Un mes después de esa noche comenzaron a llover los problemas, dos problemas, siendo más específica.
La primera, el abogado favorito de mi padre, con el cual me pidió trabajar, era un narcisista y racista. Al principio trabajamos con normalidad, pero luego de recibir una llamada de nuestro contrincante que le ofrecía una gran cantidad de dinero para perder el caso, todo cambio. Cambio por el hecho que el acepto ese trato.
Me negué a colaborar, por supuesto, pero me amenazo con decirle a mi padre que yo era la que había hecho el trato.
No me deje intimidar por él, estaba equivocado si pensaba lo contrario. Fui a casa directamente, con pruebas que saque a escondidas, pero me sorprendí al encontrar a mis padres y a Daniel sentados en la sala, los dos hombres serios y mi madre estaba nerviosa y preocupada. Me estaban esperando y eso sí que me intimido.
Allí nace mi segundo problema, Daniel les contó sobre Hoseok, les dijo todo, incluso que me vio besarme con él en el estacionamiento. Eso me hizo ponerme roja de la vergüenza.
La reacción de mi padre fue explosiva, grito sobre lo irresponsable que estaba siendo y que debía salir con alguien como el abogado con el que trabajaba. Eso me enfureció, intente hablarle, pero solo me dio una orden: terminar con Jung Hoseok.
Mi hermano dio su aprobación a la decisión de mi padre, mientras que mi madre que estaba en segundo plano no dejaba de mirarnos, en especial a mí.
Me fui a mi habitación con la espalda recta y sin parpadear siquiera, pero al estar sola en mis cuatro paredes fue inevitable llorar, llorar porque no pude explicarles mi primer problema y lo bien que me sentía con Hoseok. Lo que más me dolía es que entre él y yo las cosas iban de maravilla, nos habíamos vuelto más unidos y nos contábamos todo lo que nos pasaba en el día por las noches, se había vuelto costumbre hablar por llamada hasta la madrugada. No quería decirle adiós a eso, no quería decirle adiós a él.
Lo único que quería es correr a su lado y que me hiciera reír, que me hiciera el amor como ya me lo ha hecho tantas veces. Que viéramos una película y que quizás se asustara por algo tonto haciéndolo sonrojar por mis burlas. Que me incitara a bailar.
Como si lo hubiera invocado, vi como mi teléfono comenzó a brillar dejando a la vista un:
"Llamada entrante"
"Hobi"
Por primera vez no le conteste, no me veía capaz de disimular mi llanto. Llamo dos veces más y luego solo mando un mensaje:
"¿Te quedaste dormida sin hablar conmigo? Que cruel eres y yo que tenía muchas ganas de hablar contigo. Descansa preciosa, te amo."
Junto a eso mando una foto suya haciendo un corazón con los dedos.
Si, esto iba a doler y mucho.
Lo llame a primera hora del día siguiente, cualquiera se molestaría en ser despertado tan temprano sea su novia o no, pero Hoseok no lo hizo, de hecho solo hablo de lo lindo que es escuchar mi voz tan temprano. Sonreí sin poder contenerme, pero luego esta desapareció por completo al recordar el motivo de mi llamada.
Lo cite en su estudio urgentemente. Era el único lugar abierto a esa hora y donde nadie iba a interrumpir. Llegue primero que él y lo espere en el pasillo, justo frente a la puerta de su estudio. Cuando llego traía dos cafés y una bolsa de una famosa tienda que vendía pastelitos, además de su hermosa sonrisa, pero su semblante cambio al verme.
-¿Estas bien muñeca?-iba asentir, pero sus ojos me detuvieron, brillaban de honestidad y pureza. Negué con la cabeza y baje la mirada al suelo.-Ven, entremos.
Antes de cerrar la puerta el dio un vistazo al pasillo y luego cerro al ver que nadie nos había visto. Me pidió que desayunara primero antes de hablar y lo hice como un regalo para ambos, un pequeño momento.
Al terminar Hoseok no dijo nada, espero pacientemente para que me decidiera a hablar. Tome sus mejillas y le di un beso, sonrió en medio de este y me lo devolvió con más ganas. Así eran sus besos, largos y profundos, odiaba los besos cortos.
La sonrisa que le forme después de eso yo misma se la destruí. Le conté lo que me había dicho mi padre y por primera vez vi cómo me miraba enojado, estaba furioso.
-Amanda, dime que estas bromeando.- mi mirada se lo dijo todo y apretó los puños.- ¿Por qué siempre haces lo que te dicen? Soy capaz de entender si me dices que TU no quieres seguir conmigo por mi contrato, pero no eres tu quien lo dice, es tu padre.
Me levante de su silla para quedar a su altura.
-Compréndeme, no es fácil para mí. Toda la vida he hecho lo que me dicen como buena hija, nunca les he decepcionado, hasta ahora y no se sintió bien cuando mi padre y mi hermano me recriminaron por lo nuestro. No quiero sentir eso de nuevo.
Su semblante se calmó un poco, pero igual estaba molesto. No quería verlo así, quería su sonrisa, sus chistes, sus comentarios subidos de tono o sus estupideces, cualquier cosa, menos que me mirara así.
-¿Eso significa que vamos a terminar aunque no esté de acuerdo?-lo mire sin intención alguna de responder. Hoseok se sentó en su silla de escritorio con los puños apretados y la mirada en el suelo.- sabía que eso, traería problemas algún día, que seas tan sumisa con tus padres.
Parpadee por un segundo sorprendida por sus palabras y su mirada.
-¿Y sabes qué? Me molesta, me molesta que no te dejen elegir, que no te dejen descubrirte a ti misma, averiguar que te gusta y que no. Pero lo que más me molesta es que tú lo permites.-mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Quería gritarle que no me dijera esas cosas, que se callara.- comprendo su preocupación Amanda, pero sigue sin ser su decisión, es tuya.
-Hoseok, por favor, no...
-Miénteme.- se paró de nuevo y me tomo de las mejillas, acercándome a él.- dime que eres tu quien se siente insegura a mi lado. Incluso, dime que ya no sientes lo mismo por mí, que no me amas. Dime cualquier cosa que me haga dejarte en paz.
Me corazón se rompió, jamás pensé que Hoseok lo haría. Allí comprendí que existen diferentes tipos de corazones rotos. Negué con la cabeza llorando a su petición. Pego su frente a la mía con los ojos cerrados.
-Sino lo haces no podre evitar llamarte, mandarte un mensaje o buscarte incluso, porque sabré que me amas al igual que yo a ti, que me vas a extrañar.- enterré mis manos en su cabello.- deja de llorar, me estas lastimando aún más.
Me abalance sobre él y lo bese, no pude evitarlo, fue muy tarde para frenarme cuando Hoseok me devoro y me pego con brusquedad a la pared.
-No sé qué hacer.-le susurre en los labios.
-Piénsalo, piensa las cosas tu sola. Y decide lo mejor para ti, sin contar a tus padres, hermano o a mi.- sus manos dejaron de tocarme, se separó de mi con pesar, quería seguir teniéndome entre sus brazos.- si lo haces de esa forma, aceptare tu decisión, sea cual sea.
¿Qué creen que ocurrirá entre los dos?
Espero no hacerlos esperar mucho.
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A tu ritmo (Saga Pure Love #3)
FanfictionHoseok era demasiado animado y gritón, cada vez que escuchaba música la bailaba sin importarle quien lo viera. Era un alma libre de cierta manera. Amanda siempre recatada y con ganas de encajar en una sociedad que la ha despreciado por años. Busca c...