Estaba sentado frente a la taza de café, cálida y apetitosa que me aguardaba a ingerir, pensando en que los demás no pueden imaginarse una vida sin ti, por que aunque un mundo lleno de mundos me hablara de la taza no creo que haya nada mejor que probar tus labios fríos que tus labios fríos y distantes, imaginando tan solo uno de tus besos, húmedos y dulces como yo los ansio, como yo los extraño, besos que nunca me diste, que siento cálidos sobre mis labios, deseosos y anhelantes de una palabra que me acerque a ti, tal como te veo en mis sueños…