Capítulo VIII

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5:00 de la tarde aproximadamente; la Enfermera Carmen entró como siempre a darme la pastilla; esta vez entró llorando; agarrándome la mano, me dijo que el Doctor Carlos había sido trasferido a otro hospital para apoyar un coma, ya que en aquél no tenían mucho personal..._ Sé que estás paralizado, pero ¡no sabes cómo te comprendo ahora que la chica que te gusta se ha ido! Voy a extrañar mucho su sonrisa y sobre todo su perfume...Dijo Carmen, aun llorando.Se abrió la puerta de mi habitación y entró un nuevo Doctor.-Buenas tardes ¿enfermera Carmen?_ ¡Sí!Contestó Carmen._ ¿Quién es usted?-Soy el doctor que estará a cargo del paciente José, ya que mi amigo, el doctor Carlos, tuvo que ser transferido para apoyar a otro hospital; mi nombre es Francisco. ¿Se siente usted bien?_ Sí ¿por qué lo dice?Dijo Carmen levantándose rápidamente de mi cama.-Tiene los ojos irritados... ¿estuvo llorando, no es así?Dijo el doctor Francisco levantado una ceja._¡Si, lo que pasa es que me duele como ha terminado este paciente!Dijo Carmen mientras cogía mi mano.-Perdóneme, no suelo ser así, fue curiosidad... y la escuché hablando con él sobre el doctor Carlos...Comentó el Doctor Francisco._ No se preocupe -dijo Carmen-, solo le pido que no le diga a nadie sobre esto; podrían correrme del hospital y este paciente me necesita...-Está bien, de mí no saldrá una palabra; su secreto está a salvo.Dijo el doctor Francisco................................................................................................................¡Era media noche, me pregunté por qué me pasaban estas cosas tan extrañas! Sentí de nuevo ese frío espeluznante y una voz tan dulce como de una niña que me llamaba por mi nombre...Fue así como me puse a pensar en aquella niña que murió en el accidente; pero ¡qué es lo que intenta decirme! Su mensaje no era claro para mí...

Amor y ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora