El futuro nos aguarda.

Capítulo 4.

-¿Quieres casarte conmigo?

Por mi cabeza pasan millones de cosas. De alguna forma siento cosas por Taylor, y sé que es correspondido. Pero si le digo que no a Ben, mis padres se enterarán y habrán consecuencias que no deseo. Odio tener que respetar mi religión, no entiendo porque no puede haber amor libre. Si le digo a Ben que sí, estaré casada con una persona a la que no amo. Quiero a Ben, pero como amigos, ya que nuestra llama se apagó en cuanto fui haciendo escenas con Taylor en Oitnb. Realmente no sé como actuar, ni que decir.

- E.. Eh Ben... (me interrumpe)
- ¿Es demasiado pronto? (dice entristecido)
- Ben lo que pasa es que no sé si estoy preparada para el matrimonio. De todas formas, sabes que lo nuestro no funciona de ninguna forma.. No sé que querías lograr pidiéndome matrimonio... (me interrumpe de nuevo)
- Pues arreglarlo Laura, te quiero. Y eso no puede cambiar, ibamos a formar una familia ¿recuerdas? (dice mirandome a los ojos y con los ojos cristalizados a punto de soltar lágrimas)
- Ben, ahora mismo quiero irme a casa. (le contesto seriamente).

Ben cierra la caja del anillo y se levanta sin decir ni una sola palabra, se acerca a mi y me da un beso en la mejilla, con eso y un susurro diciendo adiós se va del lugar sin mirar atrás. Siento el dolor de Ben en este momento, detesto hacerle daño a las personas, pero, ¿y que culpa tengo yo de no quererle?

Subo a mi coche y llamo por teléfono a Taylor, la invito a ir a la playa con Natasha, Yael, Uzo y Kate y acepta. Mañana la directora nos ha dado un respiro a todos, la temporada está siendo realmente intensa y como es la última queremos hacerla bien.

Al día siguiente:

Narra Taylor:

Son las 10 de la mañana y he quedado con las chicas en la playa a las 10:45, tengo muchas ganas de ver a Laura, aunque no entiendo el por qué, solo siento una atracción, aunque en realidad no sé si me gusta.

Al subir al coche me llama Kate para que vaya a buscarla a ella y a Uzo, ya que Natasha se encarga de llevar a Yael y a Laura. Después de ese mensaje me pongo en marcha para pasar por casa de ambas y seguidamente ir a la playa.

Ya en la playa vemos desde lo lejos a Laura y compañía. Todas nos saludamos con dos besos excepto a Laura, a Laura le doy un fuerte abrazo y dos besos. Oigo a Natasha reir y la miro de forma desafiante, ella me mira con una mueca de cariño y le sonrio.

Ponemos las toallas en la arena, ambas nos desvestimos y nos quedamos en bañador, Uzo siente una debilidad por el agua y es la primera en ir a lanzarse. Yael va junto con Natasha al agua. Kate siempre se queda en la toalla, detesta el agua y le gusta pasar el tiempo leyendo revistas de culebrones. Laura y yo nos ponemos protector solar. Desde lo lejos podemos ver como Uzo molesta a Yael tirándole agua, Natasha rie a carcajadas.

-Bueno, es nuestro turno, ¿no? (me dice Laura sonriendo)
-Aún no me apetece (le sonrio) ve tú yo aún no necesito ir al agua.
-¿Estas segura? (se rie)

En un abrir y cerrar de ojos Laura me lanza arena en la cara, por fortuna para mi tenía las gafas de sol puesta y no me entró la arena en los ojos. Maldita Laura, voy a matarla. Laura va a toda velocidad hacia el agua y yo la sigo gritandole. Nuestras amigas se percatan de lo que pasa y comienzan a reirse a carcajadas.

-¡Laura voy a matarte!

Laura entra al agua a toda velocidad y yo voy detrás de ella, cuando consigo pillarla queda atrapada entre mis brazos.

-¿Ahora qué? (le digo victoriosa)
-Ahora deberías de mojarte un poco la cara ¿no? (sigue riendo a carcajadas, parece que es lo más gracioso que ha visto)

La suelto para poder lavarme la cara y ella me observa sonriendo, veo como mis amigas nos avisan de que van a salir del agua. Entonces Laura pone sus manos en mi cintura, otra vez no sé que pretende.

- Taylor, ¿vamos hacia esa cueva de allí? Parece muy bonita (dice observándolo con ilusión)

Yo asiento con la cabeza y empezamos a nadar hasta allí, Laura tenía razón, es un lugar precioso. Cuando estoy a punto de decirle lo bonito que me parece el lugar veo que Laura no está por ninguna parte, hasta que de repente siento algo por detrás y es cómo no, Laura. Noto como me abraza por detrás poniendo sus manos en mi vientre y su cabeza apoyada en mi hombro.

-¿Te he asustado a caso? (dice riendo)
-No idiota, claro que no. (digo sarcásticamente).

Con mis manos pongo las suyas en mi cintura, con las mías le rodeo el cuello y sin pensármelo dos veces, dejándome llevar por mis impulsos le beso. Que mejor lugar y que mejor persona para un momento así. Creo que Laura me gusta.

Laura me sigue el beso, pero yo decido parar, y no se me ocurre otra cosa que decirle justo lo que acababa de pensar.

-Laura, me gustas. (digo mirándole a los ojos). Me gustas mucho.

En estos momentos siento como si me hubiera perdido en su mirada, como si no hubiera forma de salir de ella, como si me hubiera hipnotizado, como si me atara a ella.