llévame a casa quieres—, mi voz se quebrantaba, la llamada se corto, no escuche respuesta, la puerta se abrió, estaba en lo mas alto del hotel, había una piscina y sillones, las luces ondeaban en el agua, me quite los zapatos y camine un rato, llegue hasta la orilla donde podía apreciar la enorme vista, las luces de la ciudad el cielo oscuro, pensaba en lo mucho que me confunde Franco ‹‹el es... a veces es tan...›› ni siquiera yo se que pensar de alguien como el, conocerlo es lo peor que me ha pasado, a mi mente vino su sonrisa, negué con la cabeza, quizá también ha sido lo mejor que me ha pasado.



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Gracias por seguir la historia.


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